miércoles, 21 de marzo de 2007
Por Yolanda Gutiérrez
Embarcación de balseros cubanos
ISLA MUJERES, 20 de marzo.- En forma que las autoridades portuarias califican como muy extraña, apareció a primeras horas de la mañana en playas del hotel Media Luna una embarcación de manufactura casera en la que presumiblemente un grupo indeterminado de cubanos recaló durante la madrugada y logró burlar la vigilancia para escapar con rumbo desconocido, aunque se especula que alguien en la isla los estaba esperando a fin de ponerlos a salvo y ocultarlos en alguna casa de seguridad hasta el momento preciso en que puedan abandonar la isla sin problemas, posiblemente disfrazados como turistas.
Fue el velador del hotel Media Luna, quien aproximadamente a las siete de la mañana se percató de la presencia de la embarcación hechiza dotada con dos motores intraborda, supuestamente uno de ellos de repuesto, en cuyo interior apenas se encontraban unos pocos bidones para combustible de aproximadamente 20 litros de capacidad, uno de ellos todavía medio lleno, varios botes de aceite para motor, algo de agua purificada y alimentos así como algunas prendas de vestir empapadas, zapatos y chalecos salvavidas con la leyenda "made in Hong-Kong" y algunas frases en chino.
De inmediato el velador avisó a la Capitanía de Puerto y a la Armada de México, presentándose poco después el titular de la Capitanía local, José Luis Ibarra Rojo con dos oficiales de Resguardo Marítimo, quienes constataron la presencia de la precaria lanchita que en un principio quedó varada sobre la arena junto a una roca y posteriormente fue encaramada hasta terreno más firme por empleados del hotel en cuestión.
Los medios de comunicación, al tener conocimiento del recale, se acercaron al área mencionada donde se observó que efectivamente se encontraban varias prendas de vestir, entre ellas pantalones, suéteres, playeras e incluso calcetines y algunos zapatos tipo bota, todo ello en el interior de la embarcación cuyo fondo se encontraba lleno de agua, presumiblemente por los fuertes embates de las olas.
Por el número de ropa encontrada se calcula que pudieron ser entre seis y ocho las personas que desembarcaron impunemente al amparo de la oscuridad y luego se alejaron, posiblemente con ayuda externa, para ocultarse en algún lugar hasta poder salir de la isla sin peligro.
De igual manera, al caminar la playa se notó que en su huida, los cubanos habían dejado tiradas sobre la playa algunas ropas que ya se encontraban secas por los efectos de los rayos del sol, al igual que un chaleco salvavidas.
Lo que resulta por demás extraño, es que el área en la que recaló la precaria embarcación forma una pequeña bahía flanqueada por grandes rocas y a la entrada de la misma se ubica un arrecife que prácticamente imposibilita la entrada por mar, sin contar con que la altura de las olas hace realmente peligroso un posible acceso.
De lo que se infiere que los balseros o tuvieron mucha suerte o ya tenían conocimiento previo del lugar exacto por el que debían ingresar a Isla Mujeres, lo que puede hacer pensar que había alguien dotado de una linterna u objeto similar esperándoles en la orilla, con el que, a modo de improvisado faro, marcó el camino seguro.
Incluso los mismos empleados del hotel Media Luna, comentaron que era prácticamente imposible que con el mal tiempo que se registra desde hace varios días, que en alta mar se traduce en fuerte oleaje y gruesa marejada, el grupo de indocumentados haya podido llegar sin ayuda desde Cuba y comentaron que seguramente alguien los trajo lo más cerca posible a bordo de una embarcación rápida y luego los dejó en la lancha para que culminaran por su propia cuenta la última parte del trayecto.
Donación por donación
El titular de la Capitanía de Puerto, José Luis Ibarra Rojo, reveló que los propietarios del hotel le solicitaron la embarcación hechiza para convertirla en una jardinera y volverla un atractivo más para sus huéspedes.
Como la autoridad portuaria no está dispuesta a que las instalaciones de Capitanía se vuelvan un cementerio de lanchas cubanas, tal y como sucedió el año pasado, cuando se concentraron en el área más de 15 embarcaciones de manufactura casera, encantado de la vida dijo que podían disponer de ella, pero debían entregar en la Capitanía los dos motores intraborda para su resguardo.
Y además solicitó a cambio a los dueños del hotel que efectúen un donativo para la Cruz Roja, lo cual aceptaron.