Publicado el viernes 13 de abril del 2007
ERWIN PEREZ
Especial/El Nuevo Herald
Carlucho
A menos de seis años de haber aterrizado en este país --cruzó la frontera mexicoestadounidense el 13 de agosto del 2001--, el comediate cubano hace un balance inmejorable. Carlucho tiene una sólida posición laboral y económica; además, en el plano personal se le nota feliz, con su esposa desde hace casi dos décadas --la ex bailarina Liz Jiménez--, su hija de ocho años, Miacarla, y una bebé que viene en camino.
El co-conductor de La cosa nostra (América TeVe/ Canal 41) y El traqueteo de La Kalle (98.3 FM) --que también actúa en el restaurante Tropical Rice & Beans-- nació hace 35 años en La Habana. Cursó estudios en el célebre Instituto Superior de Arte (ISA) y sobresalió con un proyecto alternativo: el grupo teatral Los Bufomaníacos. También laboró en los cabarets Tropicana y Capri.
En esta conversación con El Nuevo Herald, Carlucho, cuyo nombre real es José Carlos Córdova, cuenta, precisamente, cómo nació su sobrenombre y otros detalles de su personalidad y de su historia.
''No puedo negar que me siento muy contento por la manera en que me han recibido en Miami; aquí he podido hacer muchas cosas que no hubiera podido hacerlas nunca en Cuba'', comienza.
¿Por qué tomaste la decisión de emigrar?
Porque allá había llegado a un techo en mi carrera. Mi proyecto con el teatro bufo era contestatario y yo estaba demasiado presionado. Sabía que eso tenía fin en cualquier momento: [el régimen de] Cuba te da alas y después te las corta de repente.
¿Cuál fue tu primera impresión al llegar a Estados Unidos?
Pasé la frontera con mi esposa y mi hija. Llegué a las 2 y media de la mañana, sin un centavo y tuve una tremenda sensación de soledad.
¿Y cuál fue tu primera impresión de Miami?
Vi que Miami es como Cuba, pero con dinero. La cantidad de cubanos que hay, las costumbres parecidas, el mismo olor a comida. Alguien me había dicho que el puerco no sabe igual, pero yo creo que sí.
¿Cómo te defines como persona?
En la vida cotidiana soy bien diferente al personaje de Carlucho. Me gusta la tranquilidad, no me gustan las discotecas, me encanta estar en mi casa, ver películas.
¿Cuál es tu comida favorita?
Arroz con frijoles.
¿La gordura es un problema para ti?
No. Me cuido la salud aunque coma mucho, además, quiero aclarar que la tele lo hace ver a uno 15 libras más gordo.
¿Cuánto pesas?
254 libras.
¿Cómo nació el apodo de Carlucho?
Cuando nací ya era un bebé gordito, pesaba 13 libras y como me llamaba Carlos y era tan grande no me apodaron Carlín o Carlitín, sino Carlucho.
¿Y cuándo empezaste a explotar tu veta cómica?
Mi sueño era ser actor serio, como César Evora, pero una vez, con mis compañeros del ISA, montamos una obra de Shakespeare. En un momento yo aparecía y decía: ''Oh, maldad divina, divino manto que cubre esta tierra''. Aquello se vino abajo con la gente riendo y empecé a llorar, frustrado, pero convencido de que lo mío era la risa.
¿Eres llorón?
Sí, soy llorón de todo, por eso me gusta ver la televisión solo. Me emociono mucho con cualquier cosa, una película, una competencia olímpica, un ballet, [un programa de] Disney.
¿Cuál es tu mayor defecto?
Soy muy calculador; no me permito quemarme; cueste lo que cueste, a costa de lo que sea, yo voy a salvarme yo, y cuando llegue a la otra orilla, si hay cuerda, jalo a los demás.
¿De qué famosos eres amigo?
Por ejemplo, tengo una amistad muy grande con Manolín desde hace muchos años. Estoy en este país porque Manolín me dijo en Cuba: ``Creo que vas a tener una gran oportunidad en Miami''.
¿Eres amigo de Boncó, tu compañero en La cosa nostra ?
Muy amigo. Mi vínculo con él rebasa lo amistoso; a nosotros nos une un afecto sagrado.
¿Cómo va La cosa nostra ?
Le falta apoyo estructural; se hace y a veces no sabes cómo se hace, pero tiene unos puntos de rating fabulosos entre el público de 25 a 54 años, que es el que le interesa a los auspiciadores.
¿Cómo es trabajar en la radio?
Allí entretengo, con mis compañeros [Yamileth y Lázaro Lorenzo]. La radio mueve emociones, la gente se ríe, llama, cuenta su historia.
¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?
Hacer espectáculos en vivo, en contacto directo con el público.
¿Qué te hace reír a ti?
Todo lo que tiene ingenio; por ejemplo, lo que hace Alexis Valdés, o el Pible. Son gente aguda. Nunca haría reír como ellos.
¿Cómo te ves como artista?
Como un entretenedor de bares y cantinas donde se expenden licores adulterados para el pueblo.
erwin@erwinperez.com