Por Luis de la Paz
Diario Las Américas
Publicado el 28 de julio del 2012
Hombre de hablar pausado, con una sólida visión sobre el arte y con un abarcador proyecto personal, Rafael López Ramos (Cabaiguán, 1962), es uno de los artistas plásticos cubanos más interesantes de la llamada “generación del 80”, donde personalmente se ubica. Graduado de San Alejandro, ha resido en Venezuela y Canadá, donde escribió la novela Paranoia con pachanga (2001). Establecido en Miami, mantiene una activa vida creativa, con exposiciones frecuentes.
1.–En estos momentos tienes una muestra personal en Nueva York. Son piezas fuertes, provocadoras e irreverentes. Háblanos de la esencia de esta exhibición.
—La exposición estará hasta el 1ro. de septiembre en 17 Frost Art Space, reúne una selección de piezas de la serie Wonderland que dialoga con aspectos de la realidad social en que vivo hoy, algo que no hacía de modo tan consciente desde finales de los años 80 y mediados de los 90 en Cuba, cuando mi obra reflexionó con fuerza sobre la situación socio-política de la Isla. Este regreso al discurso crítico de los 80, caracterizado por su ironía, responde a eventos recientes como la caída de la industria financiera y sus secuelas en la macro economía de los Estados Unidos y Europa. Wonderland teje una compleja metáfora a partir de la sexualidad, la imagen de la mujer y su recurrencia y abuso en la publicidad comercial, y emplea la pornografía, comúnmente considerada obscena, para provocar una reflexión en torno a la obscenidad cotidiana y visible en los contextos político y económico de las sociedades desarrolladas, dirigidas por élites cada vez más irrespetuosas de la ética y la responsabilidad que supone tal posición de liderazgo. La crisis económica vista como la punta del iceberg que oculta males mayores, no tan evidentes. Esto plasmado en pinturas sobre lienzo, más un grupo de banners sobre vinilo para empapelar paredes con su típico estampado, que sirve de soporte a The Wonder Banners Suite, en estas contrapongo la función anunciadora del banner con la intención reflexiva del arte. Finalmente en The POLIsexyGONS suite recurro a la forma geométrica del polígono, ya explorado por Frank Stella en su forma abstracta pura, pero lo uso como soporte rígido de madera sobre el cual dispongo objetos y collages que conversan irónicamente con elementos de la abstracción geométrica o del expresionismo abstracto. En este momento desarrollo otra nueva suite en la que experimento con imágenes digitales impresas, especie de collage digital que aglomera elementos en múltiples superposiciones, creando densas capas de sentido similares a un palimpsesto.
Tomado de: Diario Las Américas
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