Vinculan alza en el robo de barcos a tráfico de cubanos.

ALFONSO CHARDY
The Miami Herald

Los ladrones golpearon en medio de la noche.

Cortaron los cables de acero que sostenían un nuevo Plan B, un yate de pesca de 36 pies de eslora de su pescante detrás de una casa de Cayo Largo, lo dejaron caer al agua y salieron a toda marcha.

Pero no llegaron lejos. El yate de $200,000 encalló en el cercano John Pennekamp Coral Reef Park, donde un pescador lo encontró a la mañana siguiente.

Sume el caso del Plan B a un alza en el robo de embarcaciones, probablemente vinculado al contrabando de inmigrantes cubanos.

Un viaje de 30 personas en una nave como Plan B pudiera rendirle $300,000 a los contrabandistas.

Según la Comisión de Conservación de Peces & Vida Silvestre de la Florida, sólo en Miami-Dade, el robo de embarcaciones aumentó más de 20 por ciento el año pasado.

Ni siquiera Rodney Barreto, presidente de la Comisión, es inmune a los ladrones. Barreto es el dueño del Plan B.

''Las autoridades me dijeron que cada vez había más robos de éstos y que estaban vinculados al contrabando de personas'', dijo Barreto.

Pruebas halladas en el yate encallado incluyeron dos tanques de combustible, un encerado, una bolsa de lona con agua y papas.

La Policía del Condado de Monroe advirtió recientemente a los dueños de yates sobre el aumento de los robos.

''Los detectives han comenzado a advertir a los vecinos de la zona norte de los Cayos sobre estos robos'', indica un comunicado de la Policía de Monroe del 13 de septiembre, el día del robo del Plan B. ``En los últimos dos meses se han robado siete embarcaciones de casas en la zona norte de los Cayos... Los detectives creen que las usan para el contrabando de inmigrantes''.

Un informe preparado en julio por un investigador de la Comisión de Conservación indicó que los ladrones están usando métodos sofisticados, como el despliegue de observadores a lo largo de la I-95 para vigilar el transporte de yates ``que se pudieran robar''.

Los contrabandistas parecen preferir lanchas rápidas o de pesca de entre 25 y 40 pies de eslora.

El informe señaló que entre el primero de enero y el 28 de junio sólo en Miami-Dade se han robado más de 235 embarcaciones.

Esto representa más del 20 por ciento de aumento en relación con el mismo período del 2006. Añadió que por lo menos 784 robos similares, entre ellos 492 embarcaciones, se reportaron en la Florida entre abril y junio, 22 por ciento más que durante el mismo período del año pasado.

La Policía de Miami-Dade dijo que no tiene a mano cifras sobre el robo de embarcaciones.

Jim Leljedal, portavoz de la Policía de Broward, dijo que en su condado el robo de embarcaciones no ha mostrado ``un aumento significativo''.

El robo de embarcaciones refleja un aumento en el contrabando de inmigrantes, relacionado en parte con el aumento en la llegada de inmigrantes cubanos ilegales a la Florida.

Hasta el 19 de septiembre el Servicio Guardacostas había detenido en el Estrecho de la Florida a por lo menos 2,587 inmigrantes cubanos, sólo 35 menos que los 2,952 interceptados en todo el 2005, el mayor número de interceptaciones en un año desde el éxodo de los balseros de 1994, cuando se recogieron 37,191 cubanos.

Aunque a muchos los han detenido en el mar, muchos otros han logrado llegar a tierra.

A principios de septiembre las cifras de la Patrulla Fronteriza mostraban que por lo menos 3,625 inmigrantes cubanos habían llegado al sur de la Florida, 549 más que en todo el año fiscal 2006.

Muchos otros inmigrantes cubanos llegan por la frontera con México después de atravesar el Canal de Yucatán hasta a Cancún e Isla Mujeres.

Las cifras de Aduanas y Protección Fronteriza muestran que desde el primero de octubre hasta el miércoles, por lo menos 11,319 cubanos se habían presentado en la frontera con México, 2,680 más que durante todo el año fiscal 2006, que terminó el 30 de septiembre.

Aunque muchos cubanos han llegado en balsa y otras embarcaciones improvisadas, muchos más han llegado a bordo de embarcaciones como Plan B.

Ha aumentado la demanda de embarcaciones para satisfacer no sólo el contrabando de más inmigrantes sino también más rutas de contrabando o o apoyo, como reaprovisionamiento de combustible en el camino o hacer las veces de señuelos.

Andrew Corsini, agente especial adjunto a cargo de la Policía de Inmigración y Aduanas en Miami, le dijo recientemente al Miami Herald que las organizaciones de contrabando de inmigrantes de la Florida usan varias naves en cada operación.

''No son operaciones improvisadas'', dijo Corsini. ``Son grupos sofisticados y les pagan bien''.

achardy@MiamiHerald.com