By JOSE ANTONIO EVORA
El Nuevo Herald
Paquito D'Rivera levantó el teléfono: era la voz de su madre. ''Quiero que vengas a conocer unas amiguitas mías que cantan'', le oyó decir.
''Me ericé'', cuenta él ahora, pues lo primero que le vino a la mente fue la imagen de unas muchachitas con sayitas cortas y otro tanto de voces, ansiosas por buscarse un padrino en el medio. ''Pero en cuanto mi mamá me dijo que iba a hacer frijoles negros'', confiesa, "no pude negarme''.
Al llegar a la casa le saludaron dos señoras mayores, una con guitarra y la otra con maracas.
''¿Cuándo vienen tus amiguitas?'', le preguntó él a la madre. ''Son ellas'', fue la respuesta.
Se llaman Trinidad y Nerza, las octogenarias Hermanas Márquez, guaracheras cubanas llegadas a Nueva York hace 55 años, en 1951, para presentarse --junto a una tercera hermana, Olga, ya fallecida-- en el Palladium de Broadway, Las Vegas y Atlantic City, después de haber compartido escenarios en La Habana con Celia Cruz, Josephine Baker y Los Chavales de España. Desde entonces han seguido cultivando en Estados Unidos la guaracha con el mismo sabor que tenía en la isla en los años 40. Al escucharlas, Paquito se impresionó tanto que las invitó a cantar con él y a hacer un disco y un DVD juntos.
''Son dos semillas cubanas que han seguido flotando sobre la nieve'', dice el músico cubano desde su casa en Nueva Jersey.
Ahora podremos verlas a ellas y a él, y además a Albita, en el espectáculo Paquito D'Rivera se encuentra con las Hermanas Márquez, que presenta mañana viernes el teatro Jackie Gleason, de Miami Beach.
Fueron Albita y un grupo de amigos, entre ellos Angel Salvatore, propietario de la revista House King, y Cristina Serralta, de Amazon Printers, quienes llamaron a Paquito para proponerle traer el espectáculo al sur de la Florida. Lo hicieron después de ver el DVD del show, que Waldo Fernández, de Marakka 2000, le recomendó a la cantante.
''La mayoría de los que están trabajando conmigo [en la producción del espectáculo] son muchachos nacidos de familias cubanas en el exilio'', dice Albita. "Aunque se criaron lejos de todo eso, se quedaron encantados con ellas; lloraban cuando las oían''.
De emoción, evidentemente, porque tanto la propia Albita como Paquito coinciden en calificar de muy simpáticas a Nerza y Trini. Eso, descontando la naturaleza satírica de la guaracha, un género íntimamente asociado con el teatro bufo cubano y, como éste, políticamente incorrecto en la isla por su innata propensión a burlarse de lo cotidiano.
''La guaracha es una lengua muerta'', comenta Paquito. "Como el filin, que era la música de la noche y con ella lo mataron. Fíjate que el bossa nova siguió evolucionando, y hay bossa nova de la semana pasada, pero el filin se quedó en Novia mía; en José Antonio Ménez y César Portillo de la Luz. La guaracha murió cuando mataron ese tipo de humor [vernáculo]. Las Hermanas Márquez me llevaron a mi niñez, a la guaracha original, porque yo me crié en la Marquesina del Prado, pero cantan de todo: baladas, paso doble, foxtrot''.
Antes de que Ry Cooder descubriera en La Habana lo que luego sería Buenavista Social Club, Paquito D'Rivera había salido al rescate de una gloria de la música cubana tradicional cuando produjo el disco Bebo Rides Again (1994), de Bebo Valdés. Aquí hace algo parecido.
''Fue Mami la que me dijo: `Tienes que hacerles un disco a las muchachitas'', insiste Paquito, ganador de siete premios Grammy. 'Recuerdo que habíamos acabado de grabar La historia del soldado, de Stravinsky, y estábamos el productor español José Luis Rupérez y yo en la estación de Atocha, en Madrid, y me dice él: `¿Y ahora qué vamos a hacer?' Las Hermanas Márquez, le dije''.
Insiste en darle crédito al guitarrista David Oquendo, que ha sido el director musical y arreglista del repertorio, donde aparecen números como Adiós, compay Gato, Con medio peso y A toda Cuba le gusta. Con él estarán Alex Alvear en el bajo y Fernando Pina en la percusión. Paquito tocará saxo y clarinete; Albita se acompañará en algún tema con la guitarra acústica y, como siempre, Nerza toca las maracas y Trini la guitarra.
Albita recuerda que cierta vez, cuando todavía no las conocía, participó en un concierto en el Lincoln Center de Nueva York y se acercó al jefe de escena para saber detrás de quién le tocaba. ''Vas después de Las Hermanas Márquez'', le dijo. Se puso a verlas tras bambalinas y quedó muy impresionada.
''Me dejaron la pista caliente'', cuenta Albita.
¿Qué va a pasar entonces el viernes de la semana próxima en el escenario del Jackie Gleason?
''Puede pasar cualquier cosa'', dice Paquito D'Rivera. "Ellas son un pedazo de Cuba que no ha podido trasplantarse y sigue vivo; el tipo de artistas que tú no sabes lo que van a hacer en escena, pero desde que salen es standing ovation. Eso es carisma''.
'La leyenda continúa: Paquito D'Rivera se encuentra con las Hermanas Márquez', con Albita como invitada especial. Jackie Gleason Theater, 1700 Washington Avenue, Miami Beach. Mañana viernes 21 de julio, 8 p.m. Función única. Parte de los fondos recaudados se donarán a la Liga Contra el Cáncer. Entradas a la venta en la taquilla del teatro, y en Ticketmaster, (305) 358-5885 y (954) 523-3309.
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