Publicado el viernes 20 de abril del 2007
MANUEL EDUARDO SOTO
El Nuevo Herald
Daisy Ballmajo.
Cubana 'de pura cepa' que asegura haber hecho periodismo de avanzada en la isla , afirma que participar en 'La Cosa Nostra' le ha enseñado mucho.
BROMAS EN SERIO
Aunque en el programa nocturno La cosa nostra, que trasmite de lunes a viernes el Canal 41-WJN América Teve, lo que prima es la improvisación, las bromas y la frivolidad, una de sus panelistas, la periodista Daisy Ballmajó, se toma muy en serio su participación.
Para empezar, se preocupa e insiste en que se escriba correctamente su nombre y apellido, muy poco común y de origen catalán (aunque podría empezar por advertir de ello a los productores de su propio programa, ya que en los créditos de éste dice ''Deisy Balmajov'' en vez de ``Daisy Ballmajó'').
Además, al día siguiente de esta entrevista, envió un correo electrónico con un detallado currículum profesional para que tampoco hubiera confusión alguna después de la agradable e interesante conversación de más de una hora de duración.
''De Cuba emigré a República Dominicana, donde me abrieron los brazos y me trataron como si fuera de allá'', contó. ``Pero había algo que me decía que no eran mis cubanos a los que me dirigía y ayudaba cuando trabajaba en la televisión de mi país. Eso yo lo he vuelto a sentir aquí; aquí sé que les estoy hablando a mis cubanos, aunque les hable también a los colombianos, nicaragüenses, etcétera. Pero les hablo a mis cubanos porque hay un lenguaje común, que yo sentía que me hacía mucha falta en Santo Domingo''.
Nacida en Guantánamo, se graduó de periodista en la Universidad de La Habana, luego de lo cual Daisy comenzó a trabajar en el canal CHTV de la capital cubana, donde señala que ``marcó un verdadero cambio en la manera de hacer televisión y periodismo en un país donde la censura es la norma''.
De esta forma, se arriesgó con su equipo a tratar temas políticamente delicados como el de las jineteras, los niños limosneros que acosaban a los turistas, el estado calamitoso de los hospitales y la extrema pobreza.
''Quizás no haya sido mucho, pero sin duda era la primera vez que se hacían estas cosas en la televisión cubana y las autoridades lo permitían porque el canal sólo se veía en la capital'', explicó la rubia y siempre sonriente profesional de la noticia.
Tras un tiempo como conductora de un programa musical, en el cual mostraba videos de artistas cuestionados que ''sólo nos atrevíamos a poner nosotros'', pasó a ser la anfitriona del noticiario nacional de la televisión cubana los domingos. Sin embargo, y a pesar de esos logros, llegó el día en que decidió que ya no podía soportar la situación que se vivía en su país y emigró a República Dominicana, donde vivió cinco años, se dio a conocer vastamente en varios programas e incluso adoptó la nacionalidad dominicana.
Gracias a su pasaporte dominicano pudo viajar a Miami invitada por el presidente de América Teve, el argentino Omar Romay, quien luego le tramitó una visa destinada a las personas con talento extraordinario y así fue como llegó a formar parte del polémico programa La cosa nostra, donde su seriedad contrasta marcadamente con el ambiente festivo y frívolo que reina en sus 60 minutos de duración.
''La formación de un periodista en Cuba es meramente ideológica'', dijo Ballmajó refiriéndose a la carrera de periodismo en su país natal. ``Además de toda esa formación técnica que le dan a cualquiera --cómo hacer una noticia, cómo se diferencia una entrevista de un reportaje, de una crónica, de un editorial de un periódico-- todo lo demás, básicamente, responde a los intereses de ese régimen y de lo que quieren enseñar desde pequeños a todos. Sabemos que nadie paga por la educación pública, pero detrás de eso hay un sistema de adoctrinamiento a todo el mundo, y eso llega hasta la universidad y la carrera de periodismo no está exenta de eso''.
Y a pesar de que en Miami no ha tenido oportunidad de tener su propio programa de televisión, Daisy se siente feliz de formar parte de La cosa nostra, programa que según asegura ``me ha enseñado mucho''
'Yo he aprendido mucho de ese programa. Al principio me dio mucho terror. Pensaba que no iba a durar dos semanas. Y me fui integrando de alguna manera, sin perder mi estilo. Yo me dije: `bueno, vamos a ver cómo sobrevivo', porque ese programa me ha enseñado mucho. Me ha enseñado a ser muy sincera, a tener respuestas rápidas y ágiles ante determinadas situaciones que se presentan. No hay nada preparado cuando salimos al aire. Lo que tú digas es responsabilidad tuya''.•
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