JAY WEAVER y CAMMY CLARK
The Miami Herald / CAYO HUESO
Gus Domínguez
Cuando el agente de las Grandes Ligas Gustavo (''Gus'') Domínguez se presentó ayer en una corte federal para escuchar su sentencia, tenía de su parte a una de las más grandes leyendas del béisbol: el lanzador Sandy Koufax, miembro del Salón de la Fama.
La petición de clemencia que hizo Koufax, de 71 años, junto a un grupo de peloteros activos y retirados, tal vez ayudó a Domínguez el día de su sentencia tras haber sido acusado de contrabando de extranjeros.
El juez de distrito K. Michael Moore sentenció a Domínguez a cinco años de cárcel, la pena mínima obligatoria en estos casos.
Si bien Domínguez pudo haber recibido una condena de hasta 20 años de prisión, la sentencia representa un duro golpe para un agente que se ha codeado en su vida con lo más selecto del béisbol de las Grandes Ligas.
Domínguez, de pelo canoso y vestido con un traje oscuro, debió contener sus lágrimas y le costó trabajo hablar en una corte federal en Cayo Hueso.
''Espero que la corte tenga en cuenta que nunca en toda mi vida he quebrantado la ley'', declaró Domínguez, de 48 años.
Domínguez deberá entregarse el próximo 7 de septiembre a las autoridades federales en California. Debido al pobre estado financiero en que se halla no tendrá que pagar la alta multa de $250,000 que en un principio se solicitó.
Su abogado, Ben Kuehne, también le pidió al juez que lo colocara en un programa de rehabilitación de alcohol, ya que en la actualidad padece de alcoholismo por culpa de sus problemas legales.
La lucrativa carrera como agente de California en busca de peloteros cubanos y otros jugadores de Domínguez se vino abajo cuando fue condenado en abril por 21 cargos de contrabandear extranjeros procedentes de Cuba, donde nació. Los fiscales acusaron a Domínguez de financiar dos viajes en embarcaciones rápidas a través del Estrecho de la Florida; el primero fue interceptado en julio del 2004, pero el segundo llegó al mes siguiente a Big Pine con cinco peloteros cubanos a bordo.
La carta de Koufax fue una entre las docenas escritas para el día de la sentencia por familiares, amigos y colegas de la industria deportiva de Domínguez. Koufax y los demás lo elogiaron como un hombre que escapó de Cuba con su familia después de la toma del poder por Fidel Castro, y que logró construir una vida ejemplar en EEUU.
Koufax, un serpentinero zurdo sensacional que fue tres veces ganador del premio Cy Young cuando lanzaba con los Dodgers de Brooklyn primero y luego con Los Angeles en las décadas del 50 y el 60, conoció a Domínguez a través de amigos en un campo de entrenamiento en Vero Beach.
''Siempre he considerado a Gus una persona de carácter fuerte y de altos principios morales'', escribió Koufax. ``Gus tiene un profundo amor por su cultura y hace lo mejor para servir como un modelo para los jugadores que representa, sobre todo, peloteros de América Latina''.
El equipo de abogados defensores de Domínguez dijo que el agente le pidió a su viejo amigo que viajara desde el sur de California para que estuviera a su lado el día de la sentencia, pero que Koufax no pudo hacer el viaje.
El mítico lanzador --que quedó en el puesto 26 de los '100 Jugadores de Béisbol Más Grandes de Todos los Tiempos' por The Sporting News-- envió la carta al no poder acudir en persona.
Antes de ser sentenciado, Domínguez besó a su esposa y también a su hija. Luego, puso la mano en el hombro de su hijo, y caminó hacia el estrado de los acusados. Después de escuchar la sentencia, su esposa abandonó el tribunal llorando.
jweaver@MiamiHerald.com
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