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domingo, 17 de septiembre de 2006

GRANDES VALORES CUBANOS QUE SE MARCHAN.

Jesús Caunedo
Jesús Caunedo - Foto de Archivo


Diario Las Americas
Publicado el 09-16-2006
Por Rosendo Rosell

Uno de los grandes músicos cubanos, acaba de fallecer exiliado en Puerto Rico. Se le parecía tanto la “Isla del Encanto” a su país nativo, que rechazó proposiciones muy jugosas, para seguir viviendo allí, al no poder residir en Cuba. Así fue de sincero, este virtuoso de la flauta, el clarinete y el saxofón Jesús Caunedo. Le conocí musicalmente en las grabaciones monumentales, que hizo con su orquesta en Borinquen, con el cantante Barbarito Diez (hijo) y que son un prodigio de ritmo y sabrosura. Y que además, atesoró con verdadera ternura rítmica cubana.

Nació Jesús Caunedo, en La Habana, el 24 de agosto de 1934, y estableció su residencia en San Juan, en 1966. Según mi apasionado coterráneo, Vicente García, Caunedo era no solamente el gran músico que fue, sino todo un caballero. Murió en su apartamento silenciosamente, a los 72 años de edad, sorprendiendo hasta a sus propios alumnos a los que dio clases la noche anterior...

Muchas de las exitosas grabaciones del “Caballero de la Salsa”, Gilberto Santa Rosa, son producto de sus conocimientos, amplios y evolutivos. Fue pionero del Jazz al producir el Elepé, titulado “Puerto Rican Jazz”. Fue miembro de la formidable orquesta del “Rey del Timbal”, el inolvidable Tito Puente.

El día de su muerte, 15 de junio de 2006, es un negro crespón más, en la laaaaarga teoría de cubanos ilustres que pueblan el triste Obituario del Exilio. Allá está en el Cielo, junto a Julio Gutiérrez, Armando Oréfiche, Pérez Prado, y otros tantos ilustres músicos de la Perla de las Antillas.

Esta es una de las mejores fotos del maestro Jesús Caunedo, en sus últimos tiempos, fructíferos y brillantes, como sus ideas innovadoras, dentro siempre del legítimo e inmarcesible ritmo cubano. Como en otros casos, elocuentes de su musicalidad, se cantó y se tocó en su velorio, en la funeraria Buxeda, de San Juan, donde su cadáver fue cremado y ofrecida una Misa de Despedida.

“Esa fue su última voluntad”, aseguró su hija Susy, antes de regresar a Miami, donde las cenizas del gran instrumentista fueron sepultadas en Vista Memorial, al lado de las de su madre, Catalina, y las de su hermano Joaquín.

Refiriéndose a la música cubana, Caunedo escribió un tema que tituló “No me la Roben”, en cuya letra decía: “Báilenla, pero no me la roben...” Trabajó en la década de los 50, en República Dominicana. Fue co-fundador del Club de Jazz de La Habana, en los 40... Dio su primer concierto de clarinete, a los 11 años de edad...

Grandes músicos de EE.UU. quisieron llevárselo definitivamente, pero Jesús Adolfo Caunedo Alvarez, nunca quiso irse de su segunda patria, su amado Puerto Rico. Cultivó una buena amistad con Tata Palau, Cachao, y otros músicos notables de nuestro entorno. Como arreglista fue innovador, y lo preferían muchos de los más sobresalientes triunfadores de distintas etapas de su vida, porque sus arreglos musicales se destacaban en todos los momentos. Se hizo muy capaz a pesar de que estudió con mucho trabajo, en un Orfanatorio, ya que su padre murió joven.

Su historia es novelesca y, aunque lamentando grandemente su marcha hacia otros planos, me felicito de poder anotar someramente, sus ejemplares pasos por esta vida. En la Misa ofrecida en la funeraria, sus compañeros, los músicos puertorriqueños y cubanos, muchos de ellos sus alumnos, tocaron y cantaron “un Rumbón”, cuyo Coro repetía:

“Se prendió la rumba,
arriba en el Cielo,
los Ángeles le están tocando
al Maestro Caunedo...”

Así se cerró la última etapa de este músico y arreglista ejemplar, que trabajó hasta el último momento de su fructífera vida, en una tierra que no era suya, pero que hizo suya, por el singular parecido que tiene con la suya... Así, sólo me resta desearles felices sentadas a la mesa, siempre realzadas con los sabrosos Productos Kirbyyyy y sus inigualables Frijoles Kirbyyy, de Sabrosura Criolla, y calidad insuperable... Recomendándoles a la vez, cuando salen de casa, ir a visitar, para gustar sus especialidades, el mejor restaurante de Miami: “Casa Juanchoooooooo”...

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