El Pais.com
CARLES GELI 29/05/2010
Nijinsky, en Nueva York, entre 1910-1912, leyendo una partitura; más arriba, el delgado Virgilio Piñera, casi fuera de cuadro por efecto del corpulento Alejo Carpentier; a la derecha, un dibujo de José Martí y, en el centro, sus padres, en otro añejo marco. Son fotografías que Abilio Estévez (La Habana, 1954) contempla en la pared de la sala en la que escribe, obrador de donde acaba de salir El bailarín ruso de Montecarlo (Tusquets), cuarta novela tras la aclamada trilogía encabezada por Tuyo es el reino (1999). La historia del experto en el libertador José Martí de visita a España para una conferencia y que arrastra (uno de los hallazgos del relato) la imagen recurrente en sus recuerdos de un amigo bailarín ensayando en un hotel desvencijado está llamada a señalar un recodo en el camino literario del autor cubano...
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