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Fernando Pérez, jugador cubano de los Rays de Tampa Bay - Foto: AFP
Muy pocas veces se ha visto en los últimos años a un pelotero de Cuba en la final de las Grandes Ligas, desde que el actual gobierno de la isla prohibió el profesionalismo en el deporte.
Los privilegiados en esta ocasión son el jardinero Fernando Pérez y el receptor Michel Hernández, ambos vistiendo el uniforme de los sorprendentes Rays de Tampa Bay, que visitan ahora a los Filis de Filadelfia con la Serie igualada 1-1.
"Estar en una Serie Mundial en tan poco tiempo, es algo impensable e increíble, por eso me siento tan emocionado", señaló Pérez, quien está en el equipo desde principios de septiembre.
Por su parte, el sueño de Hernández, quien solamente es más viejo que Pérez en el equipo por unos días, parecía un poco menos realizable que el de su compatriota pues primero tenía que dar el difícil paso de abandonar a los suyos.
No importa que hayan nacido en Estados Unidos o en Cuba, pues según dijeron a la AFP la 'cubanía' la llevan por dentro.
Pérez nació hace 25 años en Elizabeth, Nueva Jersey, hijo de Fernando y Sira, dos cubanos que dejaron la isla en 1962, y a pesar de haberse instalado en el norte del país le enseñaron a su hijo sus costumbres.
"Fernandito se ha criado como un cubano más", señaló un orgulloso padre que junto a su esposa disfrutan en vivo de la Serie Mundial invitados por Pérez.
"Desde pequeño, en la calle era una cosa y en la casa otra, por eso habla tan fluido el español y le encanta el arroz con fríjoles negros y la carne de puerco", afirmó Sira después del partido que ganaron el jueves para empatar la Serie.
Por su parte, Hernández, a quien la mamá de Pérez espera con ansias conocer en esta Serie Mundial, abandonó un equipo de Industriales que viajó a México en 1996, para posteriormente, en 1998, entrar a los Estados Unidos.
Hernández, quien llevaba ya siete años en las Ligas Menores, nació en La Habana hace 30 primaveras y luego de varias Series Nacionales en la isla decidió jugar profesionalmente ya que se sentía estancado.
"La diferencia es abismal entre aquí y allá, tanto en condiciones como en calidad. No se puede comparar", señaló Hernández abriendo expresivamente sus ojos para comparar el béisbol de Estados Unidos y el de la isla.
Por supuesto, ambos quieren ganar, pero el hecho de estar solamente en el Clásico de Octubre ya es para ellos una victoria en su carrera.
"Hay muchos jugadores con mucho años en las Mayores y nunca han jugado una Serie Mundial, y nosotros en solamente un par de meses ya estamos en ella y quién sabe si podemos ponernos el anillo", apuntó Hernández.
Pérez, que piensa jugar ahora en la temporada de Venezuela, prefiere la literatura, mientras que Hernández, que desea descansar en el receso entre campañas, si inclina por el cine.
La última vez que dos cubanos vistieron el mismo uniforme en una Serie Mundial fue en el 2005, cuando con excelentes campañas los lanzadores Orlando 'El Duque' Hernández y José Contreras guiaron a los Medias Blancas de Chicago a ganar la Serie por barrida frente a los Astros de Houston.
Filadelfia
Con AFP
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