lunes, 22 de septiembre de 2014

OLGA CONNORESPECIAL EL NUEVO HERALD
09/20/2014 8:00 PM 09/21/2014 12:00 AM

Eran dos niños muy pequeños que sus padres trajeron de Cuba. Una de las familias se estableció en La Pequeña Habana y la del otro chico se mudó para Hialeah. ¿Hay algo más típico? Sí. Los dos fueron al Miami Dade Community College y sus familias recibieron ayuda en la Torre de la Libertad.

Hoy, orgullosamente, muestran su trabajo artístico en una gran exposición que precisamente patrocina su antigua “alma mater”, ahora convertido en Miami Dade College, y en esa misma Torre de la Libertad.

Lo hacen rindiéndole homenaje a sus orígenes, recordando a los artistas, músicos y escritores cubanos exiliados en todo el mundo y en Miami, el sitio donde comenzaron sus extraordinarias carreras los dos, y continuando siempre como colaboradores en la vida y en el arte: Alexis Rodríguez - Duarte y Tico Torres.

La exposición Cuba Out of Cuba: Through the Lens of Alexis Rodríguez-Duarte in Collaboration With Tico Torres” (“Cuba fuera de Cuba: a través del lente de Alexis Rodríguez-Duarte en colaboración con Tico Torres”) es una selección de fotografías de icónicos intérpretes musicales, compositores, diseñadores, escritores y artistas de la serie de ambos “Cuba Out of Cuba”. Se puede ver en la Torre de la Libertad, ahora monumento histórico nacional, en conjunto con la exposición permanente “The Exile Experience: Journey to Freedom”, que recoge documentos fotos, videos y objetos de los exiliados cubanos.

Pero además todo esto tiene recuerdos importantes para ambos. “La historia nuestra del exilio es que salimos por los ‘vuelos de la libertad’ y estuvimos en la Torre, recibiendo las latas de ‘Spam’, la leche en polvo, un bloque de queso largo, y un pomo de mantequilla de maní”, contó Tico en medio de las tareas de montar la exposición.

Como Alexis es el que lleva la cámara, su fotografía es más visible. Pero tras bambalinas, Tico está siempre preparando a los sujetos de esas fotos y su ambiente. El está a cargo de lamise-en-scène”. Porque son fotos de personas, de representantes de la cultura cubana fuera de Cuba, los que aparecen en esta exposición.

“Alexis y yo llevamos juntos como 31 años”, dijo Tico. “Así es, Tico y yo trabajamos en conjunto, él le da el visto bueno a todo, me dice ‘no me gusta esta foto, mira lo que está pasando aquí’ ”, añadió Alexis. “Fue Guillermo [Cabrera Infante] el que una vez nos dijo que él era el de la ‘mise-en-scène’. Un director de arte, el estilista de la moda”.

El escritor

En la exposición se ve que el escritor cubano Guillermo Cabrera Infante tiene un apartado de fotos, como una serie. El fotógrafo contó cómo llegó hasta él. Fue en realidad por una “mentirita”, porque dijo que lo conocía cuando esto no era verdad. Pero su arrojo le consiguió lo que buscaba. “Esa anécdota empezó un día que estaba proponiendo una historia de moda a una revista en Italia, ‘L’ Uomo Vogue’ ”, contó Alexis. “Se la llevé al director creativo de la revista, Alex González, también cubano, sugiriendo que hiciéramos algo de Miami ‘Cuban style’, de personajes reales, que en vez de usar modelos, fueran muchachos estudiantes, vestidos de guayaberas como las de mi abuelo [Secundino Rodriguez], y pantalones de Gianfranco Ferré y Versace. Pero necesitábamos un escritor. El me preguntó ¿tú conoces a Guillermo Cabrera Infante? Y como nosotros habíamos vivido en Londres, aunque yo no lo conocía, le dije que sí. Y lo llamé. Así de impulso. No sé ni cómo llegué a él. El respondió que sí, e inmediatamente escribí a Alex, que era un gran fanático de Guillermo”.

Más adelante Alexis y Tico siguieron trabajando con Cabrera Infante. Y los resultados se ven en la exposición. “Así fue como comenzó la amistad de nosotros con Guillermo, que duró hasta el último momento, y siempre nos vemos con Miriam [su viuda], la amistad era entre nosotros cuatro. Cuando íbamos a Londres cenábamos en el restaurante chino famoso, al que le encantaba ir, cerca de la casa”.

Las fotos de Cabrera Infante están expuestas en una especie de collage. Se ve arriba el timbre del apartamento del escritor, con su nombre, como si llegáramos de visita a su casa. Luego está él con los libros, frente a los estantes, y escribiendo en su maquinilla. “Tiene un ritmo”, comentó el fotógrafo. “Cuando retrato le hago un ‘twist’ a la cámara, no solamente que entre a los ojos de la persona, sino entrar a ver poco a poco a la persona. No somos minimalistas, nunca lo hemos sido, nuestro apartamento tiene esa cosa de movimiento y color y fotos de todos los tamaños”.

Estas son solamente las fotos escogidas en el MDC para esta muestra en especial. “Es parte de nuestro trabajo de la serie ‘Cuba fuera de Cuba’, aún en progreso; y es un proyecto muy personal, solo retrato a quienes conocemos bien, porque Tico y yo hemos tenido algún tipo de contacto con ellos, creando una amistad que nos lleva a retratar a esas personas. Somos Tico y yo los que producimos esa serie”.

Los artistas

Aquí comparten también las fotos de los artistas plásticos en otros segmentos de la muestra, que comienzan con algunos fallecidos, como Guido Llinás y otros descubiertos por ellos, como Carmen Herrera. “Empezó todo cuando estábamos en París con un pintor amigo hablando tarde en la noche en St. Germain, sobre artistas como José Bedia. Todos los artículos periodísticos estaban enfocando a los que llegaban en ese momento, pero se estaban olvidando de los artistas de los 60, como Enrique Riverón, Carmen Herrera y Agustín Fernández”, contó Alexis. “Cuando llegamos a Nueva York, decidimos crear una historia para la revista Art & Antiques Magazine, y para escribirla queríamos a alguien que fuera experto en la pintura cubana”.

Así fue como les recomendaron al especialista Giulio Blanc, quien accedió a trabajar con ellos para esa revista y para la serie de “Cuba fuera de Cuba”, que busca documentar fotográficamente el legado de la cultura cubana. “Siempre tratamos de llevarle una historia de tema cubano a alguien que nos pague, y después tenemos el material, pero de vez en cuando hacemos algo de nuestro propio bolsillo y guardamos los rollos en el refrigerador. Eso fue lo que nos pasó con las fotos de Carmen Herrera en Nueva York, tuvimos una conversación no oficial, pero simplemente la retraté mientras hacía unos dibujos”, comentó Alexis. Eso fue en 1994 cuando no era reconocida. Hoy día, a los 99 años, el MOMA tiene piezas de ella y es una estrella, con exposiciones en Alemania, donde gusta mucho el arte concreto.

“Cuando yo era pequeño, me arrolló un coche en Marianao, y los santeros le dijeron a mis padres que yo iba a estar inválido el resto de mi vida, pero me llevaron al Rincón de San Lázaro, que fue obra de la abuela de Carmen Herrera, ella fue la responsable de haber creado ese sitio originalmente destinado a los leprosos. Yo creo que tengo esa conexión con ella por esa razón”, confesó.

Lo mismo que con Cabrera Infante le sucedió con Celia Cruz, sobre la que han hecho un libro. El modo en que se conectaron fue llamando a su número de teléfono impulsivamente, y les contestó el esposo: “Somos unos muchachos cubano americanos”, le dijo Alexis. El bodegón de las piernas de Celia –en esta exposición-- es una idea de Tico y Alexis y está en la colección permanente llamada “Azúcar”, del Smithsonian. La Torre Eiffel, que está detrás de una de las fotos de ella, fue una pequeña fantasía por el 40 aniversario de la boda de Celia y Pedro. Pero los cuentos sobre Celia son interminables, ya que las dos parejas fueron grandes amigos.

Entre los recuerdos principales de Tico como estilista se encuentran las fotos de Gloria y Emilio Estefan, las de Jon Secada y el estilo de Albita que él diseñó, al vestirla como Marlene Dietrich, como Annie Hall, en ropa de hombre con el pelo corto. “También hice el montaje para la de Antonia Eiriz, con los crotos y las sillas, ése es el aspecto mío como director de arte del photo shoot ”, explicó Tico.

Cristina y Marcos son parte de la muestra de la Torre, y Tico rememora la fiesta de cumpleaños de ella en su yate a la que estuvo invitada Celia. Entre los artistas plásticos hay aquí fotos que Tico señaló como provenientes de una exposición en Intar, de Nueva York. De la generación de los 80: Florencio Gelabert, Juan Abreu, con un plato en la mano de Carlos Alfonzo, que ya había fallecido; Consuelo Castañeda, Juan Sí, Tomás Sánchez, y luego los de la generación de Miami: Pablo Cano, María Martínez Cañas, María Brito, Carlos Maciá, César Trasobares y Arturo Rodríguez.

Obsession

Antes de todo esto, Alexis quería ser otro Néstor Almendros, como camarógrafo de películas. Empezó trabajando en varios sitios, en la Opera de la Florida, como asistente de producción y como extra, en una ópera en que vino aquí Plácido Domingo a cantar. También trabajó en el Coconut Grove Playhouse. En el año 82 conoció a Tico y se juntaron en el 84. Hace dos años que se casaron. Michael Bloomberg, el alcalde de Nueva York, decidió hacer una rifa, y ellos tenían el número 738 en una cola en la que estuvieron desde por la mañana para la boda.

En un momento dado trabajaban para Burdines en Miami, Ocean Drive Magazine, Éxito, etc. Pero se toparon con el reconocido fotógrafo Bruce Weber, que los llamó para que ayudaran a los productores del anuncio de Obsession de Calvin Klein. Ese fue su aldabonazo de oro. Lo que cambió sus vidas.

Eran los 80 y entonces no había nada en Miami Beach, solo dos hoteles funcionando. “En 1986 había dos agencias de modelos importantes en Miami, ahora hay 15 sucursales de agencias de Nueva York”, apuntó Tico. “Nosotros les buscamos las localizaciones, como el Cardozo y el Waldorf Towers, y modelos. Hasta les encontramos un yate, porque entonces eran los ancianos retirados del norte los que vivían en Ocean Drive”.

“Fuimos techo por techo buscando el apropiado, y para modelos fuimos a los gimnasios, estaban desnudos en Ocean Drive en la torre de un hotel”, dijo Alexis. “La historia salió en The Miami Herald, en el 87”. Weber les sugirió después de ese trabajo que se fueran a Londres, y de allí a Marruecos para hacer un catálogo de viajes. Luego estuvieron en Madrid, en Galerías Preciados, y finalmente decidieron establecerse en Greenwich Village, el barrio central de las artes en Nueva York.

“Eramos muy amigos de Bruce. Estuvimos dos años en Londres, en Madrid un año, y en Palma de Mallorca cuatro meses; en el 92 volvimos a Miami y nos dimos cuenta de que teníamos que ir a Nueva York, la capital de la moda”, comentó Tico.

Dentro del salón de la exposición “Cuba Out of Cuba” hay unas vitrinas montadas en pedestales, como las que hay en el resto de la muestra permanente en la Torre, donde ambos artistas exponen los recuerdos que trajeron de Cuba. Allí están los diplomas de kindergarten en La Habana, las fotos de sus familiares y otros objetos. Es que ellos son parte de esas experiencias de los refugiados. Su trabajo se ha sumado ya al legado cultural del exilio cubano. Son copartícipes en la historia de la Torre de la Libertad.

olconnor@bellsouth.net

Horas del Museo: miércoles a domingo, de 12 del mediodía a 5 p.m. y los primeros viernes de cada mes de 12 p.m. a 8 p.m. MDC Museum of Art + Design, Torre de la Libertad del Miami Dade College, 600 Biscayne Blvd., Miami, Florida 33132. Llamar al: 305-237-7700.

Tomado de: El Nuevo Herald

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