Publicado el 01-27-2007
Por Luis de la Paz
Diario Las Américas
El actor, productor y creador del grupo Havanafama en un hombre conversador, sabe lo que quiere y avanza por el camino trazado. Dice que su principal pasión es el teatro y desde niño, en su Caibarién natal, en Cuba, comenzó su larga y exitosa carrera. Con él hablamos de ese amor apasionado por el teatro.
1—¿Cómo se vincula con el teatro?
—Vengo de una familia de tías y primos muy vinculados al arte y al teatro. En la actualidad mi prima Adela Prado es una de las instructoras más reconocidas en el Instituto Superior de Arte (ISA) y está muy relacionada con El Público, uno de los grupos de teatro más interesantes que hay en la isla. De manera que comienzo desde muy niño. Siendo muy chico gané una beca para estudiar teatro, pero como estaba en primaria mi padre no me dejó ir a La Habana. Años después se hizo otra convocatoria y soy elegido de nuevo entre los participantes y en esa ocasión sí me traslado a la capital. Allí viví, estudié teatro y tuve la suerte de tener una de las mejores profesoras que ha habido en Cuba, Elvira Cervera. Luego, en 1980 me voy de Cuba durante el éxodo del Mariel, algo que fue un gran golpe emocional, pues llego sin familia y dejando en Cuba a mi hijo que era muy pequeño. Las cosas en Cuba se me estaban poniendo muy difíciles, yo estaba joven y decía lo que pensaba y eso me estaba causando serios problemas, incluso en mi carrera como actor.
2.—¿Cómo surge Havanafama?
—Havanafama comenzó como un divertimento, de una manera casual. Todos los años un grupo de cubanos residente en Los Angeles [California] hacíamos una fiesta el 31 de diciembre. Alguien propuso organizar un espectáculo con cantantes, bailarines, pedacitos de sketches que escribía el dramaturgo Raúl de Cárdenas. Se preparó un programa para la ocasión, pero cuando todo estaba casi listo se canceló el local. Como lo teníamos montado, lo hicimos en casa de un amigo y fue muy bien acogido. Más tarde lo presentamos en un restaurante y fue la prensa local la que nos fue dando un nombre, y un sitial, pues escribían muy favorablemente sobre lo que estaban haciendo los cubanos. Eso nos fue poniendo en un compromiso con el público. De manera que me inicio como director con esa revista artística y luego hago Las muchachitas de la sagüesera de Raúl de Cárdenas, alguien propuso el nombre de Havanafama y se quedó.
3—Havanafama ha llevado a escena varias obras de Raúl de Cárdenas. Háblenos un poco más de la relación con ese autor y su dramaturgia.
—He producido y dirigido El barrio de Colón, Se van las Capotes, Sucedió en La Habana (que en algún momento pondré aquí) y la ya mencionada Las muchachitas de la sagüesera. Raúl es un gran amigo, al que le tengo un tremendo cariño. Es como mi hermano... pero lo respeto como escritor, porque ceo que a través de su teatro costumbrista, Raúl rescata una forma de hacer teatro que de pronto parecía que empezaba a diluirse un poco. Es interesante como rescata ese estilo sin caer en la nostalgia. De hecho hay quienes nos dicen que ponemos muchas obras de Raúl de Cárdenas, y es cierto, pero Raúl ha sido como un angelito para Havanafama, porque cada vez que ponemos una obra suya hemos tenido mucho éxito. Las muchachitas... fue todo un acontecimiento en Los Angeles, y con esa obra se presentó por primera vez teatro en español en Las Vegas. Además, gracias a esa pieza se me acerca el productor venezolano Luis Medina y me propone hacer un programa radial, Historia de una canción, que se hacía en Miami. El programa se transmitía en todo los Estados Unidos y fue nominado para un Billboard Award. Ahora, aquí en Miami la tenemos en cartelera hace cuatro meses. Si todo eso pasa es porque el teatro de Raúl de Cárdenas funciona. Desde luego no estamos casados con Raúl. Hace poco tuvimos El último boleto de Cristina Rebull. Pero sí me gusta mucho el teatro de Raúl de Cárdenas.
4—Recientemente Havanafama se trasladó a Miami y ha alcanzado un sitial destacado en poco tiempo. ¿Por qué dejaron California y cómo han logrado penetrar el mercado y público de Miami?
—Llevamos en Miami dos años y en realidad nos ha ido muy bien. Las razones por las que vine para Miami son, en parte, por problemas de salud, pues comencé a padecer una alergia muy fuerte a la polución que hay en Los Angeles. La otra razón es que me vi mucho tiempo lejos del mar. Ahora vivo en la playa y estoy junto al mar casi todo el tiempo de mi vida. Havanafama se ha consolidado en Miami por las obras que presentamos y porque trabajamos mucho. Yo estoy contento con lo logrado y cada día trato de superarme a mí mismo, quiero que cada espectáculo que haga sea mejor que el anterior. Ahora tenemos nuestro propio espacio, Havanafama Teatro Estudio en el 1165 SW 6 Calle y eso es algo muy importante, pues nos permite hacer lo que queremos, así como darle oportunidad a otras compañías e instituciones como el Instituto Cultural René Ariza (ICRA) para que hagan cosas en nuestra casa. Ahora bien, hay diferencia entre Los Angeles y Miami, aquí todo me ha sido más fácil. Yo he logrado en apenas dos años lo que en California me costó cinco. Desde luego no hay que olvidar la experiencia pasada. He llegado a Miami con la experiencia de 23 años haciendo teatro en una ciudad donde la comunidad cubana es muy poca y con necesidades sociales diferentes. Miami es una ciudad más controlable y más interesada en el teatro que Los Angeles. Tengo la percepción de que en Miami el latino está más interesado en el espectáculo.
5—Cómo surgen los festivales de monólogo y háblenos del que está por iniciarse en febrero.
—Nosotros tuvimos un teatrico en Los Angeles donde presentábamos Noche bohemia. El público acudía con poemas, canciones y fragmentos de obras y se presentaban de una manera espontánea. Allí surgió la idea de hacer los festivales de monólogos. Era, como lo sigue siendo, un festival que no es competitivo, ni hace una preselección de los textos. Cada cual presenta su propuesta y ofrece su monólogo, desde luego, sabemos que eso tiene sus ventajas y sus desventajas, hay diferentes niveles, pero creo que eso también ayuda a diversificar el festival. Ahora comenzaremos en febrero con el VI Festival. Tenemos ya unos 20 actores y este año lo hemos hecho más organizado. Paralelamente tendremos dos talleres para los actores y para todo aquel que quiera participar a un precio muy módico. Posteriormente presentaremos Jinetera obra de Manuel Lorenzo Abdala, es un proyecto suyo que viene a nuestra casa. También haremos La cenicienta en Hialeah de Roberto Antínoo. En realidad buscamos ofrecer teatro para todos los públicos. Havanafama sigue adelante. Yo no vivo del teatro, pero el teatro me da vida, me da ganas de levantarme temprano y hacer teatro. El teatro me ha dado muchas alegrías y personalmente he hecho todo lo que he querido hacer.
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