JORGE EBRO
El Nuevo Herald
ROBERT LABERGE / Getty Images
KENDRY MORALES es recordado en su patria como un héroe y espera afianzarse en las Ligas Mayores.
Cuando los Angelinos de Los Angeles enviaron a Kendry Morales a la liga invernal de República Dominicana, sólo esperaban que el joven cubano acumulara más experiencia para la próxima temporada de Grandes Ligas.
Pero en apenas unas semanas, el antillano ha superado todas las expectativas del equipo al convertirse en el líder jonronero en el béisbol profesional quisqueyano con cinco cuadrangulares.
Morales disparó tres vuelacercas el martes por la noche para llevar a los Gigantes del Cibao a una victoria 13-3 sobre los Tigres del Licey y se ayudó a su causa personal, después de una campaña de constantes altibajos en la gran carpa.
El inicialista, que también pegó tres hits e impulsó cinco carreras en ese choque, debutó con los Angelinos en la recién finalizada campaña y tras un comienzo deslumbrante cayó su rendimiento al punto de ser enviado de vuelta a las Ligas Menores para pulir ciertos defectos.
Si en sus primeros cinco encuentros, Morales bateó para .409 con dos jonrones -uno de ellos en su debut el 23 de mayo- y seis remolcadas, a finales de julio su promedio ofensivo había disminuido a .238 y el equipo de Los Angeles lo devolvió al Salt Lake de Triple A.
Pero en las Ligas Menores, el inicialista -octavo cubano que juega con los Angelinos y el primero desde Luis Tiant en 1982- recuperó su tremendo paso ofensivo y terminó la temporada bateando para .320 con 12 jonrones y 52 impulsadas en 66 encuentros.
Ahora, su candente inicio de campaña en Dominicana ha sido una excelente noticia para Los Angeles, que firmaron al antillano por seis años y le ofrecieron un bono de $3 millones como parte de un contrato que podría llegar hasta los $10 millones en base al rendimiento del jugador.
Aunque todavía es un desconocido en el mundo de las Grandes Ligas, Morales alcanzó dimensiones de héroe en su país al quebrar seis récords para novato con el equipo Industriales -lo más parecido a los Yankees en la isla- en una única campaña que todavía hoy es recordada en Cuba.
Con el conjunto de la capital cubana, Morales conectó para .324 con 21 jonrones y 82 remolcadas en 90 juegos y fue nombrado el Novato del Año en el 2002.
Ese mismo año se convirtió en el primer pelotero de edad juvenil que integró el equipo nacional cubano, desde que el legendario Omar Linares lo hiciera a principios de la década de los 80 y en el 2003 pegó un grand slam para que la escudra antillana derrotara a Taiwán y conquistara la Copa Mundial.
Su ascenso en el sistema de granja de los Angelinos fue rápido y sostenido al ser nombrado el mejor séptimo prospecto de la organización en el 2005 y el mejor séptimo de todas las Mayores en el 2006 por la prestigiosa publicación especializada Baseball America.
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