María Paulina Ortiz
Redacción EL TIEMPO
Foto: Andrea Moreno / EL TIEMPO
Adyel Quintero Díaz, experto asesora a otras personalidades de la política, como Gina Parody, candidata a la Alcaldía de Bogotá.
Él repite y cree en una de las frases que dejó Cicerón sobre la oratoria: "El buen orador es un actor al que se le conoce con otro nombre".
Adyel Quintero Díaz es un cubano de 37 años que vive en Colombia hace ocho y cuyo nombre ha empezado a sonar, y no precisamente por su participación en cine o series de televisión (actuó en Operación Jaque, por ejemplo, donde interpretó al soldado con el peto de la Cruz Roja), sino por su otro ángulo laboral: el de consultor en desempeños comunicativos de alto impacto. Y, sobre todo, por los nombres de algunos de sus clientes, entre quienes se cuentan el presidente Juan Manuel Santos, la candidata a la alcaldía de Bogotá Gina Parody, el jefe negociador del TLC con la Unión Europea, Santiago Pardo, y varios miembros de la cúpula militar que él opta por no citar. "Muchos clientes prefieren no hacer público que reciben asesoría y llevarse todos los méritos -dice Quintero-. Oigo que la gente dice: 'qué bien habla fulano', y resulta que es entrenado"...
Él repite y cree en una de las frases que dejó Cicerón sobre la oratoria: "El buen orador es un actor al que se le conoce con otro nombre".
Adyel Quintero Díaz es un cubano de 37 años que vive en Colombia hace ocho y cuyo nombre ha empezado a sonar, y no precisamente por su participación en cine o series de televisión (actuó en Operación Jaque, por ejemplo, donde interpretó al soldado con el peto de la Cruz Roja), sino por su otro ángulo laboral: el de consultor en desempeños comunicativos de alto impacto. Y, sobre todo, por los nombres de algunos de sus clientes, entre quienes se cuentan el presidente Juan Manuel Santos, la candidata a la alcaldía de Bogotá Gina Parody, el jefe negociador del TLC con la Unión Europea, Santiago Pardo, y varios miembros de la cúpula militar que él opta por no citar. "Muchos clientes prefieren no hacer público que reciben asesoría y llevarse todos los méritos -dice Quintero-. Oigo que la gente dice: 'qué bien habla fulano', y resulta que es entrenado"...