Por Jesús Hernández
DIARIO LAS AMERICAS
Fuga, tinta y óleo sobre papel (2001).
Consistencia, singularidad y objetividad son particularidades que distinguen la obra pictórica de Humberto Castro. Tres componentes que tenemos la oportunidad de admirar en la galería Cremata estos días. Muestra que apuesta precisamente por una retrospectiva que suma sus últimos 20 años de trabajo en el dibujo.
Humberto afirma que el dibujo ha sido muy importante en su carrera. “Fue incluso mi primer vehículo expositor”, recordaba. “Allá en La Habana cuando me gradué de la escuela de San Alejandro”. Primer vehículo al que sumaría pinturas, grabados y cerámicas, así como representaciones e instalaciones. Quehacer que le distinguió dentro de la llamada Generación de los años1980. Grupo de artistas que generaba entonces las nuevas tendencias de la plástica cubana.
“Con el dibujo experimento y busco las nuevas etapas”, comentaba el creador Revolution, Evolution y Metamorphosis . “Mi obra tiene un sentido lineal, pero está diferenciada por etapas bien marcadas”, agregaba. Etapas que son dadas por la temática y el tratamiento de la figuración...
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