Especial / El Nuevo Herald
PEDRO GARCíA ALBELA
Publicado por Ediciones Universal de Miami, el título Cuba: intrahistoria. Una lucha sin tregua, de Rafael Díaz-Balart (l926-2005), ve la luz al cumplirse un año de la muerte del notable político, abogado, orador y escritor cubano que fuera líder de la mayoría en la Cámara de Representantes de la República de Cuba entre l954 y l958.
Estos escritos póstumos son como páginas selectas del libro de la vida del autor, una ejemplar enseñanza de servicio y entrega a las luchas de su pueblo por la libertad.
En el prólogo redactado para esta primera edición, el congresista Lincoln Díaz-Balart nos advierte que leeremos ''sólo un escueto esbozo'' de la vida de su padre, pues éste ''se proponía ir añadiendo anécdotas y otras vivencias'' a los capítulos terminados y, además, agregar algunos nuevos acerca de sus experiencias de trabajo en Africa, los últimos años vividos entre Madrid y Miami, la proclamación de La Rosa Blanca como partido político para la Cuba del futuro, y sobre muchos temas más.
El veterano luchador había manifestado también el deseo de ''terminar sus memorias en Cuba libre'', pero tanto este último propósito como los anteriores quedaron incumplidos a causa de su muerte, ocurrida en Miami el 6 de mayo del pasado año. Sus hijos decidieron entonces publicar lo que había dejado escrito, a fin de que ``las futuras generaciones de cubanos conocieran sus vivencias e impresiones...''
Así, tenemos ahora este volumen estructurado en cuatro partes, el prólogo ya mencionado y dos índices, uno general y otro onomástico. En la portadilla que precede al prólogo, se aclara el significado de la palabra intrahistoria que aparece en el título, ``introducida por el escritor español Miguel de Unamuno para designar la vida interior, que sirve de fondo permanente a la historia cambiante y visible''.
La primera sección, titulada igual que el libro, contiene a mi juicio la información más interesente para los lectores; es propiamente lo esencial del relato autobiográfico, y su telón de fondo muestra el acontecer político cubano durante el crucial período entre principios de la década del 30 y enero de l959.
A lo largo de estas páginas, asistimos a los primeros años de vida, la formación intelectual y el comienzo de la actividad pública del protagonista como dirigente estudiantil en la Universidad de La Habana, donde conoció a Fidel Castro en l945, cuando ambos iniciaron la carrera de Derecho. El proceso de su mutua relación, de la amistad al enfrentamiento radical, queda muy bien descrito, y luego se da paso a los años de ''actividad política ... frenética'', ya en el gobierno de Fulgencio Batista, a su elección al Congreso de la República --desde donde se opuso a la amnistía para Fidel Castro--, y a su marcha hacia el ''exilio sin saberlo'', en diciembre de l958.
Apenas un mes más tarde, Díaz-Balart fundaba en Nueva York la primera organización para combatir al régimen castrista, La Rosa Blanca, cuyo proyecto de programa político, del año 2001, más dos discursos conmemorativos de aniversarios, ocupan enteramente la segunda sección del libro.
Las cien páginas siguientes recogen una selección de ensayos, artículos y discursos del autor, entre los cuales considero de especial importancia La carta abierta a las instituciones cubanas, de 1960; Presentación ... para el Doctorado en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, de 1965, y Análisis de la actuación de las instituciones durante los períodos democráticos en Cuba, escrito en el año 2000.
El volumen se cierra con la sección Impresiones sobre Rafael Díaz-Balart, donde se destacan por su belleza y emotividad un texto del gran poeta cubano Gastón Baquero y las palabras de los hijos del desaparecido político en la misa tras la muerte de su padre.
Recomiendo sinceramente la lectura de Cuba: intrahistoria. Una lucha sin tregua, las memorias de Rafael Díaz-Balart, ``de quien --y cito al poeta Baquero-- se gritó con excesos los defectos, y con exceso mayor se ignoró las virtudes''.