Redacción de el Nuevo Herald
Víctor del Corral, pionero ''restaurateur'' que dio un sitial de honor a la comida cubana en Nueva York con su famoso Victor's Café, falleció ayer en Miami.
Del Corral, que había sido catalogado por The New York Times como el ''abuelito'' de la comida cubana en la Gran Manzana, saltó desde sus comienzos como carnicero en Cuba, al corazón del espectáculo mundial, con la apertura de su recordado Víctor's Café, el primer café al aire libre de la avenida Columbus, en el oeste de Nueva York.
Su café llegaría a convertirse en un centro obligado de reunión de la creciente colonia cubana neoyorquina, y más tarde sitio de moda de famosos artistas, deportistas y políticos.
En 1980 abrió las puertas de un segundo Víctor's en la calle 52 y la Séptima avenida, con una ambientación única, constantemente alabada por los exigentes gourmets de la ciudad.
''El nuevo y dramático Víctor's luce como la clase de nightclub con palmas que podría encontrarse en Miami, una resplandeciente extensión de espejos, verdor, baldosas y fotos de celebridades'', escribió en 1987 Bryan Miller, crítico gastronómico de The New York Times.
Nativo de la histórica Guanabacoa, cerca de La Habana, Del Corral tuvo allí su primer negocio a los 23 años, el Café Corral, contiguo al teatro más importante de la ciudad.
En 1950 se reubicó en la zona Lawton, de La Habana, donde estableciera el bar restaurante Sonia.
En 1957 se estableció en Nueva York con su familia, desde donde apoyó la lucha contra el régimen cubano. Aunque acarició el sueño de regresar a su patria, nunca pudo regresar a una tierra por la que siempre demostró incansable pasión.
Su inquietud empresarial lo llevó a promover a importantes artistas cubanos en el exilio, y una pléyade de artistas españoles y latinoamericanos, para quienes organizó presentaciones en las grandes salas neoyorquinas como el Lincoln Center, el Carnegie Hall, el City Center y el Town Hall.
Receptor de numerosos premios por su iniciativa empresarial, recibió en 1987 un reconocimiento especial del presidente Ronald Reagan, como uno de los empresarios hispanos más destacados, al lado de otros importantes empresarios latinos, como Roberto Goizueta, presidente de Coca Cola Company.
Del Corral fue también un gran contribuyente a varias causas humanitarias en favor de la democracia en Cuba, y un líder carismático y de trato cálido con sus amigos y clientes.
Lo sobreviven su esposa Eloína, su hija Sonia, su yerno Renny Tirador, y sus nietos Luis, Mónica y Natalia, esposa de Carlos Bonzón. También sus hermanos políticos Orlando Ruiz de Ugarrio, Alicia Morales, residente en Cuba y familiares en EEUU y Cuba.
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