miércoles, 26 de julio de 2006


HECTOR GABINO / El Nuevo Herald
SYLVIA IRIONDO, presidenta de MAR por Cuba, durante la rueda de prensa en que se anunció la campaña.
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Posted on Wed, Jul. 26, 2006

WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald

Agrupaciones del exilio cubano anunciaron ayer en Miami una campaña de respaldo a las acciones de resistencia cívica dentro de la isla.

La iniciativa de ''no cooperación con la dictadura'' busca movilizar a la población cubana para que rehúse participar en actos de repudio contra opositores políticos y genere actividades de desobediencia civil a favor del cambio democrático en Cuba.

''Estamos dando respuesta a un llamamiento hecho desde la isla por presos políticos y representantes de la disidencia, considerando la creciente franja de la población que rechaza la cooperación con el régimen'', manifestó el activista Angel de Fana, el director ejecutivo de la organización Plantados.

Además de Plantados, el proyecto cuenta con el apoyo de MAR por Cuba y Directorio Democrático Cubano (DDC), aunque sus promotores dicen que la participación está abierta a todos los grupos del exilio.

La campaña se sustenta en seis lemas incorporados en afiches y calcomanías que circularán dentro de Cuba: Yo no sigo (perteneciendo a las organizaciones políticas y de masas); Yo no reprimo (no integro el aparato represivo); Yo no asisto (a las movilizaciones convocadas por el régimen); Yo no chivateo (no delato a compatriotas); Yo no coopero (con las actividades y metas productivas) y Yo no repudio (no me sumo a actos de hostigamiento).

Un séptimo lema resume el patrón de conducta hacia la democratización nacional: Yo sí quiero el cambio.

Según Javier de Céspedes, el presidente del DDC, lo más importante es que ''esta campaña ya comenzó desde dentro de Cuba'' y se extiende por múltiples vecindarios, ``porque la gente está perdiendo el miedo''.

''El ambiente que se percibe dentro de Cuba es el de un régimen que agoniza'', apuntó Sylvia Iriondo, la presidenta de MAR por Cuba.

La primera fase de la campaña se extenderá por un año con el propósito de ampliar el respaldo dentro y fuera de la isla.

De Fana insistió en que se trata de ''un proyecto cívico que no pretende incitar acciones subversivas ni violentas'', y añadió que la campaña va también dirigida a los militares al servicio del régimen de Fidel Castro.

El lanzamiento de la campaña se produce en medio de numerosas advertencias de la disidencia interna respecto al incremento de la represión gubernamental en vísperas de la XIV Cumbre de Países No Alineados, que se celebrará en La Habana del 11 al 16 de septiembre.

Los grupos que auspician la campaña enviaron ayer a las autoridades estadounidenses una lista parcial de personas reportadas desde Cuba como organizadores y participantes en acciones represivas, con vista a ser investigadas.

''Las personas que participen en violaciones de derechos humanos dentro de Cuba deben saber que sus actos no quedarán impunes'', apuntó Iriondo.

El reciente informe de la Comisión de Ayuda para una Cuba Libre sugiere que los partícipes de la represión contra los disidentes no deben recibir visas de entrada --de visita o como inmigrantes-- a EEUU.

wcancio@elnuevoherald.com



ROBERTO KOLTUN/El Nuevo Herald
Alex Franco junto a la bandera que le ha costado represalias por parte de los vecinos y las autoridades de Winter Haven.
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Posted on Tue, Jul. 25, 2006

RUI FERREIRA / El Nuevo Herald
WINTER HAVEN, Florida

En el corazón de la Florida, pintar una bandera cubana en una pared exterior tiene un precio: una docena de huevos y el ostracismo de los empleados electos.

Si no, que lo diga el cubano Alex Franco, de 35 años, casado, padre de una ''hembra'' y tres ''machos'', como suele definirlos, y dueño de la panadería Sugar Bakery, a la entrada de Central Street, la histórica calle de esta aldea enclavada en una paradisíaca región de lagos y naranjales, al este de Tampa.

Su historia es muy simple. Llegó de Cuba en 1987, estuvo 17 años en Miami y tras una breve estancia en Las Vegas, en el 2004 decidió instalarse en Winter Haven, con un sueño en la cabeza: abrir una panadería cubana.

Y lo logró. Consiguió el permiso, dispuso de un capital inicial, descubrió un local adecuado y abrió las puertas de su establecimiento que se transformó, casi de inmediato, en un punto de encuentro de los casi 4,000 hispanos, muchos de ellos cubanos, que viven en la zona. Y de clientes anglos, gustosos de probar las delicias de la panadería cubana.

Todo iba a pedir de boca, hasta que desplegó una bandera cubana y comenzaron los problemas con las autoridades locales.

''Desde el inicio, a la gente de la alcaldía no le gustó el cartel. Levantaron muchos problemas. Como esta es un área que está siendo recuperada como el centro histórico de la ciudad, al parecer no les gustó que hubiera una panadería hispana aquí'', relató Franco, señalando la pancarta que puso en la puerta del establecimiento con el nombre y una bandera cubana.

Pero él no cedió. Cumplió con todos los requisitos de tamaño, medidas y formato que le exigieron. Incluso trabajó la nueva pancarta sobre la heredada del dueño anterior. Pero de nada sirvió. Siguieron conminándolo a que la retirara.

''Llegaron a decirme que era de mal gusto tener la bandera pintada allí'', recordó.

De un pequeño problema legal con la pancarta frontal de la panadería, el asunto se complicó cuando colocó lateralmente un poste con otra bandera cubana pintada y el nombre del establecimiento. ''El acoso comenzó de inmediato. Venía el inspector de la ciudad y decía que no podía estar allí por la distancia a la que estaba de la calle. Yo le expliqué que no, pero a él no le importaba. Lo que querían era meterme el pie'', agregó.

''El asunto es que ellos no quieren que haya algo hispano en esta zona y mucho menos algo desplegado, como la pancarta, que refleje un símbolo hispano'', razonó Franco.

Sintiéndose presionado, el cubano terminó retirando el cartel frontal con la bandera pero dejó el nombre de la panadería. Resultado: ''Comencé a perder unos $300 diarios en ingresos'', asegura. O sea, la bandera es clave en el crecimiento del negocio.

Pero eso no fue suficiente para las autoridades, la presión siguió. Un negocio hispano no era, aparentemente, bienvenido en la calle histórica de la ciudad y de nada valió intentar hablar con el alcalde, Michael Easterling. El negociante le escribió seis cartas pidiendo una audiencia para explicarle sus argumentos, pero no recibió respuesta. Fue el silencio absoluto. Insistió, y nada. Así se vio echado a un lado por la máxima autoridad de la ciudad donde decidió invertir sus ahorros.

Tras consultar a un amigo que trabaja en la alcaldía y que le informó que no hay ninguna ley que le prohíba anunciar su establecimiento con su bandera, fue cuando Franco decidió que no debía quedarse callado. ''Fui a la alcaldía y les dije que iba a pintar otra bandera en la pared lateral, frente a otra calle [la panadería está en una esquina] y les recordé, además, que la bandera cubana fue creada en Tampa con el apoyo de Estados Unidos y es mi bandera'', dijo.

Ni corto ni perezoso, un día a las 2:30 a.m. pintó una enorme bandera cubana en la pared lateral que no puede pasar desapercibida para quienes circulan por esa intersección.

Tuvo temor, confesó, pero sus hijos lo ayudaron a pintarla, y su esposa los apoyó mientras cuidaba el negocio. Cuando terminó, el orgullo cubano no cabía en su pecho.

La bandera fue pintada al revés a propósito. ''Es una forma de protesta, esta bandera está diciendo que soy cubano, pero también está protestando por lo que me están haciendo'', afirmó.

Al día siguiente, las autoridades aparecieron de nuevo e insistieron en que la quitara, pero Franco se mantuvo en ``sus trece''.

''Figúrese. Yo vine a este país exiliado, y les explique [a las autoridades municipales] que es la bandera de mi país y nadie me la quita. Es la bandera de los refugiados y exiliados que este país recibió y recibe. ¿Cómo me la van a venir a quitar?'', sostuvo con convicción, soltando unas palabras que a veces dan la idea de andar más rápidas que su mente, pero con una firme convicción.

En los primeros días, los Franco volvían de madrugada al establecimiento para cuidarla, para vigilar que nadie la profanara. ''Tarde en la noche veníamos; al principio teníamos miedo que le pintaran algo arriba'', agregó.

A la bandera no le hicieron nada, pero la fachada del establecimiento comenzó a recibir una andanada de huevos. Esta semana, cuando El Nuevo Herald, lo visitó, todavía se veían las marcas amarillas en el cristal de un restaurante que Franco montó al lado de la panadería, llamado Havana Nights, y para el cual todavía no ha recibido los permisos correspondientes.

''Tengo $140,000 invertidos en el restaurante, no lo puedo abrir porque no me han dado el permiso. Vienen los inspectores, vienen los bomberos, viene todo el mundo y siempre falta algo, siempre falta un papel, siempre hay algo que hacer'', dijo.

Además de los ''huevazos'', Franco ha recibido decenas de cartas anónimas amenazándolo con que van a quemar su establecimiento. ''Me han dicho de todo, hasta que el dinero que gano aquí va a parar a las manos de Fidel Castro. ¡Imagínese! Decirme eso a mí después que me botaron de la escuela en Cuba porque no me gustaba aquello'', dice.

El amigo que tiene en la alcaldía ya le advirtió que en los pasillos del municipio se comenta que Franco jamás recibirá el permiso para su restaurante.

''Voy a perder $140,000. Pero no me importa, mi bandera vale mucho más que eso y ellos no tienen derecho a obligarme a borrarla de la pared'', aseguró emocionado.

El Nuevo Herald intentó contactar la oficina del alcalde y el inspector, pero tras 2 días nadie devolvió las llamadas.

Franco dice que intentó contactar a legisladores federales cubanoamericanos para exponerles su caso, pero tampoco obtuvo respuesta o ayuda. Fuentes legislativas aseguraron a El Nuevo Herald que no estaban enterados del incidente.

Una traducción al español del nombre de la ciudad, Winter Haven, pudiera ser ''refugio invernal'' y tener una intención de bienvenida. Una ironía del destino para este refugiado cubano que atraviesa, literalmente, un periodo invernal en sus relaciones con las autoridades de la ciudad donde invirtió sus ahorros y de cuya Cámara de Comercio es miembro. La Cámara, indicó, decidió alinearse junto al alcalde.

''Lo digo de verdad, de corazón, yo nunca había sentido el racismo, la discriminación, así de sencillo'', dijo Franco.

rferreira@elnuevoherald.com


lunes, 24 de julio de 2006

Diario de las Américas
Publicado el 07-22-2006

El Pen Club de Escritores Cubanos en el Exilio y la Editorial El Almendro invitan al lanzamiento de las novelas Me lo contó Juan Primito del escritor Daniel García Rangel y La mujer sin tetas del también escritor cubano Nicolás Abreu, que tendrá lugar el sábano 29, a las 3 de la tarde, en “Sun & Tapas: Wine and Tapas”, 1626 SW 27 Avenida. Ambos libros fueron editados por la nueva casa El Almendro. La presentación de estas obras estará a cargo del pintor Yovani Bauta y del escritor Armando de Armas. Más información 305-442-0804.


Diario "Las Américas"
Publicado el 07-22-2006
Los distinguidos médicos de la Fraternidad del Centenario de José Martí, graduados en el año 1953 en la Universidad de La Habana, Cuba, celebró, como todos los años, desde su fundación, su tradicional cena que tuvo lugar en los salones del J.W. Marriott Hotel, Miami. El doctor Ismael Hernández, presidente de la Fraternidad, y su encantadora y bella esposa Alma, ofrecieron previamente un lucido cóctel en el quinto piso del propio hotel, en el que los discípulos de Hipócrates aprovecharon la ocasión para traer a su memoria los recuerdos de los años felices en las aulas universitarias e intercambiar opiniones sobre sus especialidades. Y toda la organización de este magnífico evento se debió a la labor – siempre dispuestos a cooperar- de los esposos, doctores Juan de Dios Pérez y Elsa Echemendía-Pérez.

sábado, 22 de julio de 2006

Posted on Sat, Jul. 22, 2006


VIVIANA MUÑOZ
El Nuevo Herald

Asegura que el optimismo, la armonía y el amor de su familia y amigos lo mantienen con salud y energía. Oscar Gómez, un inmigrante cubano de 105 años de edad y residente de Sweetwater, participó ayer con entusiasmo en una fiesta en su honor que le hicieron en el Comedor para Ancianos Mildred & Claude Pepper de esa ciudad.

Sus amigos no sólo le rindieron tributo por su venerable edad, que ya constituye un logro en sí, sino también por los buenos momentos y la sabiduría que ha compartido con otros residentes de Sweetwater.

''Lo más importante es vivir en armonía y en paz'', afirmó Gómez, quien es un entusiasta jugador de dominó y fanático de los Marlins.

Aunque reconoce que el deporte es fundamental para mantener una vida sana, el centenario asegura que la buena alimentación es parte del secreto de su longevidad. Definitivamente, uno de los momentos importantes del día para Gómez es cuando se sienta a la mesa junto a sus seres queridos: sus hijos Olga Machado y Martín Oreste Gómez, sus cuatro nietos, siete bisnietos y tres tataranietos.

''¡La comida es importante!'', dijo con picardía. Entre sus platos preferidos figuran la carne de puerco, arroz blanco, chicharrones y arroz con pollo.

El postre es sagrado, y en su mesa no puede faltar el arroz con leche, el flan o el pudín de pan. Pero su pasión son los merenguitos, y él mismo los va a comprar a un Sedano's.

''Me siento tan orgullosa de mi padre, porque no es fácil conservarse como él lo ha hecho y con la edad que tiene'', dijo Machado.

''Todos los años celebramos su cumpleaños en mi casa, donde vive mi padre, y asiste toda la familia'', agregó la hija. ''A él no lo incomodan los gritos de los niños. El es feliz cuando estamos todos juntos'', subrayó.

Gómez nació el 5 de junio de 1901 en Santa Clara, Cuba.

En su juventud, fue cortador de caña. El 4 de octubre de 1928, contrajo matrimonio con Guadalupe Pérez, con quien tuvo dos hijos.

Cuanto tenía 79 años llegó a Estados Unidos por el puente marítimo de El Mariel, en 1980.

Son muchos los momentos especiales que guarda Gómez en su mente, pero quizá uno de los más emocionantes fue un regalo que le envió su equipo favorito.

''Estaba celebrando sus 100 años cuando le trajeron el pastel... ¡Regalado por los Marlins!'', exclamó Machado.

vmunoz@elnuevoherald.com


Cubanos que hacen historia en Puerto Rico.

Bitácora Cubana, 22 de julio de 2006

Por: Mercedes L. García / Bitácora Cubana

El Licenciado Antonio J. Molina es crítico de arte, pintor, presidente de la Asociación Puertorriqueña de la UNESCO y asesor del Consejo Superior de Educación. Ha organizado los certámenes de arte de la Golf, UNESCO y Mobil. Es autor de los libros, "Antonio Molina y su mundo" (1995) y "150 años de la zarzuela en Puerto Rico y Cuba" (1998) y donó a la Colección Puertorriqueña del Sistema de Bibliotecas, el Museo del Humor, Colección de Caricaturas.

Marcando sobre el nombre
Tarjetas Postales, el lector puede tener acceso a una publicación realizada por la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras con motivo del donativo que él mismo realizó, en el año 2000, a la mencionada institución docente de La Colección de Tarjetas Postales "Antonio J. Molina". Dicha colección está formada por 500 títulos y 774 piezas de tarjetas postales en color. Las mismas recogen lugares de Puerto Rico y algunos de Miami.

A continuación se exponen ejemplos de la valiosa labor desarrollada por este incansable ser humano. Otro cubano más que se destaca en el exilio, pero que nunca ha dejado de sentir un inmenso amor por Cuba y por todo lo que con nuestra tierra esté relacionado.

Agradecemos, por este medio, al Licenciado Antonio J. Molina, el que haya aceptado compartir con nosotros, a través de las páginas de Bitácora Cubana, toda la valiosa información que posee y genera.

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viernes, 21 de julio de 2006


PEDRO PORTAL / El Nuevo Herald
MOISES YERO (centro) abraza a sus sobrinos Damián (izq.) y Daislín Revolta tras ser liberados estos por las autoridades.
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Posted on Fri, Jul. 21, 2006


WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald

Las lágrimas y los abrazos efusivos de 28 inmigrantes cubanos tras el reencuentro familiar en territorio estadounidense tuvieron ayer otra significación para los Uralde, que aguardaron silenciosos y tensos hasta la liberación de su pariente en un tribunal federal de Miami.

Agustín Uralde salió visiblemente abrumado, sin poder contener la emoción, cuando abandonó el jueves la oficina de los alguaciles federales acompañado de sus familiares.

''He tenido que pagar un precio muy alto para estar aquí'', expresó Uralde, de 24 años. "Preferiría estar muerto''.

Uralde perdió en la travesía desde Cuba a su esposa, Amay Machado González, de 24 años, quien pereció como resultado de contusiones en la cabeza durante la persecución de una lancha patrullera del Servicio Guardacostas. La embarcación donde viajaba el grupo fue interceptada el pasado 8 de julio, 30 millas al sureste de Cayo Hueso, en una presunta operación de contrabando humano.

Las autoridades tuvieron que disparar al motor de la embarcación en fuga para deternerla apenas a tres millas de Boca Chica, luego de 45 minutos de persecución.

Justamente la muerte de Machado fue lo que motivó la inusual decisión de las autoridades federales de traer a tierra a los 28 inmigrantes cubanos, que ahora figuran como posibles testigos en el proceso judicial contra tres presuntos contrabandistas detenidos.

''Esta decisión es resultado de circunstancias especiales vinculadas a un asunto criminal que costó una vida'', dijo ayer el fiscal interino del distrito sur de la Florida, Alexander Acosta. "Esto refleja nuestra determinación de asumir una investigación minuciosa del caso y de proceder con un encausamiento vigoroso de todas las personas asociadas con el incidente, usando todos los recursos legales a nuestro alcance''.

Los 28 inmigrantes podrían declarar ante un jurado de instrucción o testificar en un eventual juicio contra los tres hombres arrestados en Cayo Hueso sin derecho a fianza bajo acusaciones de tráfico humano: Rolando González Delgado, Yamil González Rodríguez y Heinrich Castillo Díaz, el presunto dueño de la lancha.

Un jurado de instrucción en Cayo Hueso podría entregar --entre hoy y el próximo lunes-- el encausamiento de los tres detenidos, incorporando nuevos cargos de contrabando humano con el agravante de una muerte.

Tras once días en un escampavías del Servicio Guardacostas, los inmigrantes fueron traídos a Miami y 26 de ellos --20 hombres y seis mujeres-- comparecieron en una prolongada audiencia vespertina ante la magistrada Lurana Snow. La hermanas Yarenis Carpio Conde, de 14 años, y Yamila Carpio Conde, de 16, habían sido entregadas horas antes a sus familiares.

La pasada semana había sido puesta en libertad provisional Juliet Escandón Hernández, quien viajó con cinco meses de embarazo.

Esposados de pies y manos, los 26 inmigrantes escucharon las preguntas de Snow, quien les advirtió que ''sería muy insensato que no se mantuvieran localizados y a disposición de las autoridades'' a partir de ahora. ''Porque ustedes no quieren tener problemas con el gobierno de Estados Unidos'', acotó.

La jueza interrogó a varios de ellos sobre si tenían dinero en el banco, propiedades o negocios que pudieran ayudarles a costear una representación legal.

''Tengo 30 pesos cubanos'', le respondió Ricardo Rafael.

Varios de ellos dijeron haber dejado hijos menores en la isla. En el grupo hay residentes de La Habana y de las provincias Villaclara y Camagüey.

Snow indicó que ''los inmigrantes no serán devueltos a Cuba ni a ningún otro lugar'' y procedió a concederles fianza por un monto de $25,000 per cápita. A una decena de los cubanos se les designaron abogados de oficio.

Al filo de las 6 p.m. los 26 cubanos comenzaron a ser liberados. Familiares y allegados atestaron un salón de espera en el tribunal federal para darles la bienvenida.

Aunque la totalidad del grupo evitó ofrecer pormenores de lo sucedido en la travesía, algunos de ellos insistieron en que no pagaron por ser traídos ilegalmente a Estados Unidos.

''Yo no pagué por venir aquí'', manifestó Morelia Croez, de 34 años, con lágrimas en los ojos y flanqueada por su hermana y sobrina. "Hemos pasado muchas cosas feas''.

Cerca de ella Iván Montes de Oca, de 37 años, trataba de localizar a un amigo en Tampa, su único punto de referencia en Estados Unidos.

''Me fui de Cuba porque no se puede vivir con tanta necesidad económica, es una situación insoportable'', confesó Montes de Oca, que se desempeñaba como chofer en La Habana. "Ahora voy a trabajar para traer a mi familia, pero por avión''.

Sin embargo, para los Uralde, la preocupación inmediata es tomar una decisión en familia para darle sepultura a Machado, que permanece en una morgue del sur de la Florida. Los parientes en Cuba quieren que el cadáver les sea enviado para enterrarlo allá.

''El perdió al amor de su vida, esto ha sido terrible para todos'', relató María Uralde, tía del joven. "Ahora nos toca enfrentarnos al otro paso, que es muy duro''.

Es la segunda ocasión en los últimos seis años que Washington opta por traer a tierra como testigos potenciales de un caso a un grupo de inmigrantes interceptados en alta mar.

En el 2001 un grupo de 20 cubanos fueron autorizados a entrar en territorio estadounidenses como parte de la investigación de un viaje ilegal que provocó la muerte de seis personas, entre ellas tres niños.



PedroPortal/ElNuevo Herald
El actor de'Without a Trace' es un ejemplo de saber aprovechar la oportunidad.
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Posted on Fri, Jul. 21, 2006


By CHARLES COTAYO
El Nuevo Herald

El cubanoamericano que estelariza 'Without a Trace' agradece haber estado sólidamente preparado para cuando la oportunidad llamó a su puerta

Uno de los precios del éxito es trabajar sin cesar, pero el actor cubanoamericano Enrique Murciano no se queja. Todo lo contrario. Se considera dichoso de haber podido establecer una carrera en la televisión y el cine estadounidenses, ámbitos más competitivos que las olimpiadas.

Recientemente, el coprotagonista de la serie televisiva Without a Trace y películas como The Lost City, Traffic, Black Hawk Down y Miss Congeniality 2 aterrizó en su natal Miami tras pasar unas vacaciones en Bahamas, donde tomó un descanso de una agenda delante de las cámaras que lo ha tenido en acción constante durante los últimos tres años.

''Pesqué todos los días, leí libros y compartí con mi familia. Mañana viajo para Nueva York a comenzar el rodaje del primer episodio de la quinta temporada de Without a Trace'', dijo Murciano, de 32 años, quien tiene una residencia en el sur de la Florida, además de una casa en las colinas de Hollywood.

''Filmamos los exteriores [de la serie] en Nueva York y los interiores en Los Angeles. El programa ha sido un éxito enorme y, como actor, me siento afortunado de haber tenido la oportunidad de trabajar con personas del calibre de Steven Soderbergh, Jerry Bruckheimer, Ridley Scott, Andy García, Anthony LaPaglia. Personas que respeto, que quiero y de quienes he podido aprender mucho'', asevera.

Agrega que uno de los ingredientes del éxito profesional es la "preparación''.

''Si eres actor, abogado, vendedor de bienes raíces, o lo que sea, tienes que estar preparado para cuando se presente el momento del triunfo'', recalca, comparando esas oportunidades con situaciones que se pueden presentar inesperadamente, "a la velocidad de un relámpago''.

Otro ingrediente es una fusión de persistencia y paciencia: ''Esperé mucho tiempo para que llegaran esos golpes a la puerta de mi carrera'', confiesa.

Una anécdota que cuenta reafirma por qué se considera tan dichoso.

A finales de la década de los años 90 se encontraba en el sur de California en una suerte de limbo artístico, sintiéndose estancado en su carrera.

''No había encontrado trabajo como actor por más de un año y estaba agotado'', recuerda. 'Te lo juro, me dije: `Voy a abandonar la actuación' ''.

Pero ocurrió algo "de película''.

Cuando se encontraba manejando su carro por Los Angeles, su celular comenzó a sonar.

"Era mi agente. Me dijo que tenía una cita para mí en la zona de Wilshire y La Brea. Le pregunté si me estaba bromeando, si estaba en un carro desde donde me podía ver. Pensé que era un juego. Yo estaba en esa misma zona que él me decía, en ese mismo momento''.

El agente le aseguró que no era un juego y que tenía que llegar a la cita en 20 minutos. Sin nada que perder, Murciano fue a reunirse con un cineasta que desconocía en aquel entonces y quien llevaba puestos unos espejuelos oscuros.

''Para no cansarte: era el director Steven Soderbergh, y me dijo que quería que yo trabajara en su película Traffic'', precisa. "Diez minutos antes estuve al borde de darme por vencido y ahora era el momento de mi gran oportunidad''.

Desde Traffic, estrenada en el 2000 y que le valió a Soderbergh el Oscar a Mejor Director, la carrera de Murciano tomó un rumbo inesperado que culminó en la serie semanal del drama policiaco Without a Trace, de la cadena CBS, en el que comparte honores con los australianos LaPaglia y Poppy Montgomery, la británica Marianne Jean-Baptiste y la puertorriqueña Roselyn Sánchez, entre otras oportunidades que no han cesado en su camino artístico.

Murciano nos adelantó que una de las sorpresas que podemos esperar de su personaje Danny Taylor en Without a Trace en la próxima temporada --que comienza en septiembre-- es que desarrollará una relación romántica con el personaje de Sánchez.

En una reciente edición de la revista People en Español, Murciano figura entre Los 50 Más Bellos, en compañía de Jennifer López, Roselyn Sánchez, Manolo Cardona, Jessica Alba, Daddy Yankee, Shakira, Ricky Martin y María Celeste Arrarás.

En camino está un filme independiente titulado How to Go on a Date in Queens, con Alison Eastwood, hija de Clint Eastwood, y Esai Morales; y otra película que Murciano dice tener entre manos pero que todavía no puede entrar en detalles sobre su producción.

''Deseo seguir haciendo películas que den una imagen positiva de los latinos'', asegura. "Historias creíbles realizadas con responsabilidad''.

ccotayo@herald.com


Posted on Fri, Jul. 07, 2006


By ERWIN PEREZ
Especial/El Nuevo Herald

Alexis Valdés realizará su anunciado viaje a España en agosto, donde estará alrededor de dos meses, para luego, en teoría, retornar a hacer Seguro que yes. Entretanto, aprovechará estas semanas previas al viaje para, además de completar sus últimos programas, efectuar algunas presentaciones personales. Los viernes, por ejemplo, se presenta en el restaurante Llega y Pon, pero lo principal es que el 15 de julio llevará a cabo un show en el teatro Artime, en el que ha actuado anteriormente con singular éxito.


Posted on Thu, Jul. 20, 2006


By JOSE ANTONIO EVORA
El Nuevo Herald

Paquito D'Rivera levantó el teléfono: era la voz de su madre. ''Quiero que vengas a conocer unas amiguitas mías que cantan'', le oyó decir.

''Me ericé'', cuenta él ahora, pues lo primero que le vino a la mente fue la imagen de unas muchachitas con sayitas cortas y otro tanto de voces, ansiosas por buscarse un padrino en el medio. ''Pero en cuanto mi mamá me dijo que iba a hacer frijoles negros'', confiesa, "no pude negarme''.

Al llegar a la casa le saludaron dos señoras mayores, una con guitarra y la otra con maracas.

''¿Cuándo vienen tus amiguitas?'', le preguntó él a la madre. ''Son ellas'', fue la respuesta.

Se llaman Trinidad y Nerza, las octogenarias Hermanas Márquez, guaracheras cubanas llegadas a Nueva York hace 55 años, en 1951, para presentarse --junto a una tercera hermana, Olga, ya fallecida-- en el Palladium de Broadway, Las Vegas y Atlantic City, después de haber compartido escenarios en La Habana con Celia Cruz, Josephine Baker y Los Chavales de España. Desde entonces han seguido cultivando en Estados Unidos la guaracha con el mismo sabor que tenía en la isla en los años 40. Al escucharlas, Paquito se impresionó tanto que las invitó a cantar con él y a hacer un disco y un DVD juntos.

''Son dos semillas cubanas que han seguido flotando sobre la nieve'', dice el músico cubano desde su casa en Nueva Jersey.

Ahora podremos verlas a ellas y a él, y además a Albita, en el espectáculo Paquito D'Rivera se encuentra con las Hermanas Márquez, que presenta mañana viernes el teatro Jackie Gleason, de Miami Beach.

Fueron Albita y un grupo de amigos, entre ellos Angel Salvatore, propietario de la revista House King, y Cristina Serralta, de Amazon Printers, quienes llamaron a Paquito para proponerle traer el espectáculo al sur de la Florida. Lo hicieron después de ver el DVD del show, que Waldo Fernández, de Marakka 2000, le recomendó a la cantante.

''La mayoría de los que están trabajando conmigo [en la producción del espectáculo] son muchachos nacidos de familias cubanas en el exilio'', dice Albita. "Aunque se criaron lejos de todo eso, se quedaron encantados con ellas; lloraban cuando las oían''.

De emoción, evidentemente, porque tanto la propia Albita como Paquito coinciden en calificar de muy simpáticas a Nerza y Trini. Eso, descontando la naturaleza satírica de la guaracha, un género íntimamente asociado con el teatro bufo cubano y, como éste, políticamente incorrecto en la isla por su innata propensión a burlarse de lo cotidiano.

''La guaracha es una lengua muerta'', comenta Paquito. "Como el filin, que era la música de la noche y con ella lo mataron. Fíjate que el bossa nova siguió evolucionando, y hay bossa nova de la semana pasada, pero el filin se quedó en Novia mía; en José Antonio Ménez y César Portillo de la Luz. La guaracha murió cuando mataron ese tipo de humor [vernáculo]. Las Hermanas Márquez me llevaron a mi niñez, a la guaracha original, porque yo me crié en la Marquesina del Prado, pero cantan de todo: baladas, paso doble, foxtrot''.

Antes de que Ry Cooder descubriera en La Habana lo que luego sería Buenavista Social Club, Paquito D'Rivera había salido al rescate de una gloria de la música cubana tradicional cuando produjo el disco Bebo Rides Again (1994), de Bebo Valdés. Aquí hace algo parecido.

''Fue Mami la que me dijo: `Tienes que hacerles un disco a las muchachitas'', insiste Paquito, ganador de siete premios Grammy. 'Recuerdo que habíamos acabado de grabar La historia del soldado, de Stravinsky, y estábamos el productor español José Luis Rupérez y yo en la estación de Atocha, en Madrid, y me dice él: `¿Y ahora qué vamos a hacer?' Las Hermanas Márquez, le dije''.

Insiste en darle crédito al guitarrista David Oquendo, que ha sido el director musical y arreglista del repertorio, donde aparecen números como Adiós, compay Gato, Con medio peso y A toda Cuba le gusta. Con él estarán Alex Alvear en el bajo y Fernando Pina en la percusión. Paquito tocará saxo y clarinete; Albita se acompañará en algún tema con la guitarra acústica y, como siempre, Nerza toca las maracas y Trini la guitarra.

Albita recuerda que cierta vez, cuando todavía no las conocía, participó en un concierto en el Lincoln Center de Nueva York y se acercó al jefe de escena para saber detrás de quién le tocaba. ''Vas después de Las Hermanas Márquez'', le dijo. Se puso a verlas tras bambalinas y quedó muy impresionada.

''Me dejaron la pista caliente'', cuenta Albita.

¿Qué va a pasar entonces el viernes de la semana próxima en el escenario del Jackie Gleason?

''Puede pasar cualquier cosa'', dice Paquito D'Rivera. "Ellas son un pedazo de Cuba que no ha podido trasplantarse y sigue vivo; el tipo de artistas que tú no sabes lo que van a hacer en escena, pero desde que salen es standing ovation. Eso es carisma''.

jevora@herald.com

'La leyenda continúa: Paquito D'Rivera se encuentra con las Hermanas Márquez', con Albita como invitada especial. Jackie Gleason Theater, 1700 Washington Avenue, Miami Beach. Mañana viernes 21 de julio, 8 p.m. Función única. Parte de los fondos recaudados se donarán a la Liga Contra el Cáncer. Entradas a la venta en la taquilla del teatro, y en Ticketmaster, (305) 358-5885 y (954) 523-3309.

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Posted on Thu, Jul. 20, 2006

NORMA NIURKA

En las décadas de 1960 y 1970, Arístides Pumariega hizo época en el periodismo habanero con el nombre artístico de 'Arístide', desde las páginas del semanario Palante y las revistas Bohemia y Opina. Caricaturista, dibujante, diseñador gráfico y pintor, Arístide dejó una profunda huella en el campo humorístico de la isla antes de marcharse a Colombia en 1998, junto a su esposa, la escritora guantanamera Rebeca Ulloa.

El creador de Subdesarrollo Pérez, popular personaje caricaturesco de gran recordación, visitó en días pasados esta ciudad, por primera vez, con el propósito de mostrar sus óleos en la Galería Art & Artists, de Miami Beach. En la exposición titulada La Habana Clásica, Arístide mezclaba apropiaciones de obras de figuras clave de la pintura cubana con automóviles americanos de la década de 1950, tal vez en un intento de recuperar el clasicismo de su cultura.

''Soy un cubano de pura cepa'', señala Arístide quien pasó los días aquí recibiendo amigos y ex colegas que había dejado de ver por décadas. "Miami ha sido para mí como llegar a La Habana, donde me he encontrado con mi familia, mis amigos y con la Cuba que viví en los años 50''.

El autor describe su popular personaje: "Subdesarrollo jugaba con todo lo que se podía criticar, criticaba a los cuadros medios, la doble moral y hasta la quíntuple moral de ese dirigente cubano que era capaz de decir algo y hacer otra cosa. Andaba con botas rusas, pantalón de miliciano, medallota de la Virgen de la Caridad del Cobre al pecho, camiseta esquelética y con tremendos bigototes; es como el Subdesarrollo de América Latina''.

''Arístide es el maestro del costumbrismo en la caricatura cubana'', señala Armando López, periodista de El Nuevo Hudson, semanario en español del Jersey Journal, de New Jersey; amigo del caricaturista desde principios de 1960 y colega suyo en Opina, donde Arístide era el director artístico y López, redactor de espectáculos. 'El no fabrica sus personajes, los deja salir. Su carácter es como esas salas cubanísimas, de sillones de mimbre, ganchito en la puerta y de `pase usted'. Subdesarrollo Pérez está vivo en las calles de La Habana y la Pequeña Habana''.

La periodista, investigadora y escritora de literatura fantástica, Evora Tamayo, residente en Nueva York, conoce bien la trayectoria del caricaturista y valora su obra artística.

''El secreto del humor de Arístide no está tanto en su contenido como en la forma lujosa que tiene de presentarlo. A veces su humor trasciende más por la riqueza de sus dibujos'', expone la escritora. ``Sentó catedra en los niveles clásicos del dibujo humorístico. Se paseó por todos los temas del humor general y costumbrista, donde su huella es imperecedera''.

Entre las memorables creaciones de Arístide se encuentra una sección llamada El Popiao, en la revista Bohemia, que tocaba temas populares en caricaturas y textos. Algunas críticas humorísticas, tanto en El Popiao como con Subdesarrollo Pérez, costaron a su creador confrontaciones políticas y acusaciones de extranjerizante y divisionista que él recuerda ahora como ''frenazos'' a su impulso creativo.

Evora, quien trabajó con Arístide en la prensa satírica de los años 60, vislumbra la trascendencia de aquella inspiración de su amigo: "A mi modo de ver, Subdesarrrollo Pérez será el único personaje popular que sobrevivirá a la era castrista. Curiosamente, el hecho mismo de que fuera defenestrado por la dirección cultural del país, le dio la oportunidad de inmortalizarse en el panteón de la caricatura cubana''.

En el año 2000, Arístide y su esposa publicaron en Colombia Fidel Castro: El último dinosaurio, una recopilación, con caricaturas y textos, de los diversos nombretes que ha recibido el mandatario cubano durante cuatro décadas. El más reciente libro de Arístide muestra la saga de Subdesarrollo Pérez, quien ya está tratando de escapar de Cuba en balsa.

Pero no todo es dibujo y humor en los 70 años de Arístide. Fue escenógrafo de televisión y cabaret, y su primer camino fue la música. A los 15 años fundó un grupo musical y posteriormente integró el combo de Senén Suárez. Al graduarse de periodista y empezar a trabajar en la prensa se alejó de la música.

Actualmente, aunque en Bogotá es un docente universitario, Arístide encuentra tiempo para irse a tocar los bongoses por la noche en una bote con un grupo dirigido por Tuto Jiménez, fundador del grupo Niche. Su mejor explicación es ésta: "Siento en mi sangre la rumba, siento en mi sangre la cubanía si la cubanía es ver en cada rincón de la isla una brecha para la gracia, el humor y la crítica''.

nniurkaa@aol.com


martes, 18 de julio de 2006


C.M. GUERRERO / El Nuevo Herald
SALVADOR UGARTE (izq.), actor, dramaturgo, productor y director, nacido en Cuba, hubiese cumplido en el 2007 cuatro décadas de presentaciones continuas en los teatros de la ciudad.
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Posted on Tue, Jul. 18, 2006


JOSE ANTONIO EVORA
El Nuevo Herald

El año próximo iba a cumplir cuatro décadas ininterrumpidas en la escena teatral de Miami, pero Salvador Ugarte murió mientras dormía la madrugada del lunes en su casa de Coral Gables, a los 65 años.

Nacido el 6 de agosto de 1940 en Florida, Camagüey, Cuba, el actor, dramaturgo, productor y director teatral formó dúo con Alfonso Cremata en 1968 para fundar el Patronato Las Máscaras, al frente del cual ambos llegarían a ser conocidos como Los Reyes de la Risa.

En fecha reciente se le había diagnosticado a Ugarte un cáncer terminal de pulmón con metástasis a otros órganos. Su última aparición en público fue el pasado sábado 1ro y el domingo 2 de julio en el espectáculo De La Habana de ayer al Miami de hoy, en el Teatro Manuel Artime.

''El era el director'', dijo el lunes Cremata, su compañero de tantos años, en referencia al trabajo de la pareja. 'Mientras él no me decía `Qué bien te está quedando', yo no estaba tranquilo. El que se ocupaba más de la producción era yo, y él era el director de actores''.

El Patronato Las Máscaras es uno de los grupos teatrales hispanos que ha permanecido más tiempo en activo en todo Estados Unidos. Con Cremata, Ugarte produjo, montó y protagonizó más de 200 obras teatrales, cerca de 50 de ellas escritas por ambos. Aunque últimamente se le asociaba sólo con la comedia, Las Máscaras tuvo hasta 1980 un amplio repertorio de teatro dramático. De hecho, él y Cremata fueron los primeros en presentar teatro en español en el Dade County Auditorium con La dama del alba, de Alejandro Casona.

''Con la muerte de Ugarte cae un telón de luto sobre la historia del teatro cubano en Miami'', manifestó su amigo Luis Mario.

"Si en el escenario fue un gran profesional, defendiendo siempre la libertad de Cuba, con su familia y sus amigos se distinguió por su dedicación, afecto y camaradería''.

Aunque no le gustaba calificar de vernáculo o bufo su trabajo en la comedia, Ugarte fue uno de los mayores renovadores de un género proscrito en su espacio natural, Cuba, por la tendencia a reírse de lo cotidiano con una sátira mordaz, que basa su independencia en un profundo compromiso con el público.

Había salido de Cuba a México en 1965, y al año siguiente vino a Estados Unidos. Además de su trabajo para el teatro, Ugarte escribió con Cremata cinco telenovelas para Televisa, y grabó varios discos y DVD's con chistes y sketches humorísticos.

Además de Cremata, le sobreviven su hermana, Blanca Ugarte de Benito, residente en Guatemala; su hermano, el doctor Juan Ugarte, que vive en Chicago, y seis sobrinos.

Su cadáver será cremado, y el velorio tendrá lugar desde hoy a las 6 p.m. hasta mañana miércoles a las 10:00 a.m. en la funeraria Bernardo García, en 8215 Bird Road, Westchester. La familia anunciará en fecha próxima una misa en su memoria.


domingo, 16 de julio de 2006

Recientemente el músico Paquito D’Rivera produjo un disco con la música de Las Hermanas Márquez. El CD tuvo tanto éxito que llegó a estar nominado para los Premios Grammy Latinos en la categoría de Mejor Álbum Tropical Tradicional. D¨Rivera ha dado un paso más en la promoción y se presentará con Las Hermanas Márquez el viernes 21 a las 8 de la noche en el Jackie Gleason Theater for the Performing Arts, en un evento que incluye a la cantante Albita como invitada especial. Trini, Nerza y Cusa Márquez, Las Hermanas Márquez, formaron uno de los tríos más memorables de Cuba en los años cuarenta y cincuenta. Habían iniciado su carrera en Puerto Padre, Cuba, su ciudad natal y con su música recorrieron Latinoamérica y se presentaron en Nueva York. En los sesenta se retiraron, hasta este nuevo renacer, ahora como un dúo. Reservaciones Ticketmaster, 305-558-5885.

Posted on Sun, Jul. 16, 2006

By DANIEL FERNANDEZ
El Nuevo Herald

Elaine Alvarez nació en Miami de padres cubanos. Su talento operístico y su amor por ese arte la han llevado a Nueva York, donde se presentará en varias producciones de la Glimmerglass Opera, aunque ya en su horizonte se perfilan las casas de ópera de Europa.

El Santa Barbara News-Press comentó acerca de Alvarez que es: "una soprano inteligente y expresiva con pianos finamente cotrolados y un sonido abierto y poderoso en los topes''.

El desarrollo de esta joven artista es una bien balanceada fórmula de carácter y talento. Hace apenas dos años que recibió su master en la Manhattan School of Music; pero ya es miembro del programa Young American Artists, de la prestigiosa Glimmerglass Opera, en Cooperstown, N.Y.

En el Festival de este año (del cual ya hemos escrito en estas notas), Alvarez interpretará La Comtesse de Bréville en el estreno mundial de la obra de Stephen Hartke: The Greater Good. Esta puesta abre el 22 de este mes y continuará hasta el 28 de agosto.

En esta temporada la talentosa miamense tendrá también a su cargo el papel de Barena, en la genial obra de Janácek: Jenufa. Otros punto altos en su agenda son un recital en New York City, patrocinado por la Marilyn Horne Foundation, en la serie On Wings of Song. Su debut europeo será nada menos que en La Flauta Mágica, de Mozart y luego Mimí, de La Boheme, de Puccini, en la Opera de Leipzig.

Los triunfos de Alvarez son motivo de orgullo para esta comunidad, si se tiene en cuenta la historia de la familia cubana de esta joven miamense. Su padre, que era neurocirujano, escapó de Cuba con su hermano (ingeniero civil) en un bote pesquero en 1979.

La madre de Alvarez y otros miembros de su familia cambiaron su casa en Santa María del Mar, en Cuba, por una visa para España, país en el que vivieron hasta que el papá de Alvarez pudo costear el pasaje de su esposa.

Alvarez nació en Miami en 1980. Ella afirma que su madre tuvo gran importancia en el desarrollo de su carrera: ''Odiaba el piano, pero me encantaba cantar''. Su mamá, Yasmín, graduada del Instituto Superior de Arte, había sido, durante años, maestra de música en La Habana, profesión que retomó en Miami.

''De niña, me encantaba imitarla'', cuenta Alvarez. La madre se dio cuenta enseguida de que su hija ``podía entonar correctamente y reproducir su vibrato, lo que la hizo pensar que yo tenía oído para la música. Y entonces empezó a enseñarme a leer las partituras y a tocar el piano''.

Llegado el momento, la futura diva operística comenzó sus estudios en el South Miami Center for the Arts, programa de primaria para niños con aptitudes. Allí aprendió a tocar varios instrumentos, especialmente la viola.

Luego de dos años en el G. Holmes Braddock Senior High. Decidió audicionar para la New World School of the Arts, donde terminaría su enseñanza secundaria como estudiante de canto. En esos años tomó clases privadas con Geraldine Suárez-Novak y su esposo, César-Antonio Suárez, que enseñaban en FIU. "Cuando Geraldine me escuchó, me dijo que en cuanto yo encontrara mi verdadera voz, me daría cuenta de que yo era cantante de ópera [Alvarez había incursionado en el jazz]. Dos años más tarde me di cuenta de que tenía razón''.

Alvarez dejó Miami en agosto de 1998 para estudiar en la Manhattan School of Music, donde hizo su bachillerato y luego su máster, terminando sus estudios allí en el 2004.

Aunque vive en Nueva York, punto central de su carrera operística, Alvarez afirma: "Me siento muy cerca de mi familia y muy orgullosa de mi herencia cultural''.

dfernandez@herald.com

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Posted on Sun, Jul. 16, 2006
Redacción de El Nuevo Herald

Falleció en su casa en Miami Manuel Ochoa, fundador y director de la Orquesta Sinfónica de Miami. Tenía 81 años.

Ochoa nació el 6 de octubre de 1925, en Holguín, provincia de Oriente, Cuba. Se graduó de Dirección Coral en el Conservatorio Internacional de Música en La Habana. Llegó al exilo en 1966. El 6 de febrero de 1969 contrajo matrimonio en Miami con Sofía Angel Bello.

En 1989 fundó la Orquesta Sinfónica de Miami.

Además de su viuda, deja a su hijo Manuel Ochoa. Una misa en su memoria se realizará el lunes, a las 2 p.m. en la iglesia San Michel, ubicada en el 2987 West Flagler St.

Leer: "El legado cultural del maestro Manuel Ochoa"


[Fragmentos]
Efe/San Lorenzo de El Escorial, España — El escritor peruano Fernando Iwasaki, el mexicano Jorge Volpi y el chileno Alberto Fuguet reflexionaron en días recientes sobre el vínculo personal y literario que mantienen con los autores del “Boom” latinoamericano de la segunda mitad del siglo XX.
Estos autores, considerados “hijos del boom”, analizaron la influencia en sus obras de algunos escritores de la época, como el cubano Guillermo Cabrera Infante, el mexicano Carlos Fuentes y el chileno José Donoso, en el curso de verano “Nueva literatura de Extremo Occidente”, celebrado por la Universidad Complutense en la localidad madrileña de San Lorenzo de El Escorial.

El escritor, columnista e historiador Fernando Iwasaki, destacó la “pirotecnia verbal” de Cabrera Infante, cuya figura reivindicó por no ser considerada “como merece” ni en su propio país.

Iwasaki definió al autor de “Tres tristes tigres” como el escritor “menos al uso” de todos los que compusieron la generación del “Boom”, de la que fue uno de los miembros de menor popularidad y éxito de ventas, en comparación, especialmente, con García Márquez y Vargas Llosa.

“No era presa codiciada de los depredadores”, afirmó el autor del ensayo “El Descubrimiento de España” (1996), en relación a la “serena aceptación” y sentido del humor que mostraba Cabrera Infante al no saberse entre los escritores más populares del movimiento literario latinoamericano.

“Su dolor era otro”, añadió Iwasaki, que catalogó al escritor, crítico y guionista cubano como “muy sensible y susceptible” ante las críticas y frustrado ante la imposibilidad de regresar a su país, algo a lo que no tuvieron que enfrentarse el resto de autores de este movimiento. (...)

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ROBERTO KOLTUN / El Nuevo Herald
EDUARDO SUÑOL, un joven cubano exiliado comenzará a trabajar en la cadena de televisión ABC luego de graduarse en la Universidad de Columbia.
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Posted on Sun, Jul. 16, 2006


WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald

El pasado año, cuando Eduardo Suñol se vio ante el reto de elaborar su ensayo de aceptación para la Maestría de Periodismo en la Universidad de Columbia, no vaciló en decidir que escribiría sobre el significado de la libertad. O más explícitamente, sobre las sutilezas que la libertad puede comportar entre dos circunstancias extremas de la vida.

Entonces brotaron de su memoria las imágenes de un campo de fresas en Ceiba del Agua, en el sur de La Habana, donde tuvo que trabajar como estudiante becado a los 14 años. La vigilancia impuesta sobre la cosecha era tan severa que al término de la jornada laboral les revisaban hasta la boca para comprobar que ninguno de los adolescentes había probado aquellas ``frutas prohibidas''.

''Aprendimos a tragarnos las fresas enteras o mascábamos papel de cartucho para que desaparecieran los rastros de las fresas que nos comíamos'', recordó el joven cubano. ``Para mí la libertad consistía en poder comerme alguna vez una fresa sin temor a represalias''.

Pero mucho tiempo después, en Nueva York, aferrado al sueño de triunfar como inmigrante y ejercer la profesión periodística, la libertad cobraba otras dimensiones y otros sabores que desbordan el placer de degustar la más espléndida ración de fresas en la tranquilidad del hogar.

Suñol, de 32 años, está disfrutando unas breves vacaciones con su familia en Miami antes de asumir la semana entrante una nueva etapa profesional como productor asociado de la cadena televisiva ABC. Sus credenciales como el Mejor Estudiante del Año entre los 256 graduados de Periodismo en Columbia en el curso del 2006, le allanaron el camino para disputarse opciones de privilegio en un mercado laboral competitivo.

''Eduardo Suñol es un joven periodista excepcionalmente inteligente, creativo, muy agencioso y con mucho entusiasmo en desarrollar relatos que informen al público'', consideró David A. Klatell, el vicedecano docente de la Escuela de Periodismo en Columbia. "Esa combinación se está haciendo rara hoy día en el periodismo''.

Klatell agregó que entre los profesores y alumnos de esa universidad se reconoce a Suñol como "uno de esos individuos que sólo pasan por allí cada cierto número de años, y que merece enteramente su clasificación como número uno en su clase de graduados''.

Suñol dice que alcanzar ese honor académico en una clase con mayoría de estudiantes anglos ha sido "uno de los momentos más especiales de mi vida''.

''Fue un reconocimiento a mis años de esfuerzos y desvelos, al respaldo de mi esposa, a mi familia, pero también una reafirmación de lo que podemos lograr los inmigrantes hispanos cuando nos lo proponemos'', declaró.

La ruta del éxito de Suñol comenzó a fraguarse, paradójicamente, tras ser expulsado del Instituto Superior Pedagógico de La Habana en 1992 por su presunta "apatía ante las tareas revolucionarias''.

''Había pasado toda la secundaria básica y el preuniversitario trabajando en el campo y en el tercer año de la carrera me cansé, y le dije al decano que no iba más al campo, que ya yo había aportado suficiente a la revolución, y que quería dedicarle más tiempo a la universidad'', relató. "Me botaron''.

Tomó algún tiempo para recuperarse de la decepción y tratar de encaminarse como sonidista y editor de emisoras radiales. Pasó luego a trabajar en el espacio Colorama de la televisión cubana, y así fue naciendo su interés por el mundo del periodismo y la comunicación, fascinado siempre por "la otra historia detrás de la historia''.

Intentó reiniciar estudios de filosofía e historia en los cursos universitarios para trabajadores, pero ya comenzaba a darle vueltas en la cabeza la idea de abandonar la isla.

''Quería hacer mi vida sin intervención de nadie'', confesó el periodista, que es nieto del fallecido comandante revolucionario Eddy Suñol. (No llegó a conocer al abuelo, que se suicidó en 1971).

Por gestión de unos amigos, logró salir rumbo a Argentina en noviembre de 1999 para estudiar en la Universidad de Tucumán, pero un mes después se las agenció para viajar a Estados Unidos.

Como suele suceder con los inmigrantes cubanos, se radicó en Miami y empezó a ganarse el sustento para salir adelante. Su primer empleo fue como camarero del popular restaurante Versailles en la calle Ocho.

''Fue una experiencia enriquecedora porque conoces la vida del inmigrante desde cero'', explicó. "Había allí gente excelente, pero a los seis meses me puse como meta odiar ese trabajo como vía para superarme''.

Se fue a Nueva York y laboró como camarero de un restaurante, jardinero y barman hasta que consiguió una plaza de escritor en la estación local de Univisión, en el horario de la madrugada. Un año después obtuvo empleo en el Diario La Prensa.

''Trabajaba y estudiaba al mismo tiempo mientras iba mejorando el inglés'', rememoró. "Pensé que iba a volverme loco''.

Tras vencer el examen nacional de inglés (TOEFL), Suñol cursó una licenciatura en Comunicación en el legendario Hunter College de Nueva York, donde se graduó con honores y promedio académico de 3.5 en el 2004. Pero ese era tan sólo el escalón inicial de una codiciada meta: ingresar en la Escuela de Periodismo de Columbia, meca de los estudios de comunicación en Estados Unidos.

''Estaba muy enfocado en entrar a Columbia por todo lo que significa esa universidad, y me aceptaron entre 1,500 aspirantes'', manifestó. "El día que recibí la noticia esperé a mi esposa para ir juntos esa noche a ponerle unas rosas a la estatua de Joseph Pulitzer [1847-1911] en señal de agradecimiento... eso es lo menos que puede hacer un inmigrante en este país: agradecer''.

Para lograrlo tuvo que dejar el trabajo y pedir un préstamo de $60,000, pues Columbia exige dedicación a tiempo completo a sus alumnos de maestría.

Su tesis de graduación fue un documental titulado Second Chance Mothers, que refleja el drama de madres ex convictas por delitos de drogas en su batalla por reorientarse socialmente al salir de la prisión.

Como estudiante más destacado de su graduación, Suñol recibió una beca dotada de $7,500 para realizar una investigación periodística en el país o la región del mundo que él escoja antes del 2009. Aunque todavía no tiene nada decidido, anda a la búsqueda de "un tema de impacto social, que represente algo para la gente''.

Por lo pronto se propone adquirir experiencia en la televisión estadounidense para en un futuro "ofrecer mi contribución a los medios hispanos''.

El profesor Klatell advierte en él un particular talento como periodista de televisión e internet: "No tengo dudas de que tendrá éxito e impondrá su influencia en moldear el futuro de las noticias por vía electrónica, especialmente en el desarrollo de coberturas profundas de la cultura hispana en este país''.

wcancio@herald.com


viernes, 14 de julio de 2006


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ROBERTO KOLTUN / El Nuevo Herald
ALBERTO HERNANDEZ, un cubano de cuarenta años que trabaja como guardia de seguridad y es un figura en el ajedrez.
IVETTE LEYVA MARTINEZ
Especial para El Nuevo Herald

Quien eche un vistazo al currículo laboral de Alberto Hernández jamás descubrirá su verdadera vocación. Durante la semana el balsero de 40 años trabaja como guardia de seguridad en un edificio, y se le puede encontrar en las madrugadas de viernes y sábado en el club nocturno La Covacha laborando como asistente de administración.

La mayoría de las personas con las que se cruza a diario ignoran que Hernández es un maestro de ajedrez. Integra el equipo que durante cuatro años consecutivos ha colocado al Miami Dade College (MDC) entre los tres principales de la nación a nivel universitario, después de doblegar a los reyes de clubes como Harvard, Yale, Princeton y Chicago.

Hernández, estudiante de inglés del Miami Dade, es un ajedrecista nato que ha dedicado casi toda su vida al juego ciencia.

''Soy muy práctico, intuitivo, no me gusta estudiar mucho. Prefiero improvisar en la apertura y luego desarrollo el partido sobre la base de mis conocimientos de estrategia y técnica'', comentó.

A los nueve años un tío le enseñó a mover las piezas en su natal San Antonio de los Baños, y a los 11 entró en la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE), donde comenzó a estudiar. Ganó medalla de oro en tres competencias escolares nacionales y llegó a integrar el equipo cubano de ajedrez.

En 1983 quedó en tercer lugar en el Panamericano Juvenil que se realizó en Lima, Perú, y entre los 10 primeros en el Mundial Juvenil celebrado en Finlandia ese mismo año.

Tras graduarse como Licenciado en Deportes en 1988 se dedicó a entrenar a ajedrecistas, entre ellos a la Gran Maestra Vivian Remón.

``Me gusta más entrenar que competir", confesó Hernández. ``Los resultados son más visibles''.

Además de participar en varias competencias internacionales, Hernández fue entrenador del equipo femenino de ajedrez de Venezuela, entre 1991 y 1992.

A su regreso del país sudamericano, ''mi vida empezó a cambiar'', relató. ``Sospecharon que me iba a quedar en el extranjero a la primera oportunidad. Gradualmente comenzaron a marginarme''.

En agosto de 1994, junto a varias personas, Hernández entró en un barco griego anclado en el puerto de El Mariel, con la esperanza de escapar de Cuba.

``Tres días después nos bajaron con chorros de agua", recordó. ``Los miembros del contingente Blas Roca nos estaba esperando con tubos para entrarnos a golpes, y si no lo hicieron fue gracias a la intervención de la gente del pueblo del Mariel, que impidió que nos tocaran".

Al mes siguiente Hernández se lanzó al mar en una balsa. Fue rescatado por un guardacostas norteamericano y llevado a la Base Naval de Guantánamo, donde pasó nueve meses y medio. Ni siquiera allí abandonó su pasión por el ajedrez.

''Para hacer las piezas derretíamos las cajas de plástico donde nos daban la comida, y usábamos el anillo de la lata de Coca Cola para diferenciar al Rey de la Dama, hasta que los guardias nos dieron juegos de plástico'', relató. ``También organizamos competencias entre los campamentos''.

Al llegar a Miami, Hernández trató de mantenerse como ajedrecista activo, pero no tenía dinero suficiente para costear la inscripción en los torneos. Tuvo que dedicarse a sobrevivir y sus vínculos con el ajedrez se limitaron a alguna que otra visita a la Academia Internacional de Ajedrez de la Calle 8, para jugar rapid transit y ver a los amigos.

En La Covacha, donde comenzó a trabajar como guardia de seguridad en 1996, conoció a Rodelay Medina, y gracias a esa amistad regresó al ajedrez.

''Nos poníamos a jugar partidas a ciegas, recitando el lugar de cada pieza en el tablero. Ese era nuestro entrenamiento'', recordó.

Medina fundó el equipo de ajedrez del Miami Dade College de manera fortuita: en el 2002 se enteró de que el Torneo Panamericano Universitario de Ajedrez se realizaría en esta ciudad, y convenció a Hernández y a otros dos ajedrecistas, también estudiantes del centro, para que se inscribieran junto a él como equipo del College.

''Rodelay nos avisó una semana antes, así es que no nos preparamos'', rememoró Hernández.

El cuarteto le quitó solemnidad al torneo. ''Los demás andaban con trajes, nosotros fuimos en shorts y camisetas, hasta en chancletas, parecíamos más un equipo de jugar bolos'', dijo Hernández.

El improvisado equipo quedó en tercer lugar, y Hernández incluso derrotó a Pawel Blehm, Gran Maestro de origen polaco y considerado uno de los mejores ajedrecistas juveniles del mundo.

Los deportistas recibieron el respaldo inmediato del Miami Dade College, que en el 2004 recibió el premio a la Universidad del Año otorgado por la Federación Estadounidense de Ajedrez.

Actualmente el equipo está integrado por Medina, Hernández, Charles Galofre y Reinier González, además de los suplentes Alexander Villafuentes, Gilberto Fuentes y Alejandro Allen bajo el asesoramiento del profesor René García.

Sólo dos equipos han superado al de MDC: el de la Universidad de Maryland en el condado Baltimore (UMBC) y el de la Universidad de Texas (UTD). Ambos centros reclutan jugadores y les ofrecen estipendios y becas de hasta $30,000 dólares, un lujo que el Miami Dade no se puede dar.

''Se supone que un ajedrecista entrene ocho horas diarias, pero nosotros no podemos'', comentó Hernández. ``Yo juego por la internet y trato de prepararme 15 días antes de la competencia. La preparación física es fundamental: hago cardiovasculares cuatro veces por semana''.

El deportista considera que al equipo del MDC le ha ido tan bien gracias a la base de conocimientos adquirida en Cuba y ``porque tenemos talento, que es una cosa innata''.

Hernández habla con entusiasmo del movimiento ajedrecístico que ha impulsado el éxito del equipo de MDC. ``Hemos organizado dos torneos de preuniversitario y también topes entre los recintos del college''.

Ahora que el estado de la Florida reconoció su título de profesor de Educación Física Hernández sueña con volver a entrenar ajedrecistas. ''Ya estoy buscando trabajo'', afirmó con optimismo.

IvetteLeyva@yahoo.com


Posted on Fri, Jul. 14, 2006


JORGE EBRO
El Nuevo Herald

Angel Fleitas acaba de realizar la última jugada sobre el terreno de la vida, pero no dejará de actuar en la memoria de quienes le recuerdan como una leyenda del béisbol cubano de todos los tiempos.

Tras una batalla contra la leucemia, Fleitas falleció en Miami a los 91 años de edad y con él se va uno de los últimos exponentes de una época dorada, donde los jugadores eran considerados casi dioses.

''No es porque fuera mi hermano, pero era un gran pelotero'', expresó ayer Andrés Fleitas, uno de los mejores receptores que pasó por el plato del Almendares. ``Se desempañaba muy bien en la segunda y como shorstop''.

Al igual que Andrés, Angel comenzó a jugar en las ligas de los centrales azucareros y no podía ser de otra manera, puesto que él había nacido en el Constancia, municipio de Abreu un 10 de noviembre de 1914.

Su desarrollo se aceleró al integrar la Unión Atlética Amateur, donde escribió algunas de sus mejores páginas con el Deportivo Matanzas.

Fleitas fue uno de los jugadores más importantes para la conquista del título nacional en la contienda de 1943, cuando el Matanzas terminó con marca de 23-5.

''Angel fue vital en el choque decisivo contra el equipo del Círculo Militar'', recordó Andrés. ``Además, había jugado una defensa de altura''.

Ese mismo año, Angel se destacó, pero con el madero en la mano al guiar a Cuba al triunfo en la Serie Mundial amateur y quedar como líder de los bateadores con promedio de .371 (35-13).

Después del 45, debutó en la Liga Profesional Cubana. Estuvo poco tiempo con el Almendares y luego con el Marianao y el Cienfuegos, pero su paso por Grandes Ligas fue muy breve -apenas 15 encuentros- con los Senadores de Washington.


domingo, 9 de julio de 2006

Posted on Sun, Jul. 09, 2006

By ALFREDO TRIFF
Especial/El Nuevo Herald

La muestra La comedia humana del pintor cubanoamericano Arturo Rodríguez, en el Museo Bass de Miami Beach, es un convite para los amantes de la buena pintura. Rodríguez ha sembrado un recorrido artístico exitoso en numerosas exhibiciones personales, colectivas y una obra incluida en colecciones como la del Museo Metropolitano de New York, el Lowe y el Frost de Miami, entre otros.

El título de la muestra juega un poco con la idea de resumir aspectos de la naturaleza humana, que Balzac soñó con fundir en una obra única. Rodríguez debe saber que, en algún momento, el gordo genial se dio cuenta que era demasiado y renunció a ello. Por eso el artista vuelve a bregar con lo que siempre ha hecho: exponer la cambiante existencia humana.

Para comprender mejor la comedia hay que hacer un poco de historia. La obra pictórica de Rodríguez destapa en los 80. Una pintura de vivos colores, de un realismo muy personal que recuerda la obra del Max Beckman temprano, o el ruso Chagall. La temática preferida de Rodríguez es el destierro y el semblante triste de la vida doméstica. Algo eremita, Arturo es astuto observador de la vida hogareña que Wilde una vez, refiriéndose al dramaturgo Ibsen, describiera como ``doble borde de placidez y hastío''.

El aspecto más original del arte de Rodríguez en los 20 años que van del 80 al 2000, es la trasgresión espacial en función de la trama narrativa. Hay una marcada influencia de Chagall, pero a diferencia del maestro ruso, Rodríguez no busca un simbolismo. Más bien se trata de una superposición de memorias simultáneas: Lo que fue o lo que pudo ser, lo que es y lo que sería.

Apuntalado por una perspectiva de tres puntos (también llamada ``en fuga''), Rodríguez sustenta al menos tres etapas de un desenlace. Son puntos de vista que entretejen un montaje extraño, salido de la hipótesis de los mundos paralelos de un Sydney Shoemaker. En medio de esa oscilación temporal, los personajes de Rodríguez parecieran flotar. Malinterpretada por muchos como nave, esta atmósfera --más bien perpleja y taciturna--está suspendida en un adluego enigmático.

A principios del 2000 la pintura de Rodríguez se torna monocromática, más desamparada y ausente. Su variedad narrativa se reduce a interiores blancuzcos donde la pareja se esfuma en el olvido. Es el momento desolador y más nihilista de su pintura. Es, en una palabra, el insilio.

Entonces el artista buscó inspiración en la escultura, con una serie de estatuillas que exhibiera en la galería Elite Fine Arts. Rodríguez indagaba en la poesía de Rainer María Rilke, en sus Elegías del Duino. La vida del pintor se avenía a la segunda elegía: ``Nosotros, siempre que sentimos nos evaporamos... nos exhalamos... nos disipamos; de ascua en ascua soltamos un olor cada vez más débil''.

El filósofo Peter Sloterdijk ha dicho que la música, más que ningún otro arte, es capaz de comunicar humor. No hay más que ir a su casa para constatar que Arturo Rodríguez vive casi sepultado bajo el peso de la música. Por esos años entre el 2000 y el 2003 el pintor oye de todo, pero en particular le llega la sensualidad del flamenco, la nostalgia del fado, el pulso del jazz y la música Afro-Cubana: las bulerías de Camarón, los melismas de Amelia Rodríguez y Tété Alhino, al canto jondo de Morente, la delicadeza de Bill Evans y la vibra de Beny Moré. Ese reino abstracto de la música es ideal energía potencial y acicate de influencias.

Rodríguez da cabida a maestros del género del cómic como Basil Wolverton, Jack Cole, Crumb y el genial actor y grabador japonés Sharaku. De los primeros sale una propensión a la chispa; del nipón, una predilección por el mapamundi eterno de la cara humana. Ingredientes todos que nos llevan al entremés agridulce que Rodríguez nos sirve.

La dilatación consabida de los puntos en fuga desaparece. El pintor se concentra en la figura misma, en su verdad: El rostro es el espejo del alma. Siguiendo un aparente retratismo convencional, Arturo aprieta la tuerca. Vuelve el color y en algunos cuadros --acaso por primera vez-- el viso de una pelma sonrisa.

En la comedia del Bass hay obras excelentes como Niño en rojo. El chico juega con un avión de juguete. Su carota cubre todo el cuadro, mientras la nariz se retuerce y la mano derecha descansa sobre su tabique, cerca del ojo que parece navegar a estribor. El trabajador es un autorretrato en que el perfil grave de Rodríguez irrumpe en la parte superior de la tela, mientras la oreja derecha queda colgando como si escuchara --imagino-- a un gitano del jazz como Django Reinhardt.

El mesero nos presenta a un hombre con saco blanco y corbata azul, sentado sobre una silla de madera contra un fondo oscuro. La cabezota del fulano se comprime junto a las sienes y parece ponderar ''Y yo ¿qué hago aquí?''. En El abogado vemos al profesional acomodado sobre un sillón moderno, vistiendo camisa de mangas largas, tirantes y lacito carmesí. Nos mira con sus ojos abultados, pero sus labios delatan un humor íntimo y mayúsculo. Ambos son retratos oscultatorios de la psiquis.

Ese anterior desfile de personajes tipo compone la comedia diaria del artista. Más aún, Rodríguez se divierte reinterpretando a maestros de la historia de la pintura que admira: En La bailarina, le sigue el paso a Degas, en Madame X a John Singer Sargent. El bañista es una parodia de Cezanne, y El lector de Balthus.

Está claro que el pintor ha descubierto un tremendo caudal en la distorsión encefálica. Pero ¿qué queda por hacer después de piezas tan expresivas como Hombre con espejuelos, La actriz, Cabeza 1 y Cabeza 2? Son por así decirlo el límite de la posibilidad que le ofrece la forma.

No especularé sobre un próximo capítulo, cuando inevitablemente esa distorsión llegue al paisaje y las cosas --algo que Rodríguez hasta ahora evita. Lo importante es el salto; el resto es parte del riesgo inevitable de estar vivo y jugar con candela.

dada1917@bellsouth.net

'La Comedia humana', hasta el 6 de agosto en el Bass Museum (Henri and Flore Lesieur Pavillion), 2121 Park Avenue (entre la 21 y la 22 calle), Miami Beach, (305) 673-7530, http://www.bassmuseum.org


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