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jueves, 28 de septiembre de 2006

'Dos hermanas y un piano' de Nilo Cruz dramas humanos de rebeldía política.

Posted on Thu, Sep. 28, 2006

Nilo Cruz
Nilo Cruz - Foto de Archivo
El Nuevo Herald
ADRIANA HERRERA T.

Miami es el escenario del estreno mundial en español de Dos hermanas y un piano, de Nilo Cruz. La obra recrea los dramas humanos bajo la opresión política. Mientras la escribía, el dramaturgo cubano descubrió cómo usar eficazmente el recurso de una historia dentro de otra historia, que luego le permitió crear Ana en el trópico, con la cual ganó en 1993 el Pulitzer de Teatro, otorgado por primera vez a un hispano.

Marcos Casanova, director del Teatro 8, advierte que aunque el argumento de la obra parte de una dura situación política, y rinde homenaje a la rebeldía política de la escritora cubana María Elena Cruz Varela, más allá del valor de la denuncia, "la fuerza dramatúrgica se alcanza por la profundidad con la que Nilo explora la condición humana".

Dos hermanas y un piano es una obra que muestra la complejidad de dos mujeres que buscan asirse a sus principios por encima de las circunstancias y de sus conflictos internos. Todos los personajes están sujetos a la sorpresa que depara la interacción con los demás. No hay una lectura única sobre las decisiones que cada quien toma, sino posibilidades abiertas a la interpretación. "Si hay algo que me interesa --enfatiza Casanova-- es que no se contesten de manera definitiva en la escena las preguntas que la obra plantea". El espectador se enfrenta a los hechos que rodean el arresto domiciliario de dos hermanas, una escritora y una pianista. ¿Vive María Celia (Marta Velasco) el síndrome de Estocolmo con el teniente Portuondo (interpretado en funciones alternas por Raúl Durán y por Ernesto Tapias) que la vigila? ¿Se enamora él de ella o sólo usa estrategias para extraerle información? ¿Es un hombre que realmente empieza a dudar del régimen policial que le otorga poder sobre estas dos mujeres, o aprovecha su situación para fingir que las ayuda mientras alimenta un amor posesivo? ¿El encierro hace zozobrar la razón de Sofía (Grettel Trujillo) y la lleva a tener alucinaciones, o finalmente es ella la única que en cierto momento conserva la lucidez? Como en la vida, en esta obra de Nilo Cruz --maestro en el arte de la ambigüedad narrativa--, toda pregunta puede ofrecer varias respuestas válidas.

"Dos hermanas y un piano --dice Nilo Cruz-- evoca el poder del arte, de la literatura. Está inspirada en la Scherezada de Las mil y una noches, que detiene las matanzas de un Sultán vengativo narrándole cuentos. Y también es un homenaje a María Elena Cruz Varela, que estaba en prisión en Cuba cuando yo escribía la obra en Nueva York. Me interesaba imaginar su vida interior". En la obra, la escritora acepta narrar el argumento de una novela que ha destruido al hombre que la custodia, a cambio de que éste le lea las cartas apasionadas que a ella le envía desde el extranjero su marido. Pero la lectura encierra el peligro de superponer ambas voces que no pueden ser más ajenas entre sí: la voz cómplice del amante y la voz vigilante del espía.

Cruz Varela se reunió con Martha Velasco para contarle su experiencia y leer la obra que le pareció "intensa, humana, con una propuesta estética de gran altura y de mucho vuelo. Esa primerísima actriz que es Marta Velasco --dice Cruz Varela-- interpreta una obra que no es biográfica: está dedicada a los que luchan por el derecho a ser y pagan un precio altísimo por defenderlo". Leerla la ''enterneció'' porque recordó "la terrible privación que es la falta de contacto humano".

"Nilo capta con mucha sensibilidad el universo femenino", asegura. La poeta le contó a Velasco que después de haber estado sometida a violentos interrogatorios y tratos agresivos, le ocurrió que un hombre joven encargado de sacar sus huellas digitales le tomó suavemente la mano. Ese contacto delicado la quebrantó. "Ahí me eché a llorar", evocó.

La obra explora los efectos del aislamiento. No sólo recrea la pérdida de contacto con el mundo exterior, sino con la claridad interna. Igualmente representa la situación de quienes están en Cuba a la espera del día en que puedan salir y por ello postergan la creación de vínculos, como si la vida fuera a comenzar en otra parte. Grettel Trujillo encara justamente el reto de mostrar el mundo interior de Sofía, quien llena su soledad con ensoñaciones, con personajes como un invisible vecino, o el afinador de pianos, interpretado por Chano Isidrón.

Dos hermanas y un piano ha sido llevada a escena en inglés en Inglaterra y en muchos teatros en Estados Unidos. Pero Miami es, según Nilo Cruz, "el lugar donde mejor puede entenderse".

aherrera@herald.com

'Dos hermanas y un piano'. Teatro 8. 2101 SW 8th Street. Tel. (305) 541-4841. Estreno mañana a las 8:30 p.m. Funciones: viernes y sábado 8:30 p.m. y domingo: 5p.m.



Leer: Nilo Cruz, el Primer Pulitzer Latino de Teatro

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