Diario Las Americas
MIAMI (EFE).
Dos hispanos fueron condenados a penas de cárcel por intento de contrabando en 2007 de 35 cubanos indocumentados a Estados Unidos, operación en la que murió uno de los inmigrantes, informó hoy la Fiscalía Federal del distrito sur de Florida.
Daniel Hurley, juez encargado del caso, sentenció a Aurelio Sánchez-Ortega, de 20 años, a seis años y tres meses de cárcel, y a Julio Navarro-Lliteras, de 36, a un año y siete meses de prisión, ambos por su “participación en una operación de trafico de extranjeros” que condujo a la muerte de un inmigrante. Sánchez-Ortega y Navarro-Lliteras, ambos de origen cubano, se declararon culpables en abril pasado de los cargos que se les imputaban.
El primero de ellos reconoció que era el capitán de la embarcación de diez metros de eslora que trajo a las costas de Palm Beach (norte de Miami) al grupo de cubanos (entre estos 12 mujeres) el 15 de noviembre de 2007. Uno de los inmigrantes indocumentados se ahogó al intentar alcanzar la orilla a nado.
Navarro-Lliteras, de acuerdo con los documentos consignados, “asistió al primero en su intento fallido de traficar con inmigrantes”.
Según los convenios suscritos entre La Habana y Washington, los cubanos que son interceptados en el mar, aunque sea a pocos metros de la orilla, deben ser repatriados. Sin embargo, de acuerdo con una ley de EE.UU., aquellos que logran pisar tierra pueden permanecer en este
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