El Nuevo Herald
POR SARAH MORENO
En Oregon, en medio de un valle donde hay pocos latinos y casi ningún cubano, un camino empedrado derivado de la carretera 22 lleva a una casa de estuco flanqueada por las banderas de Cuba y Estados Unidos, con el paisaje de la ciudad de Salem al fondo.
Allí, en 21 acres de terreno fértil para el cultivo de la uva, el neurocirujano cubanoamericano Mauricio Collada Jr. ha recreado un pedazo de su isla natal en Cubanísimo Vineyards, unos viñedos que dan un Pinot Noir perfecto para acompañar platos como el lechón asado y la paella.
En el patio sembrado de palmas, se baila salsa, y en el salón de degustación no sólo se habla del sabor y elaboración de los vinos, sino que se discute la historia y el presente de Cuba...
Allí, en 21 acres de terreno fértil para el cultivo de la uva, el neurocirujano cubanoamericano Mauricio Collada Jr. ha recreado un pedazo de su isla natal en Cubanísimo Vineyards, unos viñedos que dan un Pinot Noir perfecto para acompañar platos como el lechón asado y la paella.
En el patio sembrado de palmas, se baila salsa, y en el salón de degustación no sólo se habla del sabor y elaboración de los vinos, sino que se discute la historia y el presente de Cuba...
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