WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald
CHUCK FADELY / The Miami Herald
El flujo ilegal de cubanos hacia la Florida mantuvo un ritmo imparable durante el año fiscal 2006, cuando unas 6,000 personas llegaron o intentaron llegar por vía marítima desde la isla, según cifras oficiales.
Los 3,075 cubanos que lograron arribar a las costas surfloridanas y los 2,754 que fueron interceptados por el Servicio Guardacostas durante el período fiscal concluido el pasado 30 de septiembre, constituyen las estadísticas migratorias más elevadas desde la crisis de los balseros de 1994.
Aunque la avalancha de cubanos que tratan de emigrar ilegalmente a Estados Unidos ha sido una constante en la última década, acentuada por el alza de las operaciones de contrabando humano, los números registrados durante el 2005 y 2006 parecen apuntar a una vertiginosa escalada del fenómeno.
La muralla de control migratorio en el estrecho de la Florida se fortificó notablemente tras los atentados terroristas del 9/11 y las autoridades consiguieron una relativa contención de las entradas de embarcaciones desde el noroeste cubano a partir del 2002, pero las evidencias apuntan a un repunte de la estampida desde la isla.
Las autoridades estadounidenses aseguran que se trata de cifras controlables y que darán una batalla sin cuartel a los contrabandistas.
''Hasta ahora no existe preocupación'', declaró Víctor Colón, portavoz de la Patrulla Fronteriza. ``Continuaremos la vigilancia y el trabajo conjunto de todas las agencias para enfrentar al contrabando humano, que es la principal plataforma para los viajes ilegales y la muerte de personas inocentes''.
Sin embargo, la precariedad económica dentro de la isla y la permanencia de beneficios migratorios para los cubanos que alcanzan territorio estadounidense refuerzan una tendencia difícilmente reversible.
''Los cubanos van a seguir llegando por todas las vías para aprovechar el trato preferencial de una política migratoria que se mantiene congelada, sin cambios esenciales previsibles'', comentó anoche el sociólogo Ted Henken, profesor del Departamento de Estudios Hispanos en la Universidad de Nueva York (CUNY). ``No estamos ante un hecho sorprendente, sino rutinario''.
En virtud de los acuerdos migratorios de 1995, los cubanos que logran llegar a territorio estadounidense son admitidos bajo la polémica regulación de ''pies secos/pies mojados'' y pueden convertirse en residentes legales un año después. Los capturados en el mar son repatriados a la isla, exceptuando los casos de asilo político.
Pero no sólo los viajes --frustrados o exitosos-- hacia las costas de la Florida pueden tomarse como medida del incontenible éxodo cubano.
El trabajo coordinado de las agencias federales para el reforzamiento de la seguridad marítima ha impulsado a los cubanos a explorar nuevas rutas de fuga desde el sur de la isla hacia Centroamérica, o desde República Dominicana cruzando el Canal de la Mona rumbo a Puerto Rico.
A las cifras anteriores habría que añadir en el 2006:
• Más de 700 cubanos llegaron a Puerto Rico por vía marítima durante el pasado período fiscal. Otros 87 fueron capturados en la travesía y devueltos a República Dominicana, según datos de la Patrulla Fronteriza.
• Unos 1,000 cubanos indocumentados han sido detenidos en México, en su mayoría tras viajar en embarcaciones desde Cuba.
• 347 cubanos han viajado por mar a Honduras con el fin de llegar a México y buscar luego refugio en EEUU.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) no ofreció la cantidad de cubanos que cruzó la frontera mexicana en el recién concluido año fiscal, pero estimados extraoficiales fijan el número en más de 6,000. Durante el mismo período del 2005, la cifra fue de 7,610.
La creciente afluencia de cubanos coincide con ingentes esfuerzos del gobierno estadounidense por desestimular la inmigración ilegal y cerrarle el paso a las operaciones de tráfico humano.
El Departamento de Estado declinó comentar las estadísticas recientes y dijo que la política migratoria para los cubanos seguirá aplicándose de manera inalterable.
''Nuestra posición es y seguirá siendo la misma: respaldamos una emigración legal, segura y ordenada desde la isla'', dijo un funcionario de esa dependencia federal.
Las medidas anunciadas por Washington el pasado agosto incluyen incrementar hasta 7,500 el número de visas anuales destinadas a la reunificación familiar y privar del beneficio a las personas capturadas en un intento de entrada ilegal. Desde 1995, EEUU otorga anualmente unas 20,000 visas para inmigrantes cubanos.
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