Bailarines cubanos desertores debutan en Miami

ARTURO ARIAS-POLO
AARIAS-POLO@ELNUEVOHERALD

El esperado debut del grupo de jóvenes bailarines cubanos que llegó a Miami en marzo tras desertar de una gira que realizaba el Ballet Nacional de Cuba por México se producirá el sábado 25 en una gala del Ballet Clásico Cubano de Miami en el Fillmore Miami Beach at Jackie Gleason Theater.

Ania Ruiz Díaz, Víctor Santana, Randy Crespo, Arianni Martin, Edward Morgado y Josué Justice interpretarán un programa de concierto que incluye pas de deux de El corsario, La bayadera, Arlequinada, Diana y Acteón, entre otras piezas del repertorio clásico mundial.

Las edades de los jóvenes oscilan entre los 20 y 24 años. Desde principios de abril el grupo se sometió a un riguroso entrenamiento en el Centro Cultural Hispano de las Artes de Miami, más conocido como “la casa blanca del ballet”, bajo supervisión de Pedro Pablo Peña, director del Ballet Clásico Cubano de Miami, del Festival Internacional de Ballet de Miami y del centro cultural, y además del profesor colombiano Eriberto Jiménez.

“Los muchachos están trabajando como nadie se imagina. Aunque son buenos bailarines y vienen muy bien entrenados, su sentido de la disciplina y sus tremendos deseos de bailar los obligan a esforzarse mucho más”, expresó Peña a El Nuevo Herald, quien destacó que la función del sábado será un acontecimiento cultural “muy importante” porque reunirá por primera vez en Miami a varias generaciones de bailarines cubanos.

“El público tendrá la oportunidad de apreciar la técnica y el estilo de Alihaydeé Carreño, que viajará desde República Dominicana para hacer pareja con Raydel Cáceres, que viene de Los Angeles”, añadió el director, quien anunció las actuaciones de Arionel Vargas, primer bailarín del English National Ballet, que cerrará la noche con el pas de deux de La bella durmiente acompañado por su esposa, la brasileña Roberta Márquez, primera bailarina de The Royal Ballet de Inglaterra.

“No creo que a este grupo les espere ‘un futuro negro’ en su nueva etapa en el exilio, tal como vaticinan algunos profesores de ballet que viven en Cuba, sino todo lo contrario”, precisó Peña en alusión al grupo de jóvenes debutantes. “El hecho de hacer su primera presentación en libertad frente a un público conocedor de ballet y en un país que les ofrece un sinfín de posibilidades para que sigan desarrollándose como artistas ya es un buen comienzo”.

Tomado de: El Nuevo Herald

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