Alfonso Chardy
Publicado el lunes 24 de marzo del 2014
Mario Hernández llegó a Miami en 1965 cuando tenía nueve años a bordo de uno de los famosos vuelos de la libertad cuyos pasajeros eran procesados por las autoridades migratorias en la Torre de la Libertad del downtown de Miami.
La mayoría de los refugiados cubanos procesados en la Torre de la Libertad en la década de 1960 fueron admitidos a Estados Unidos con un documento conocido como parole, que Hernández también recibió. La mayoría cambió el parole por una tarjeta verde de residencia y luego se hicieron ciudadanos o se quedaron como residentes permanentes.
Pero unos pocos, entre estos Hernández, simplemente siguieron residiendo con su parole y nunca solicitaron tarjeta verde de residencia ni buscaron hacerse ciudadanos. Esa situación está ahora creándole problemas a Hernández.
A pesar de que nunca solicitó residencia, Hernández no tuvo problemas en entrar al ejército ni para obtener buenos empleos y hacer una buena carrera en agencias estatales y federales.