lunes, 8 de mayo de 2006

5:59 - 5/05/2006

Carmen Canfrán

Tomó las riendas de Parquesol, tras fallecer su padre y ha sacado la compañía a bolsa.

¿Se puede combinar la filosofía con el mundo de los negocios ? La respuesta es afirmativa para el presidente de Parquesol, Marcos Fernández Fermoselle. Este empresario de origen cubano cree necesario conjugar el éxito en los negocios con el "ser mejor persona". Una tesis que todos los días intenta llevar a cabo cuando entra en el despacho que tiene en las oficinas de Parquesol, inmobiliaria familiar que hoy se estrena en bolsa.

Una filosofía que se resume en Dividendos para el alma, un libro que publicó el año pasado junto a Ramiro Calle y Joaquín Tamames, donde se "desvelan grandes reglas espirituales para poder aplicarlas a la actividad diaria de los puestos de trabajo", como le gusta presumir al propio autor.

Al presidente de Parquesol la filosofía le apasiona. Devora libros sobre este materia y, sobre todo, los relacionados con el mundo oriental. Tierno, espiritual y con mucho sentido del humor es como le definen las personas más cercanas a su entorno.

Pero las letras no son su única pasión: el deporte es otra de sus grandes aficiones. Es muy difícil que falte a su cita anual en el Himalaya para hacer trekking. A esta lista se suma el esquí, el paddle y el trial. Pero en realidad es más conocido por ser un gran corredor. Este cubano de 44 años participa en los maratones que su agenda le permite. El último objetivo que se ha marcado, además de que la opv de Parquesol sea un éxito, es bajar su marca de cuatro horas en este tipo de carreras. Dicen que todo lo consigue. Ahora está corriendo medios maratones con un tiempo cercano a la hora y media.

El fútbol también lo ha vivido de cerca este licenciado, pero no por practicarlo. El padre de Marcos Fernández fue presidente del Real Valladolid. Cuando éste falleció en 1998, Marcos Fernández junto a su hermano Ángel heredó la presidencia del equipo. Ellos querían ver cumplidos los sueños de su padre. Dos años después la familia vendió su participación en el club vallisoletano al grupo liderado por Ignacio Lewin. Unos dicen que la salida de los Fernández Fermoselle se debió a su mala gestión; otros porque no tenían tiempo suficiente para dedicarse a la vez al equipo de fútbol y a Parquesol, la inmobiliaria que creó su padre en Valladolid tras regresar del exilio de Cuba.

Hombre cosmopolita, Fernández estudió un master especializado en inmobiliarias en Estados Unidos. Después, no perdió el tiempo y empezó a trabajar para varias multinacionales como Revlon, Kraft y Leo Burnett. Pero las raíces familiares tiraron más de él, y al final siguió la estela de su padre.

Marcos Fernández entró en Parquesol en 1987, donde asumió la presidencia un año después, al fallecer su padre de leucemia. Este hecho marcó tanto al presidente de la inmobiliaria que desde entonces colabora en fundaciones como Ananta y Leucemia y Linfoma. Nunca ha escatimado dinero para realizar donaciones por causas humanitarias.

El mismo reconoce que su bagaje profesional y sus experiencias personales le han permitido aprender a vivir la vida con máxima plenitud junto a su esposa y sus tres hijas. Sin olvidarse de sus amigos. Un sentimiento que no dudó en dejar escrito en una de las dedicatorias del libro:"Gracias por alegrarme la vida, porque es un lujo compartirla con vosotros".

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