Posted on Fri, Feb. 16, 2007
PABLO BACHELET
The Miami Herald
Temiendo la posibilidad de un éxodo masivo de cubanos, el Departamento de Defensa planea invertir $18 millones para preparar parte de la Base naval de Guantánamo para albergar a emigrantes interceptados, según informaron funcionarios de Estados Unidos.
Estos añaden que la instalación se necesita porque los sospechosos de terroristas ya ocupan espacio en la base, utilizada en emergencias anteriores para albergar a grandes números de emigrantes interceptados, y anotan que su propósito es alojar a personas de cualquier nación del Caribe que intenten entrar a EEUU ilegalmente, no sólo cubanos.
Pero privadamente, los funcionarios familiarizados con el asunto dicen que la enfermedad de Fidel Castro y su traspaso del poder a su hermano Raúl el verano pasado les impartió una nueva urgencia a los planes de manejar un éxodo masivo. El gobierno solicitó discretamente los fondos hace un mes y el Congreso los aprobó, según supo el Miami Herald.
Los funcionarios dicen que no hay indicios de que se esté gestando una nueva crisis migratoria en Cuba, pero admiten que pronosticarla puede ser difícil. El éxodo de El Mariel, en el que 125,000 cubanos llegaron a la Florida, empezó cuando un grupo de cubanos trató de entrar forzosamente a la embajada peruana en La Habana y eso finalmente se convirtió en un éxodo masivo.
La iniciativa de $18 millones es parte de un esfuerzo más amplio del gobierno de EEUU por prepararse para las distintas posibilidades en una Cuba poscastrista. El gobierno de EEUU no quiere decir cuántas personas cree que podrían tratar de huir de Cuba o incluso si eso ocurriría en lo absoluto, pero un experto advirtió que el número que quizá trataría de hacerlo en caso que Castro muera podría ascender a 500,000.
Altos funcionarios del gabinete de George W. Bush se han reunido por lo menos dos veces desde diciembre para revisar los planes de contingencia en cuanto a Cuba, y el 7 y 8 de marzo el Departamento de Seguridad Territorial realizará un ejercicio en el sur de la Florida con el Servicio Guardacostas y docenas de agencias federales, estatales y locales que se concentrarían en impedir que personas con botes de EEUU recojan a inmigrantes ilegales.
La Base Naval de Guantánamo, en el extremo oriental de Cuba, aparentemente se usaría como albergue de último recurso si el volumen de personas interceptadas en el mar llegara a abrumar la actual política estadounidense de ``pies secos/pies mojados''.
Según esa política, a los cubanos que llegan a territorio de EEUU se les permite quedarse. A los interceptados en el mar se les entrevista a bordo de barcos del Servicio Guardacostas, y en su mayoría son repatriados a Cuba. Si en algunos casos se concluye que un interceptado sería víctima de persecución si se le devuelve a Cuba, se le puede llevar a Guantánamo para someterlo a más interrogatorios mientras los funcionarios de EEUU gestionan ayudarlo a reubicarse en otro país.
Los funcionarios se han negado a decir si la política de pies secos/pies mojados habría de cambiar en caso de otro éxodo masivo, ya que anunciar eso podría instar a muchos cubanos a irse ahora.
Durante años, los emigrantes capturados en intensificaciones de esos éxodos han ido a parar a campamentos de tiendas en Guantánamo en una elevación frente a la costa llamada Radio Range, en la zona de barlovento de la base.
Durante el pináculo de la última crisis migratoria en 1994, la base estuvo atestada con más de 32,000 cubanos y 21,000 haitianos viviendo en tiendas de campaña.
La mayoría de los cubanos después fueron a parar a Estados Unidos, y la mayoría de los haitianos fueron devueltos a su país.
En los últimos tiempos, el Pentágono ha construido un amplio centro de detención e interrogatorio donde antes estuvieron esos campamentos, limitando así el espacio en el que podrían albergarse los refugiados.
De modo que ahora el plan es de ubicarlos del lado de sotavento, más reducido, que tiene una pista aérea pero no muelles para barcos grandes.
''La capacidad de procesar inmigrantes en Guantánamo es parte integral de nuestros planes para garantizar que no pueda haber ningún intento de migración masiva en el Caribe'', dijo un funcionario del gobierno que, como otros entrevistados para esta historia, declinó ser identificado, porque Cuba es un tema delicado. El funcionario agregó que la nueva instalación ``es parte de una prudente planificación de contingencia''.
''Estados Unidos ha establecido formas para la migración segura, ordenada y legal desde los diversos países del Caribe'', añadió. ``Cualquier intento por mandar gente a Estados Unidos por medios poco seguros e ilegales va a fracasar y sólo va a poner en peligro vidas inocentes''.
El Pentágono ya ha solicitado licitaciones para construir la nueva instalación. Los $18 millones pagarían obras como nivelación del terreno, infraestructura de alcantarillas y red eléctrica, baños, comedores y oficinas administrativas para procesar las solicitudes de asilo.
Inicialmente, la instalación estaría diseñada para alojar a unos 10,000 inmigrantes, según dijeron los funcionarios aunque, de ser necesario, rápidamente se pudieran acomodar más.
Andy Gómez, del Instituto para Estudios Cubanos y Cubano-Americanos de la Universidad de Miami, dice que varias investigaciones muestran que muchos jóvenes cubanos están ansiosos por abandonar la isla.
''Si las condiciones económicas no mejoran, hay fuertes posibilidades de que hasta 500,000 cubanos vayan a querer salir de Cuba en todas direcciones'', dijo. ``La otra posibilidad es que un gran número de cubanos se dirija a la base naval de Guantánamo o a las embajadas extranjeras en La Habana.
''Pero los países latinoamericanos pudieran estar renuentes a aceptar gran número de inmigrantes cubanos'', añadió.
Mientras tanto, la Guardia Costera está terminando planes para un ejercicio en el que participarán docenas de barcos el mes que viene.
El Contraalmirante David Kunkel, jefe del Distrito Sur Este de la Guardia Costera, está a cargo de coordinar los esfuerzos de interdicción que llevará a cabo un amplio número de agencias, que comprenden desde la Marina de EEUU hasta el Departamento de Policía de Miami-Dade.
''Nos preocuparía que fueran a salir embarcaciones del sur de la Florida. Potencialmente, esto magnificaría el problema'', dijo Jim Watson, jefe de despacho del Distrito Sureste.
Señaló que las autoridades han desarrollado ''elementos disuasivos'' que se van a poner a prueba en el ejercicio.
''Nuestro objetivo es cero migración ilegal en el sur de la Florida'', afirmó.
No se pudo contactar a los representantes republicanos por Miami Lincoln y Mario Díaz-Balart, que han sido informados sobre los preparativos, para que comentaran.
La redactora del Miami Herald Carol Rosenberg contribuyó a este reportaje.
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