GERARDO REYES / El Nuevo Herald
Cancún
Después de 27 días perdidos en el Mar Caribe con un brújula que tenía un error de 30 grados y a punto de morir de inanición, los balseros cubanos Angel Ricardo Zamora Domínguez y su esposa Helen pensaron que la libertad los esperaba en México.
Tuvieron más razones para creerlo cuando sus familiares en California pagaron $11,000 a un abogado mexicano que se comprometió a sacarlos en cuestión de días de una estación de Inmigración en el estado de Chiapas, a donde fueron enviados a mediados de julio después que los interceptaron en alta mar.
Pero todo salió mal...
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