IVETTE LEYVA MARTINEZ
Especial para El Nuevo Herald
Para el joven arquitecto Gabriel Fuentes, la reconstrucción de La Habana debe conjugar historia y modernidad, como en un tapiz donde no se pueden advertir las costuras.
Esa visión ya ha sido premiada por dos de las asociaciones de arquitectos más importantes del país.
Su diseño de un moderno centro cultural de concreto, madera, vidrio y acero en la Plaza Vieja de la capital cubana obtuvo el Premio de Honor de la Sociedad de Arquitectos de Boston, el reconocimiento más importante en Estados Unidos a los proyectos no construidos.
El mismo proyecto ganó también el Premio de Honor al Diseño No Construido que otorgó en mayo la sección de Florida del Instituto Estadounidense de Arquitectos.
Fuentes tiene sólo 25 años y no fue uno de esos muchachos que creció soñando con ser arquitecto. Ni siquiera se considera un gran dibujante: ''Todavía estoy aprendiendo a dibujar personas'', confesó riendo durante nuestro encuentro en el downtown de Miami, no lejos de Zyscovich, la firma para la cual trabaja.
Por consejo de su novia -ahora esposa- Yeila, tomó una primera clase de arquitectura en el Miami-Dade College, y le bastó para decidir su destino.
''La creatividad y la pasión son las cualidades más importantes para el arquitecto de hoy'', aseguró. ``Y estar vinculado a las artes ayuda: el arquitecto es también un artista''.
De padres cubano-americanos, Fuentes nació en Oklahoma. Desde los cinco años vive en Hialeah y se convirtió en el primer miembro universitario de su familia. Pudo financiar sus estudios gracias a un préstamo, al apoyo financiero de su madre y a su trabajo como empleado de Home Depot. Recientemente terminó su Maestría en Arquitectura.
Un curso de historia impartido por el prestigioso arquitecto cubano Nicolás Quintana durante la carrera en la Universidad Internacional de la Florida (FIU) despertó el interés de Fuentes por la ciudad donde nació su madre.
``Sentí que si iba a ser arquitecto en Miami tenía que conocer la cultura dominante aquí. Un arquitecto debe conocer para quién trabaja, para quién está diseñando", reflexionó.
Visitó La Habana en el 2004 con respaldo financiero privado, y durante 10 días estuvo recorriéndola. Cuando caminó por primera vez por las calles de La Habana Vieja, sabía perfectamente adónde lo llevaban sus pasos: se había aprendido de memoria el mapa de la ciudad.
''De alguna manera conocía la ciudad pero no la sentía. Es diferente cuando se tiene una relación más directa, más íntima: cuando se puede tocar los edificios, percibir la escala en que están hechos, eso es muy importante para un arquitecto'', comentó.
Fuentes pudo observar las labores de reconstrucción del casco histórico habanero, pero no comparte el criterio usado por los restauradores cubanos.
''Buscan dejar los edificios iguales a como fueron construidos originalmente, pero sin los materiales apropiados. Por ejemplo, donde había piedra usan concreto, eso les da una apariencia falsa'', consideró. ``Hay otra manera moderna de hacerlo: mirando hacia el pasado pero también hacia el futuro''.
Su proyecto de edificio en la Plaza Vieja formará parte de La Habana y sus paisajes, un ambicioso proyecto de la Escuela de Arquitectura de FIU, dirigido por Quintana y el decano Juan Antonio Bueno. El proyecto es financiado por el prominente urbanizador Sergio Pino y la compañía constructora Lennar Homes, que administra en Miami-Dade Anthony Seijas.
Fuentes, quien también enseña Arquitectura en FIU, recibió este año otro galardón: el Premio de Mérito por un proyecto para el sitio arqueológico Chan Chan de Perú convocado por la sección de Florida del Instituto Estadounidense de Arquitectos, y prepara un proyecto de museo y puente para Venecia que presentará en una competencia similar.
Al joven arquitecto le gustaría diseñar proyectos culturales para Miami, donde considera que hay grandes oportunidades para los diseños creativos.
''Sin embargo, creo que la mayoría de los proyectos constructivos actuales prestan poca atención al entorno, al espacio urbano. Muchos ignoran la calle, el ambiente. Hay una tendencia a construir más unidades de vivienda en detrimento de los espacios abiertos'', opinó.
Fuentes sueña con un espacio donde no existan frenos a la creatividad. ''Un ambiente estilo estudio o taller, dedicado al buen diseño'', dijo. ``Eso me gustaría mucho''.