ARTURO ARIAS-POLO
El Nuevo Herald
Mirtha Medina - Pedro Portal / EL NUEVO HERALD
No se trata de un estreno más en la carrera de Mirtha Medina. Su presentación de este sábado en las tablas del Artime como figura central del espectáculo Todas las Mirthas representa de algún modo su regreso a la vida.
''Tendré la oportunidad de hacer todo lo que me gusta. Cantaré, bailaré y haré monólogos'', anuncia la popular intérprete, ``Así podré agradecer al público todo el cariño que me demostró durante mi gravedad. Por suerte, ya todo pasó''.
Quien la escucha, jamás pudiera imaginarse que hace apenas unos meses puso su vida en peligro. En su afán de complacer a sus fanáticos y perpetuar su imagen juvenil, la artista cubana se embarcó en una aventura peligrosa con sorprendente final feliz.
Sin entrar en detalles, Mirtha cuenta que el pasado noviembre se sometió a una liposucción para redistribuir la grasa de su vientre entre las caderas, los senos y los glúteos. Como ''quería salir de todo al mismo tiempo'', también quiso ''refrescarse'' el mentón y la papada. ``Toda mi vida he estado pendiente de mi físico, pero me descuidé y subí unas libritas. Esto me deprimió, quise ponerle freno y opté por una solución tajante''.
La idea no contó con la aprobación de los especialistas de Miami por el lógico temor a las consecuencias clínicas y legales. Sin embargo, Mirtha persistió en su empeño y cayó en manos de un ''carnicero'' de Medellín con disfraz de cirujano cuyo nombre evita mencionar.
''¿Para qué? No quiero hacerle propaganda. Además, no hay forma de entablar una demanda desde este país,'' dijo la actriz y cantante. ``Sólo quiero advertirle a quienes piensen someterse a una operación parecida que se documenten más antes de dar ese paso''.
Medina recuerda como su estado de salud se fue deteriorando durante 21 días consecutivos. Padecía de fatigas, se le dificultaba caminar y hasta su piel cambió de color; y como el galeno paisa no podía controlar la situación, la sometió a una sobredosis de antibióticos que empeoraron su mal. Mirtha regresó desconsolada y sin un remedio efectivo. ''¡Se nos muere la Medina...!'', corrió una voz entre sus incondicionales de Miami, Nueva York, La Habana y Madrid. Acto seguido, se armó una cadena de oraciones en las cuatro ciudades, se celebraron misas en la Ermita de la Caridad y hasta una procesión de osados habaneros acudió portando una foto de su diva hasta la Iglesia de Las Mercedes.
En medio del funesto panorama apareció el Dr. Rodolfo Binker, cirujano con más de tres décadas de experiencia a quien Mirtha considera su ``ángel salvador''.
''Salió viva de puro milagro'', comenta Binker, cuya labor la divide entre los hospitales Larkins, Metropolitan y Palm Springs. ``Cuando llegó a mi consulta su piel se había quedado sin oxígeno, estaba necrosada. Tuve que retirarle las suturas y combatir la infección. Pienso que fue una imprudencia someterse a tantas operaciones
a la vez''.
La recuperación duró cerca de un mes. Tiempo suficiente para que Mirtha acopiara fuerzas y se pusiera a trabajar para la gala del sábado.
``Será un espectáculo glamoroso donde reviviré mi faceta de vedette. Cantaré fragmentos de My Fair Lady, Cabaret y repasaré mis éxitos. Los invitados son mi hijo Guianko, Rashel Díaz y su cuerpo de baile con las coreografías de Thaimí Olivera''.
La intérprete portará diseños del colombiano Carlos Mario Miranda. Un artífice capaz de complacer de manera simultánea los caprichos de Miss Canadá, Miss Uruguay y las exigencias de su clienta. ''Traté de reflejar la esencia de Mirtha en todos los conjuntos que llevará en la escena'', explica el modisto desde Bogotá, ``Cuando la conocí, me di cuenta que estaba ante una gran artista. Por eso me propuse realzar su imagen con plumas y brillantes''.
Otros atractivos de la noche serán los paneles escenográficos con fotos de la Mirtha cubierta por ligerísimas ropas; pero antes, se lanzará S.Q.S. 2007, su álbum más reciente, con temas de Meme Solís, las Diego y Pedrito Román.
En cuanto caiga el telón de Todas las Mirthas, la intérprete de Caricias partirá hacia México para presentarse en el centro nocturno del humorista Gilberto Gless, como parte de una gira organizada por Amanda Miguel. Luego seguirá rumbo a Los Angeles, New York y San Juan.
¿No se agota? ''Nunca'', dice resuelta, ``¡Me quedan tantos sueños por cumplir! Ya le he dicho a mis hijos que yo moriré en el escenario..., ¡o en un salón de operaciones!''.•
aarias-polo@herald.com
'Todas las Mirthas', Teatro Manuel Artime, 900 SW 1 St. Sábado 26 a las 8 p.m. Reservaciones (786) 228-8934, (305) 244-6296..
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