domingo, 31 de diciembre de 2006

Posted on Sun, Dec. 31, 2006

CASTO OCANDO
El Nuevo Herald

Osmel SousaLa respetada y bien engrasada industria de la belleza, que ha hecho tan famosa a Venezuela como su mismo petróleo, desplegará todo su poder de seducción para convertir este nuevo año a Miami en la meca de las mujeres hermosas de origen latino.

De la mano del llamado zar de la belleza Osmel Sousa, cientos de aspirantes de todo Estados Unidos tendrán la doble oportunidad de hacer realidad el sueño de coronarse como belleza latina, y de paso ingresar al cotizado mundo de la actuación y las pasarelas.

Eso, si logran pasar el exigente examen de selección que ha hecho famoso a Sousa en todo el mundo.

El cubanovenezolano, natural de Rodas, en la antigua provincia de Las Villas, es el responsable de que Venezuela haya ganado decenas de títulos internacionales de belleza, entre ellos cuatro Miss Universo y cinco Miss Mundo. En dos ocasiones, los dos cetros se obtuvieron el mismo año (en 1981 y 1995), un récord hasta ahora no superado por ninguna otra nación.

Sousa abandonó Cuba cuando tenía 14 años, al principio de la revolución castrista, aunque asegura que no partió por razones políticas, sino porque era mal estudiante y su abuela lo llevó a Venezuela para que mejorara, explicó.

Ahora vendrá a Miami con la maquinaria hacedora de reinas, que maneja como relojero suizo en Caracas desde hace más de tres décadas, para organizar junto a la cadena Univisión un ambicioso certamen que proyecte la belleza latina en Estados Unidos.

El nuevo concurso tendrá la misión de buscar el prototipo de la belleza latina en las mayores ciudades del país, mediante un formato que promete ser polémico.

Sousa ya condujo en el pasado una versión del Miss Venezuela en Miami, junto a Univisión, que se llamó ''Nuestra Belleza Latina'', pero cuya materia prima se seleccionaba de todos los países latinoamericanos.

Esta vez la idea es integrar un equipo profesional entre Caracas, Miami y Los Angeles, con la participación de algunas de las misses ganadoras en Venezuela, para iniciar un gigantesco casting en las principales ciudades de los Estados Unidos.

''Podrán participar latinas e hijas de latinos que residan en Estados Unidos'', explicó Sousa.

Los organizadores esperan centenares de aspirantes, principalmente por el impulso que el certamen puede suponer para potenciales carreras en el campo del modelaje, la actuación y la industria de la publicidad.

Pero no quisieron ofrecer detalles sobre el formato del proyecto, que actualmente está en la etapa de preproducción, para evitar que otras cadenas televisivas puedan emularlo.

El primero de los castings va a ser en Miami, y ya hay un grupo de aspirantes preseleccionadas, aseguró Katty Pulido, que está organizando junto con Sousa las sesiones de selección.

Las aspirantes que pasen ese casting luego serán examinadas por Sousa, explicó Pulido, cuya agencia en Venezuela fue la primera que descubrió a la miss Universo Alicia Machado.

Según Pulido, no se exigirá que las concursantes hablen inglés, o tengan un determinado nivel educativo, pero recomendó que se ''sientan bonitas'' y se aseguren de que ``se lo hayan dicho otras personas que no sean sus padres''.

Como en otros concursos internacionales, no se permitirá la participación de personas casadas o que tengan hijos, y las edades serán de entre 16 y 26 años.

''Sería una gran oportunidad participar en un concurso como este, organizado por Osmel Sousa'', dijo Andreína Elías, una venezolana de 22 años que estudia ingeniería biomédica en la Universidad Internacional de la Florida (FIU) y que ya ha sido preseleccionada para el certamen.

Elías, que tiene una altura ideal de 6 pies, fue ''descubierta'' el año pasado por Pulido en Weston, y también aspira a participar como candidata en el Miss Venezuela 2007.

Las candidatas atravesarán por un riguroso proceso de entrenamiento de hasta 18 horas diarias, con un ritmo sostenido por varios meses y con posibilidad de que las aspirantes sean sometidas a ''retoques'' estéticos, tal y como se hace en Venezuela, sugirió Sousa.

''El público lo que quiere ver es a las misses en traje de baño. Por eso el cuerpo tiene que estar lo más perfecto posible'', dijo el experto.

El zar de la belleza asegura que después de una cirugía plástica de retoque, ``la autoestima de las chicas se les sube al máximo. Tu las ves más desenvueltas y seguras. Al final estamos ayudando a un ser humano a desarrollarse''.

Los concursos organizados por Osmel Sousa son ''una verdadera escuela para desarrollar tu personalidad, capacidad de liderazgo y confianza personal, además que te abre muchas puertas'', dijo Cristal Montañez, que fue miss Venezuela 1977, actual miembro de la junta directiva de Unicef y coordinadora de un proyecto para impulsar mujeres en Pakistán.

''Es un trampolín, todas las muchachas se meten en el concurso esparando trabajar como animadoras en televisión o como modelos. Es un sueño que se hace realidad'', opinó Ly Jonaitis, ganadora del Miss Venezuela 2006.

''No es nada vacío, frívolo; es algo que requiere trabajo y muchísimo sacrificio. Y es algo lindo, que se tiene que aprovechar, y mientras tengas las condiciones, tienes que hacerlo'', acotó Jonaitis, que comenzará un entrenamiento intensivo en enero para el Miss Universo.

ocasto@herald.com


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