ANNETTE LOPEZ-MUÑOZ
ESPECIAL/EL NUEVO HERALD
Luis Fernández todavía se acuerda de un letrero que vio de niño en Nueva York que decía: “No perros, no negros y no cubanos”. Hasta los 11 años, cuando su familia se trasladó a Miami, Luis se sentía norteamericano y no hablaba una palabra de español. En el colegio, una profesora al ver que se apellidaba Fernández, lo obligó a hablar su lengua materna y lo amenazó con suspenderlo si no lo hacía. Poco a poco el pequeño se fue sintiendo orgulloso de ser cubano.
Fernández, de 51 años, es ahora uno de los promotores de A Taste of Cuba, un nuevo festival que se celebra el 26, 27 y 28 de abril, en la zona de Brickell. El motivo del Festival es dar a conocer la cultura cubana y mostrar los elaborados hilos que entretejen la tradición cultural de esta isla.
“Quiero que este evento una a todos los cubanos de todos los niveles sociales, de todos los partidos políticos en una celebración de nuestra cultura, nuestra comida, nuestro café, nuestra música y nuestro arte. En este festival no habrá política ni opiniones, aceptaremos a todos, porque todos somos cubanos”, dijo Fernández.