lunes, 7 de agosto de 2006

«Ahora tenemos en Cuba a otro generalote todavía más cruel»
ABC Ramón Raúl Sánchez en su despacho de Movimiento Democracia.
RAMÓN SAÚL SÁNCHEZ. Presidente del Movimiento Democracia.
MIAMI. ¿Cómo valora lo que está pasando ahora en Cuba?
-Creo que es la primera etapa en la desintegración del régimen totalitario que ha estado por casi medio siglo en el poder encabezado por Fidel Castro, un hombre muy cruel, opresor, pero que ha logrado proyectar una imagen al mundo de reivindicador social y protector de la soberanía del pueblo de Cuba. Cuando en realidad no es así. Se sometió a los soviéticos primero, ahora ha metido a los chinos y anda mendigando el levantamiento del embargo estadounidense, con el cual yo no estoy de acuerdo. Me parece que eso no lo va a poder continuar Raúl Castro, que por la obsesión de su hermano de eliminar a todos los que podían hacerle sombra, nunca le ha dado ningún protagonismo especial. Ahora sólo tenemos a otro generalote más, todavía más cruel que su hermano.
-Entonces, ¿cómo puede llevarse a cabo una transición democrática en Cuba?
-En ausencia de una voluntad política por parte del actual régimen de someterse a un proceso de diálogo nacional, que sería la salvación de Cuba, no queda más remedio que fortalecer a la oposición cívica dentro de la isla y eventualmente fomentar movimientos de expresión popular que terminen por forzar un cambio. Raúl Castro conoce perfectamente esta posibilidad y por eso nos tememos que a partir de ahora su próximo paso, que ya ha empezado de alguna manera, es reprimir brutalmente a los disidentes enviando un claro mensaje de que no se va a tolerar ningún tipo de reforma.
-¿Es ajustada la percepción del exilio cubano en Miami como algo monolítico?
-Hay un estereotipo fomentado primero por el propio régimen castrista que se ha encargado de presentar al exilio cubano como de extrema derecha, intolerante, dueños de las casas y negocios confiscados que quieren regresar para quitárselos al pueblo... Esto no es cierto. La verdad es que el exilio cubano es un corte transversal de cualquier sociedad. Aquí hay personas de todo el espectro político y social. Nosotros nos inclinamos en resaltar la necesidad de que Cuba sea independiente, que históricamente hemos luchado por ello pero con el problema de que EE.UU. siempre ha tratado de controlarnos. Pero nosotros queremos amigos y no amos, las mejores relaciones pero basadas en el respeto.
-¿Por qué se opone al embargo estadounidense?
-El embargo es uno de los elementos en vigor que más ha ayudado al régimen de Fidel Castro, que necesita ser visto bajo el prisma del David luchando contra Goliat y proyectar que se trata de una lucha del pueblo cubano contra el imperialismo americano. En lugar de lo que es en realidad: una lucha del pueblo de Cuba contra su tiranía. Fidel necesita declararse víctima para evadir la responsabilidad de la ineptitud e ineficacia de su propio sistema. Esto es una especie de inútil tira y afloja que sólo sirve para sostener su tiranía. Y que nadie me malinterprete porque yo estoy convencido que mi lucha contra la dictadura en Cuba me puede costar algún día la vida o la libertad.
-¿Y por qué habrían sido ustedes tan susceptibles a ser manipulados?
-Porque cuando un pueblo se encuentra en una desgracia tan grande como la nuestra, uno se vale de cualquier cosa para hacer creer cosas que no son. Por ejemplo, en las campañas electorales de Estados Unidos todos los presidentes vienen aquí, se toman un café y les dicen en español «viva Cuba libre». En mal español pero se lo dicen. Y prometen todo y nunca hacen nada de lo prometido o hacen cosas tan terribles como las actuales restricciones de sólo una visita a la isla cada tres años.
-¿Qué le parece la posición del actual Gobierno de España con respecto a Cuba?
-Me da tristeza que un Gobierno progresista encuentre algo de validez en un sistema dictatorial. Yo no veo ninguna diferencia entre los regímenes de Castro, Pinochet o Franco. Con el agravante de que Chile y España han podido evolucionar hacia la democracia. Todas las dictaduras son malas, no se pueden hacer distinciones. Y creo que Zapatero debería ser más solidario con el pueblo de Cuba.
-¿Cuáles son sus planes inmediatos?
-Estamos preparando una flotilla con ayuda humanitaria destinada a Cuba, con o sin permiso de la Administración Bush, que al igual que ya ocurrió con el Gobierno de Bill Clinton, siempre se ha opuesto a este tipo de iniciativas. Bajo el derecho internacional, los exiliados cubanos tenemos el derecho a volver a la isla. Nosotros entendemos que Estados Unidos tiene que proteger sus fronteras. Pero nosotros tenemos el derecho legal y moral de ir a nuestro país y facilitar ayuda.
PEDRO RODRÍGUEZ CORRESPONSAL

La Habana, 7 ago (PL) Varias agrupaciones de emigrados cubanos en Estados Unidos abogan por una pronta recuperación de la salud del presidente Fidel Castro, sometido a una operación quirúrgica, y confían en la continuidad de la Revolución, se anunció hoy.

Andrés Gómez, director de la revista Areíto digital y de la Brigada Antonio Maceo, ambas con sede en la ciudad estadounidense de Miami, señaló en conferencia de prensa aquí que muchos cubanos radicados en aquel país desean el bienestar del líder de la Revolución.

Mencionó, además, a las organizaciones integrantes de la Coalición Alianza Martiana, entre ellas la Alianza Martiana (a título individual), la Alianza de Trabajadores de la Comunidad Cubana y la Asociación Cultural José Martí.

También aseguró que están consternados y preocupados por la evolución del mandatario los miembros de la Asociación de Mujeres Cristianas en Defensa de la Familia y el Círculo Bolivariano de Miami Negra Hipólita.

El activista cubano-americano residente en Miami participó junto al director de Casa de las Américas de La Habana, Roberto Fernández Retamar, y el teólogo belga Francois Houtart en una rueda de prensa para informar un comunicado de personalidades mundiales sobre Cuba.

Gómez reveló que anoche conversó por teléfono con Luis Miranda, presidente de la Casa de las Américas de Nueva York (la más antigua de las asociaciones de la migración cubana en Estados Unidos), y también se sumó a quienes hacen votos por el bienestar de Fidel Castro.

"Otros centenares de emigrados con los cuales mantenemos relaciones en Estados Unidos y que se oponen a la política de agresión permanente mantenida en los últimos 47 años contra el pueblo cubano, quisieran dejar constancia con esos mismos deseos", subrayó.

El director de la Brigada Antonio Maceo, integrada por cubanos partidarios de la normalización de relaciones entre Washington y La Habana, manifestó total confianza en las instituciones y dirigencia cubanas "en momentos memorables como estos".

"Esta histórica situación demuestra la continuidad y profundización del proceso libertario del pueblo cubano, aunque pudiera tentar a algunos funcionarios en el gobierno federal en Washington para actuar de manera agresiva", puntualizó.

Fernández Retamar, por su lado, alertó que estos días han sido en Cuba "de serenidad, orden y esperanza en lo interno", pero "también se han producido manifestaciones sumamente negativas por parte de integrantes del gobierno (norteamericano)".

Parece que hasta el momento la cordura predomina, pero hay declaraciones preocupantes, agregó Gómez, quien denunció nuevos planes del gobierno del presidente George W. Bush para agredir y destruir la Revolución.

Además de lo que se hace público, opinó que el documento de la administración Bush anuncia la existencia de un anexo secreto que debe tratarse de lo mismo que se ha tratado la política y agresión permanente por parte de Estados Unidos contra Cuba.

Eso es, remarcó el activista cubano-americano, más agresiones, más subversión e inclusive planes para la guerra, en caso de que lo decidan así.

Fustigó, entretanto, a la dirigencia contrarrevolucionaria de la extrema derecha en Miami por sus manifestaciones de frustración, odio y venganza, a raíz de que se conoció la proclama del presidente Fidel Castro, en la que delegó provisionalmente sus funciones políticas.

Aseguró que el objetivo de esos sectores ha sido y es precipitar una crisis entre los gobiernos de los dos países para provocar una situación de confrontación que eventualmente lleve a la guerra.

"Lo que es cierto para mí es que esas son señales de frustración, de su derrota, y elementos como esos jamás volverán a formar parte de la nación cubana", apuntó.

mgt/ucl

domingo, 6 de agosto de 2006


J. B. Luna. LITOGRAFIA "LA LIBERTAD DE CUBA" .
1875. Nueva York. Actualmente se encuentra en
The National Archives of Washington.
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2006-8-6

Por Félix José Hernández.
Exiliado cubano residente en Francia. Es profesor de Civilización de América Latina en la Université de Marne-la-Vallée.

París, 5 de agosto de 2006.

El libro de español para el último año de bachillerato en Francia, editado por la casa de Ediciones Dider, propone una famosa litografía titulada "La Libertad de Cuba". Al mismo tiempo, en un dossier dirigido a los profesores, se dan numerosas informaciones para que éstos puedan explicar a sus alumnos galos dicha litografía.

A continuación un resumen del dossier

Leer: La libertad de Cuba


03-0802006

El ex general de brigada cubano José Quevedo Pérez llamó hoy a sus 'compañeros' de las Fuerzas Armadas de Cuba a contribuir a resolver la actual situación del país sin que se perpetúen en el poder los Castro y a no sumarse a la represión.

'Durante toda mi vida he estado soñando con que las instituciones armadas (...) sean precisamente para salvaguardar los intereses de la patria', dijo Quevedo Pérez en una aparición en el programa de televisión A mano limpia, del Canal 41 de Miami.

Según Quevedo, que llegó a ser jefe de logística de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba y vive exilado en EEUU desde 2003, hoy el interés de Cuba radica en tratar 'por todos los medios de resolver la situación sin que siga al mando el grupo que ha usurpado el poder'.

No se sumen a la represión', exclamó el ex general de brigada en su llamamiento a sus antiguos compañeros de armas.

Quevedo Pérez reiteró a lo largo del programa, presentado por el periodista dominicano Oscar Haza, que Raúl Castro, desde hace 48 horas presidente en funciones, 'no tiene capacidad' para conducir a Cuba en esta encrucijada y ha demostrado ser 'más cruel' que su hermano mayor.

El pasado lunes, el líder cubano, Fidel Castro, de 79 años, anunció mediante una proclama que delegaba provisionalmente el poder en su hermano menor, de 75, en razón de que él convalecía de una operación por hemorragias intestinales.

El ex general, quien combatió contra Castro y sus hombres antes del triunfo de la revolución y luego fue 'un hombre de Fidel', dijo que se siente 'totalmente defraudado' y engañado por el régimen castrista en sus respuestas a Haza y al periodista y escritor cubano exiliado Carlos Alberto Montaner.

Quevedo Pérez conoció a Fidel Castro en la Facultad de Derecho, donde ambos estudiaban, y se integró al Ejército rebelde después de una derrota de las fuerzas gubernamentales.

El militar recordó que Castro le pidió entonces que convenciera a sus compañeros de armas de que se pasasen a las filas rebeldes, lo mismo que hizo ahora con su llamamiento de hoy.

Terra Actualidad - EFE

El congresista Lincoln Díaz-Balart dice que 'Chávez debe quedarse quieto y España apoyar transición en Cuba'.

Agencias

sábado 5 de agosto de 2006 16:27:00

Líderes del exilio cubano en Miami apoyaron los llamados hechos por el presidente George W. Bush a "actuar por un cambio democrático" en la isla en momentos de enfermedad del presidente Fidel Castro, y dijeron que si lo hacen serán "protegidos" por Estados Unidos, reportó AFP.

Con Fidel Castro convaleciente tras una operación que lo indujo a traspasar el mando provisionalmente a su hermano Raúl, el exilio cubano de Miami ha multiplicado sus llamados por un alzamiento dentro de la Isla, viendo condiciones para alcanzar un cambio político por primera vez en casi 48 años.

"Este es sólo el comienzo", dijo a la AFP Camila Ruiz, portavoz de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), la mayor organización del exilio en Miami.

"Nunca estamos conformes con nada hasta que eso (el gobierno de Fidel Castro) se termine allá, pero yo pienso que van a seguir anunciando nuevos pasos", agregó la portavoz, cuyo grupo llamó esta semana a un alzamiento militar o civil contra el régimen de Castro, que dé paso a un gobierno de transición.

Entre esos nuevos pasos, la secretaria de Estado, Condolezza Rice, dirigió un mensaje este viernes a los cubanos por Radio y Televisión Martí —emisoras del gobierno estadounidense que transmiten hacia Cuba—, pidiendo a la comunidad internacional presionar por una transición, ofreciendo el apoyo económico de Estados Unidos para ello y garantizándoles "sus derechos" a los cubanos si deciden cambiar al gobierno.

Tras guardar silencio en torno al cambio de mando en Cuba desde el lunes, el presidente Bush dijo el jueves que los cubanos tienen ahora una oportunidad de "actuar" por un cambio, y que "tomará nota" de quienes traten de impedirlo.

"Este es un mensaje solidario, no les está diciendo otra cosa que no sea que velen por sus propios intereses, y asegurándoles que van a tener la ayuda de Estados Unidos", dijo, por su parte, Ninoska Pérez, comentarista radial y portavoz del Consejo por la Libertad de Cuba.

"Estados Unidos estará vigilando a aquellos que actúen contra la población, así que creo que es un mensaje para que ese pueblo se sienta protegido" si decide cambiar de gobierno, agregó Pérez.

La Habana, temerosa de que el quebranto de salud sea aprovechado por Washington y el exilio de Miami para intervenir en la isla, ha advertido que el país se defenderá, y ha tomado previsiones militares, reforzado la vigilancia en aeropuertos y costas, y movilizado los Comités de Defensa de la Revolución.

Díaz-Balart: 'Chávez debe quedarse quieto y España apoyar transición en Cuba'

El congresista cubanoamericano Lincoln Díaz-Balart instó al presidente venezolano, Hugo Chávez, a no interferir en Cuba tras la delegación provisional del poder a Raúl Castro y llamó a España a apoyar una transición democrática en la isla, en declaraciones a la AFP.

"La intención de Estados Unidos es de no permitir que haya intervención externa en el proceso de la entrega de la devolución de la soberanía al pueblo cubano", afirmó el representante republicano de Florida, al ser consultado sobre las relaciones estrechas que mantienen Chávez y Fidel Castro.

"Si alguien se cree en el mundo que va a poder interferir en Cuba para evitar el proceso hacia la democracia, se equivoca", advirtió Díaz-Balart, después tras la delegación provisional del poder por parte del gobernante Fidel Castro a su hermano Raúl por razones de salud.

"Estados Unidos no va a permitir que fuerzas externas entren a dictarle a los cubanos que no pueden tener elecciones libres", agregó el congresista.

Venezuela es el mayor apoyo del régimen cubano con un programa de cooperación petrolera, mediante el cual le envía 98.000 barriles diarios de crudo a Cuba. A cambio, La Habana apoya programas sanitarios, sociales y educativos, y mantiene cerca de 30.000 médicos cubanos en este país.

Tras el llamado el viernes de la secretaria de Estado Condoleezza Rice a los países democráticos a presionar por una transición que abra el paso a elecciones en Cuba, Díaz-Balart deseó que "ojalá que España demostrase solidaridad con el derecho del pueblo de Cuba a ser libre".

El congresista no disimuló su molestia con el cambio de la política cubana de Madrid después del triunfo del socialista Zapatero en las elecciones de marzo de 2004.

"La realidad es que el gobierno anterior español reiteraba su deseo de que Cuba fuese libre", explicó, en alusión a la postura del ejecutivo del conservador José María Aznar que impulsó las sanciones de la Unión Europea (UE) contra Cuba, tras la redada de la primavera de 2003 en la que cayeron 75 disidentes.

"No he visto la misma la misma actitud por parte del Gobierno actual", sostuvo Díaz-Balart, en alusión a la suspensión de esas mismas sanciones a iniciativa del Gobierno de Zapatero en enero de 2005, aunque bajo revisión cada año, a fin de promover el diálogo político en busca de una apertura.

Tras el anuncio de que Fidel Castro entregaba el poder provisionalmente a su hermano Raúl por razones de salud, el ministro español de Relaciones Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, deseó "un restablecimiento lo más rápidamente posible al comandante Castro".


Miguel Fernández Martínez

Tengo la impresión que el espíritu de Fray Tomás de Torquemada está de paseo en las calles de Miami. Hay vapores extraviados que huelen a hogueras listas para castigar la osadía de enfrentar la opinión de muchos que no aceptan contrincantes. Cada día se oyen voces más altas, amenazantes, casi histéricas.

Desear el final de una dictadura y el retorno de una democracia real y verdaderamente popular, es el sueño de todos. Embriagarse hasta la locura para festejar la muerte de alguien, es harina de otro costal. Incluso cuando ese desdichado que se encuentre a los pies de la muerte, tenga sobradas razones para dejar el mundo de los vivos. El juicio final siempre corresponderá a Dios. Pero como todas las cosas, en este lado del mundo que le han llamado la Capital del Sol, los dogmas pueden ser tan relativos como los principios matemáticos de Einstein.

En Miami, el lunes un amigo de esa parte del exilio radical, se puede convertir en enemigo el martes. De acuerdo a como reaccione ante el gobierno de La Habana. La gente se inscribe en el partido político que les prometa derrocar a Castro en los primeros seis meses después de ganar las elecciones, aunque después le recorten los gastos de Medicare y Medicaid y hagan negocios con Cuba por mas de 400 millones de dólares. Adoran más que cualquier gringo al inquilino de la Casa Blanca que venga con una guayabera al Restaurant Versailles a tomarse una taza de café y decir en mal español ¡Viva Cuba Libre! y son felices cuando se toman medidas que ayudan a estrangular las esperanzas de supervivencia de sus compatriotas en la isla, en pago a sus favores electorales.

A Jimmy Carter lo adoraron después que permitió que 130 mil cubanos entraran a los Estados Unidos por el puente del Mariel, pero se convirtió en traidor de los cubanos de Miami cuando osó asegurar que el gobierno comunista de Cuba no era un peligro para la seguridad de los americanos. Y como ahora es una moda ser Republicanos y ultra conservadores, se han convertido en los mayores impulsores del fascista Sensenbrenner y piden a gritos que expulsen a todos los inmigrantes indocumentados porque…..ninguno de ellos se solidariza con la causa anti castrista.

Ahora le tocó a Juanita Castro Ruz, caer ante la implacable corte inquisidora, solo por declarar públicamente su desacuerdo con las exiguas pero enardecidas manifestaciones que se concentraron en dos o tres puntos neurálgicos de la ciudad, para vitorear con banderas cubanas y con los sonidos de los claxon de los automóviles la presumible –y deseada- muerte del dictador cubano Fidel Castro.

Convertida en una suerte de Juana de Arco moderna, esta mujer que se debate entre la disyuntiva del dolor familiar y las diferencias ideológicas que la llevaron al exilio hace cuatro décadas, está en la mirilla de sus censores, los mismos que la aplaudían hace algunos años cuando criticaba públicamente las atrocidades de sus hermanos varones y se convirtió en un vocero del exilio cubano en Miami.

Ahora, más vieja, resentida por la vida y afectada por los últimos acontecimientos donde uno de sus hermanos, -el gobernante cubano Fidel Castro- tuvo que ser sometido a una complicada y riesgosa intervención quirúrgica que ha paralizado al mundo, Juanita Castro Ruz se ha convertido en la “enemigo número uno” de los cubanos radicales de Miami.

Con razón o no, ella dijo lo que pensaba y ya los de “barricadas” hablan de un boicot a su pequeño negocio de farmacia, le piden desaforadamente que se largue a Cuba a lamentar su dolor de hermana, sacan al aire viejos “trapos sucios” de su pasado e incluso han llegado a acusarla de ser “espía castrista”.

He demorado la redacción de este artículo, solo para escuchar las llamadas de muchos oyentes en un popular programa radial donde se abordó el tema de marras y escuché voces muy viejas de ancianos que no soportaron quedarse callados, para destilar añejos rencores contenidos contra quien no es la verdadera razón de sus desgracias.

Aquí siempre están a la caza de “enemigos”, de espías y traidores. Los ven en todos los rincones y en todas las sombras. Es tan enfermizo el asunto, que los verdaderos, campean por su respeto, delante de las narices de estos “heroicos combatientes de café con leche” sin darse cuenta siquiera.

Estas reacciones ante la opinión contraria, ese radicalismo que no admite discusiones o puntos divergentes, parece indicar que es lo único que se ofrece para el futuro.

Ojalá Torquemada regrese a su tumba, y no vaya con ellos, los “radicales”, a la Patria que sueña con mejores amaneceres.


Tomado de: Conexión Cubana


Publicado el 08-05-2006

MIAMI (EFE)

Alina Fernández Revuelta, la hija “rebelde” del presidente de Cuba, Fidel Castro, dijo hoy en Miami que siente pesar por “cualquier dolor” que padezca su padre, pero se identifica más con la “agonía” del pueblo cubano.

En cuanto a la condición de Castro después ser sometido a una operación quirúrgica por un problema intestinal, informó que fuentes no familiares le han comunicado que “hoy pudo levantarse y caminar”. “Eso es lo que me han dicho, pero también pudieron haberme mentido. Estamos todo en incertidumbre”, advirtió la hija natural de Castro a la emisora de radio WQBA 1140, de Miami.

Cuatro días después del anuncio de que su padre entregaba temporalmente el poder a su tío Raúl, Fernández decidió romper su silencio concediendo una entrevista a esa emisora donde tiene un programa. “Sí, como hija, en ese sutil hilo que queda (con Castro), siento pesar por cualquier dolor que pueda sufrir mi padre”, reconoció quien es una de las personas más críticas del gobernante cubano. Al ser preguntada por si sentía odio o frustración hacia su padre, reiteró que el sentimiento es de “pesar”. “Es mi padre. Yo siempre me he sentido más como una cubana que se vio obligada a vivir en el exilio”, dijo.

Exiliada desde 1993, Fernández después de vivir en España y en otras dos ciudades de EEUU, se radicó en Miami, la meca de la diáspora cubana que huyó de la isla caribeña desde los inicios de la revolución por considerar que el destino político del país se enfilaba hacia un sistema comunista. En esta ciudad ha logrado ganarse el respeto y reconocimiento de sus compatriotas, además de pulsar muy de cerca las dolorosas experiencias de los cubanos que se han lanzado al mar tratando de llegar a Florida y han perecido en el intento. Desde ese contexto, Fernández resaltó: “más siento, conozco y sufro la agonía del pueblo cubano. De toda la gente que ha llegado aquí y ha perdido familiares (camino al exilio)”. “Los niños nuestros son los únicos en el mundo que tienen esa experiencia horrible de ver cómo sus padres son devorados por tiburones, es algo brutal”, aseguró en referencia a la peligrosa travesía por el Estrecho de la Florida, a 90 millas de Cuba.

Otro de los aspectos tratados por Fernández fue la no comparecencia pública de Raúl Castro después de asumir temporalmente el poder luego de más de cuatro décadas de que Fidel Castro dirigiera los destinos del país. Algunos medios de comunicación han señalado que Raúl estaría sufriendo una depresión porque su esposa, Vilma Espín, también tiene problemas de salud.

“Si Fidel está recién operado y Raúl está con una esposa muy enferma, creo que no están para hacer apariciones públicas. Pero todo esto es, un poco, el mundo de la especulación”, expresó.

Fernández, de 50 años, aseguró que supo “con certeza” que “Vilma había estado bastante enferma hace como dos años y logró recuperarse”.

Sobre una posible negociación entre Raúl Castro y Estados Unidos, la única hija mujer de Fidel dijo no poseer información al respecto y manifestó temor de que Washington pudiera aceptar la permanencia de la sucesión.
“Lo que da temor es que ni la actual administración (de EEUU), ni a la que venga, le conviene, ni puede permitir un país desestabilizado en el Caribe, más en un contexto de guerra contra el terrorismo”, manifestó.

“Pienso que la tendencia siempre va a ser aceptar lo que mantenga el orden y no es lo que todos queremos escuchar”, agregó.

Fernández Revuelta es hija de Castro y Nati Revuelta, quien acompañó al mandatario cubano a instaurar el proceso revolucionario.

En la entrevista reveló que se comunica con su madre a través del correo electrónico y afirmó que “nunca ha pensado en salir de Cuba, pertenece a esa generación que hizo la revolución y tiene el derecho de no querer irse de su casa”.

La hija de Castro escapó de Cuba en diciembre de 1993 disfrazada con una peluca y fingiendo ser una turista española. Logró burlar los servicios de seguridad cubanos y subió a un avión con destino a Madrid. EFE

so/ar



Posted by Picasa Armando Oréfiche. Foto de Archivo

Publicado el 08-05-2006

Por Rosendo Rosell
El titular no es mío, sino de la prestigiosa revista norteamericana, que lo señaló así. El desaparecido músico y compositor cubano, autor del internacionalmente famoso “Mesié Julián”, nació en La Habana en 1911. Creció y se educó en la barriada del Cerro, graduándose, en 1929, en la Academia Municipal de Música que dirigía el recordado maestro Gonzalo Roig.
Armando Oréfiche empezó como pianista en la orquesta de los Hermanos Le Batard, y en la del teatro Encanto. Puede decirse que entró en la leyenda en 1932, cuando el laureado maestro Ernesto Lecuona, le invitó para participar con él en una gira de conciertos por toda España. Bajo su dirección musical la orquesta se convirtió en todo un espectáculo teatral. Dos años más tarde, en Venecia, tras una grave enfermedad que obligó al maestro Lecuona a regresar a Cuba, tomó la batuta y desde el piano, siguió dirigiendo a la Orquesta Lecuona Cuban Boys, en homenaje al compositor de “Siboney”. A partir de aquel momento la carrera artística de Oréfiche no cesa de recibir reconocimientos y honores, siendo de los primeros en divulgar la conga en Europa, así como otros ritmos cubanos que se distinguen por sus originales arreglos orquestales y evoluciones escénicas.
Tras siete años recorriendo las principales capitales de Europa y el Oriente, realiza giras igualmente exitosas por Cuba, América del Sur, y Estados Unidos de América, donde grabó, en Hollywood, la banda sonora de la película “Carnaval en Costa Rica”. (...)
Las estrellas cubanas, Celia Cruz y Olga Guillot, mantuvieron siempre admiración y cariño por Oréfiche. Respeto que se hizo patente por estelares figuras internacionales. Y, no solamente sus compañeros artistas, sino los más reputados críticos y periodistas hicieron objeto de sus crónicas, todas positivas, hacia su brillante carrera. “Es un pianista poco común en cuanto a seguridad y mímica”, dijo “La Prensa” de Buenos Aires. “Es un inventor de la dinámica a manos ocupadas”, afirmó Moisés Simon, autor de “El Manisero”. Y el gran escritor y periodista cubano, Francisco Ichaso, en Diario de la Marina, dijo: “El espectáculo está buscado desde todos los ángulos, y logrado casi siempre”...

Dicen los ditirambos cronológicos de su extensa música, que su mayor éxito fue el tema “Mesié Julián” pero igualmente famosas fueron sus composiciones “Rumba Blanca”, “Rumba Negra”, “Habana de mi Amor”. “Rumba Arabe”, “Bombón”, un mambo dedicado a la Faraona, Lola Flores. Famosas fueron sus colaboraciones con Josefina Baker “Mayarí” y “Conga Blicotí”. Igualmente interpretaron su música, estrellas de la categoría de Rita Montaner, Miguelito Valdés, Bola de Nieve, Antonio Machín, Hugo del Carril, Pedro Vargas, y hasta el mismísimo Maurice Chevalier, así como un sinnúmero de estelares figuras.

Fiel a sus raíces cubanas, siempre hablaba de su Cuba. Y me dijo muchas veces que se sentía confortablemente en Palmas de Gran Canaria, donde vivió varios años, y donde murió, pero que la nostalgia le invadía y por eso, agradecía sobremanera las veces que lo trajimos a Miami, “porque se parecía tanto a Cuba”... También tuvieron el gusto de traerlo a Miami, la Sociedad Pro Arte Grateli, y Mara y Orlando.

Hemos creído oportuno hacer este pequeño recuento de un amigo estelar como Armando Oréfiche, porque los méritos acumulados durante su dinámica viva creativa lo merecen. Pensamos que debe estar dando su Concierto en el Cielo, como nos decía, junto a las figuras y afectos de los que fueron sus amigos, y le acompañan en el largo viaje...

“Concierto en el Cielo” de Oréfiche, es un compendio imaginario del concierto que él, según me explicaba, hubiera querido realizar en el Cielo. Los que seguimos en la Tierra, Gracias a Dios, disfrutamos de lo bueno y lo sano, como los Productos Kirbyyyyyy, y sus Sabrosos Frijoles, plenos de Sabor Criollo... Y visitamos a diario, para degustar sus comidas y bebidas, el mejor restaurante de Miami.... “Casa Juanchooooooooo”....


Posted by Picasa AGOSTO DE 2006

por Christopher Domínguez Michael

En diciembre de 2002, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara tuvo a Cuba como huésped y Letras Libres preparó un número dedicado a debatir el presente y el futuro de la isla. Aquella presentación, como se recordará, fue interrumpida por un ruidoso contingente de castristas quienes, bien acompañados de funcionarios cubanos, convirtieron aquello en una faramalla que reproducía, en México, los procedimientos inquisitoriales e intimidatorios propios de la dictadura y sus comités vecinales.

El acto de repudio, como se lo llama en la jerga persecutoria, duró más de dos horas y una vez concluido, por razones que no sé si atribuir a la saciedad de los provocadores o a la corrosiva influencia de la tolerancia democrática, el clima se distendió cómicamente y tanto los fiscales como las víctimas nos fuimos retirando en calma, cada uno por su lado, comentando un incidente que se llevó a cabo en las narices de los organizadores de la feria, obsequiosos hasta el escándalo con el régimen cubano. Recuerdo, todavía, a algunos de los castristas tapatíos tomándose la foto del recuerdo con una linda muchacha cubana que, en calidad de La Libertad guiando al pueblo, había animado con entusiasmo a los alborotadores. Esa noche, en la habitación del hotel, mientras procesaba esa clase de adrenalina que sólo la política desencadena, me consternó pensar, sobre todo, en lo que esa jornada habría significado para mis colegas cubanos, el novelista José Manuel Prieto y el ensayista Rafael Rojas, director de la revista Encuentro de la Cultura Cubana, ofendidos en la tierra de su exilio con los métodos rutinarios del totalitarismo.

Meses después, en la primavera de 2003, aprovechando las circunstancias creadas por el bombardeo estadounidense de Iraq, la dictadura calculó que podía arremeter, sin pagar un costo demasiado alto, contra la disidencia, llevando a cabo una de las represiones más virulentas que haya emprendido en su ya larga historia de medio siglo. Entre aquella noche en Guadalajara y la represión de marzo en Cuba, creo encontrar el tono para hablar de Rafael Rojas, historiador nacido en Santa Clara, Cuba, y residente en México desde hace varios años. Por un lado, recapitulo, está la paradoja, no por clásica menos amarga, que implica honrar las libertades en democracias donde los castristas usan y abusan precisamente de las libertades democráticas cuyo ejercicio niegan a los cubanos. Y por el otro lado, es evidente que la inflexible facundia con la que Castro aguarda el final de su vida implicará el deterioro cada día más irreversible de la posibilidad de una transición pacífica en Cuba, tal cual lo desearía un liberal de temperamento moderado como lo es Rojas, quien teme, como lo dice en Tumbas sin sosiego, que el futuro cubano sea un mercado sin república y una democracia sin nación.

A casi medio siglo del triunfo de la Revolución Cubana y de su transformación en una dictadura, Tumbas sin sosiego. Revolución, disidencia y exilio del intelectual cubano, narra, con esa penetrante visión de conjunto tan propia de aquellas autobiografías espirituales que se ocultan en la modesta secrecía del ensayo, la aventura de los intelectuales cubanos. El vértigo que va de 1959 a 1961 ocupa las páginas centrales en un libro donde se estudian las pasiones que, desde el fervor hasta la ceguera, actuaron para que muchos intelectuales de la isla, y con ellos varias de las mentes más conspicuas de aquella época, hipotecasen su conciencia al servicio de la última de las grandes revoluciones marxista-leninistas. Pero, recurriendo a una vieja idea conservadora que se alimentó de Dostoievski, la que encuentra, en la atracción revolucionaria, la consumación de aquello que se incuba en el nihilismo, Rojas insiste en que no todos los letrados cubanos sucumbieron al embrujo. Cito, porque yo no lo conocía, el testimonio final del ensayista Jorge Mañach (1898-1961). Exiliado, Mañach advertía que, al declarar el carácter socialista de la Revolución Cubana, Fidel Castro traicionaba el mandato que recibió mientras peleaba en la Sierra Maestra, pues “el pueblo de Cuba –todas las clases sociales y muy especialmente la clase media– le apoyaron moral y materialmente para que liberara al país de la satrapía batistiana, y después, con la autoridad de esa victoria, convocase a unas elecciones, que sin duda habría ganado abrumadoramente, poniéndolo así en condiciones constitucionales de hacer efectivas las grandes reformas y rectificaciones que la Constitución del 40 había ya contemplado. A lo que no estaba autorizado el fidelismo era a cambiar radicalmente, por sí y ante sí, la estructura institucional y social de la nación cubana sin el previo y el explícito consentimiento de nuestro pueblo, otorgado mediante un proceso de amplia decisión pública y en un ambiente de plena libertad. El asentimiento de una muchedumbre fanatizada ante una tribuna, no da autoridad bastante para alterar el destino que un pueblo se ha ido forjando desde sus propias raíces culturales e históricas” (pp. 194-195).

Del mito de José Martí, convertido en providente bautista del castrismo, al desencanto (y a la contrición y al reencantamiento) de José Saramago, del arrobamiento tolkineano de Lezama Lima a su clausura en vida, de la reticencia católica de Cintio Vitier a su segunda conversión, pasando por el exilio de Guillermo Cabrera Infante, por la visita de Sartre, la suspicacia de Jorge Edwards, la servidumbre de Roberto Fernández Retamar y por las tenebras del caso Padilla, Tumbas sin sosiego explica cómo la Revolución Cubana negoció, en riguroso ardid mefistófelico, el alma de los intelectuales cubanos que, habiendo sido comunistas, republicanos o católicos, confluyeron en una desastrada constelación nacionalista. Y para que ello ocurriera, nos explica Rojas, hubo que condenar a la República Cubana entera, presentando el período que va de 1901 a 1959 como una neblinosa Edad Media que, en esa versión, no habría sido ninguna otra cosa que un títere sometido a los antojos y los caprichos del imperio.

La longevidad de la dictadura, lo mismo que su hipnótico predicamento en Occidente, no se explica sino en la medida de su cercanía geográfica de la democracia imperial que ganó las batallas decisivas del siglo XX. Pero la historia de Cuba, antes y durante (y acaso después) del cautiverio comunista, tiene que ser también, como se propone en Tumbas sin sosiego, la genealogía del nacionalismo isleño, de ese malestar de la cultura cubana expresado en la supuesta ausencia de mitos fundadores y en el desdén precoz, marcado por el aburrimiento parnasiano, de la vida democrática, vertientes que Rojas analiza de manera descarnada y melancólica. No podía ser de otra manera en quien pertenece, como Rojas, a la generación que abandonó el mito de la revolución traicionada, asumiendo que en Cuba habrán pasado muchas cosas del orden endógeno, pero lo que se escenificó fue esencialmente uno de los últimos capítulos de la cruzada antiliberal que empezó en Rusia en el invierno de 1917.

Si la Revolución se construyó a sí misma pintando un cuadro horrendo del primer medio siglo de vida independiente cubana, Rojas invierte el método y muestra, con unas artes que sorprenden a quienes no hemos tenido otra imagen metahistórica de Cuba que la diseñada por el castrismo, la riqueza y la variedad de aquella capital antillana de nuestro mediterráneo. Para quienes nacimos después del 1 de enero de 1959 (y entre ellos se cuenta, lo cual explica muchas cosas, el propio Rojas, nacido en 1965), aquel mundo cubano era cosa de fantasía, una genial invención lingüística de Cabrera Infante, un rumor, en fin, un tanto equívoco, asociado a figuras que en Tumbas sin sosiego ganan un nuevo peso más allá del canon que suele incluir, falsificándola un poco o un mucho, a la revista Orígenes y a sus fundadores, primero censurados y luego rehabilitados por la dictadura. Todo escritor necesita, para decirlo con Lezama Lima, una era imaginaria que lo libere de la esclavitud del tiempo, y en ese sentido, cabrerainfantiano, Rojas honra la vida intelectual de Cuba durante la última década de la República, como ese pasado absoluto o tiempo perdido sin el cual no se tiene energías para vivir en el exilio o para litigar, haciendo literatura, en el fuero interno.

Haciendo la topografía de la Cuba revolucionaria, Rojas detecta, a lo largo de los años sesenta, las grandes polémicas junto a las tendencias políticas que pelearon por el poder cultural, por la Casa de las Américas, la Unión de Escritores y Artistas y el Ministerio de Cultura, posiciones cuya importancia para la izquierda internacional es actualmente difícil de describir. El mapa desplegado en Tumbas sin sosiego permite seguir, desde la polémica entre Virgilio Piñera con Fernández Retamar sobre el tema capital, el compromiso político, hasta la beligerancia de los marxistas heterodoxos (de la que acabaría por salir el novelista Jesús Díaz, uno de los maestros de Rojas) contra los viejos comunistas (Juan Marinello, Nicolás Guillén). Quienes acabaron por ganar la partida fueron los nacionalistas revolucionarios, entre los que se contó, hasta su ruptura en 1971, el audaz Carlos Franqui. Fueron estos últimos, concluye Rojas, los ideólogos que, tras el colapso soviético, limaron la constitución estalinista de 1976 y dotaron al régimen de una legitimidad inspirada en el nacionalismo.

Tumbas sin sosiego también puede leerse como la crónica de una “revuelta bibliográfica”, la afortunada expresión que Rojas tomó de F.X. Guerra –y que yo cambiaría por la de “revuelta hemerográfica”. Como en pocos, en Tumbas sin sosiego se demuestra aquello de que la historia de una literatura se encuentra en sus periódicos y en sus revistas, de tal forma que Cuba no sólo es Orígenes, sino (y cito en desorden) Revista de Avance, Bohemia, Lunes de Revolución, Ciclón, El caimán barbudo o Pensamiento crítico, las líneas de la mano que Rojas va leyendo en busca no sólo del pasado, sino del destino de la inteligencia cubana.

Causa asombro, perplejidad y envidia, y así me lo decía la otra tarde un amigo, la importancia que los cubanos le dan –lo mismo en la diáspora que en La Habana, en Lezama Lima que en Vitier, en Fernández Retamar que en Sarduy, en Rojas que en sus adversarios– a su tradición literaria, a la cubanía o a la cubanidad. Y me permito, dado que en México y en Cuba choteo quiere decir la misma cosa, decir que me entero, leyendo Tumbas sin sosiego, de que hubo un homo cubensis, a cuya postulación arqueológica se opuso el escritor y etnólogo Fernando Ortiz. Pero hacen bien los cubanos afanándose en esos cuidados, pues, como le ocurre a los rusos, tienen una literatura no sólo extraordinaria sino mesurable. El número de los grandes escritores cubanos es el mismo que el los apóstoles, con la democrática ventaja de que cada lector puede sumar o restar nombres a la lista: Martí, Casal, Lezama Lima, Carpentier, Vitier, Lydia Cabrera, Fernando Ortiz, Cabrera Infante, Sarduy, Piñera, Eliseo Diego, Arenas…

Pero algo falta (o más bien algo le sobra) a Tumbas sin sosiego para ser incluido sin vacilación en la jerarquía de los modernos ensayos cubanos de los que es crítica, comentario y continuación. Me refiero a las páginas de Rojas que muestran mala escritura, mala escritura académica, como en la página 416, segundo párrafo, donde, para decir que algunos escritores de Miami ya no se sienten exiliados, Rojas recurre a extravagancias como “subjetividad nómada”, “localización bicultural” o “noción radicalmente traslaticia”.

Tumbas sin sosiego tiene páginas notabílisimas, realmente ejemplares, como las dedicadas a Vitier (vaya forma de meterse a la trastienda de un nacido dos veces), a Cabrera Infante o al “checoslovaco” Heberto Padilla, edificadas como verdaderos cenotafios, memoriales, sitios a los cuales el lector seguirá peregrinando. Pero la alusión funeraria, a la Connolly, del título no debe llamar a engaño: una buena mitad del libro está dedicada a los escritores contemporáneos, los que viven en la isla y han tenido, en el pasado recentísimo, a un símbolo en Raúl Rivero, igual que a la diáspora, donde se cuentan poetas como José Kozer y Orlando González Esteva, y algunos otros más jóvenes, ya sean miembros de la generación del Mariel, víctimas del período especial o beneficiarios del exilio de baja intensidad. Es cierto que, acercándonos al presente, los historiadores de la literatura aflojamos el paso, más de grado que por fuerza, y disminuimos la tensión crítica al juzgar a nuestros contemporáneos, actividad que, con frecuencia, es una licencia mañosa que autoriza el autorretrato. Algo parecido le ocurrió al español Jordi Gracia, ganador hace dos años del mismo Premio Anagrama de Ensayo que Rojas acaba de obtener y cuyo libro sobre la literatura bajo el franquismo (La resistencia silenciosa, 2004) complementa, generacionalmente, Tumbas sin sosiego.

Cuba es, para sus escritores, una divinidad cuya circunferencia está en todas partes. Rojas asume esa obsesión, no sé si monomaníaca o islomaníaca, a veces tan exasperante, que los cubanos tienen cuando hablan de lo cubano, y hace una historia intelectual que tiene otra virtud: ensanchar el tránsito con tierra firme, permitiendo, por ejemplo, que los libros de Jorge Mañach, el autor de Indagación del choteo (1928), dialoguen –disminuyendo, al menos, mi ignorancia– con los de Samuel Ramos, Octavio Paz o Ezequiel Martínez Estrada. Rojas, con Tumbas sin sosiego como con la revista Encuentro de la Cultura Cubana, es un protagonista decidido a que el intelectual cubano, con su tragedia y su disidencia, retome su lugar en el dominio de la lengua, pues la dictadura, pese a su juvenil internacionalismo guerrillero, pretendió amputar a Cuba de la cultura hispanoamericana, recurriendo, una y otra vez, a la explotación de la insularidad nacionalista.

No sé mucho de la vida intelectual de Rojas antes de su llegada a México, pero hemos leído los mismos libros y eso es mirarse en el espejo, descubriendo el rostro propio a través de las muecas y de las sonrisas de quienes admiramos, ya sean Cyril Connolly, Claudio Magris, George Steiner o María Zambrano. Pero lo que más me conmovió de Tumbas sin sosiego es la obsesión del autor, que me devuelve a la noche del 1 de diciembre de 2002 en Guadalajara, por “la urbanidad de los intercambios” y por “el canon cívico de la decencia”, es decir, por las virtudes civilizatorias de la discusión honda, respetuosa y cortés que caracterizó a los intelectuales, comunistas, católicos o liberales que habitaron aquella República Cubana del medio siglo que Rafael Rojas ha descubierto, como un continente perdido, en el horizonte. ~


viernes, 4 de agosto de 2006

Juanita Castro HERMANA DE FIDEL : "Con Raúl en el poder existe todavía una oportunidad. Aprovéchenla"
  • IDOYA NOAIN (04/08/2006)

EDAD 73 AÑOS

TRAYECTORIA SE EXILIÓ EN MÉXICO EN 1964. UN AÑO DESPUÉS SE INSTALÓ EN MIAMI (FLORIDA)

EMPLEO REGENTA UNA FARMACIA CON 15 EMPLEADOS, SU "NUEVA FAMILIA"

POLÍTICA VOTANTE Y CONTRIBUYENTE DEMÓCRATA.

En el despacho desde el que Juanita Castro regenta su farmacia en Miami hay una foto de Bill Clinton, estampas de Juan Pablo II y un recorte con reflexiones de Milan Kundera ("Con la distancia los malentendidos se convierten en barreras"). El miércoles recibió a este periódico y explicó que estos días no son fáciles para ella: su hermano Fidel, con el que no habla desde que se exilió hace 43 años, roza la muerte; sus compatriotas lo celebran en la calle y ese júbilo le asquea, tanto como que se crucifique a Raúl, que sólo haya una imagen del exilio y que se desaproveche la opción de cambio.

--¿Qué sintió cuando conoció estos días la enfermedad de su hermano Fidel?

--Nos separan infinidad de kilómetros en lo político pero me afecta emocionalmente. Los lazos de familia no se rompen nunca. Tenemos la misma sangre aunque, lamentablemente, no tenemos las mismas inquietudes ni ideas políticas.

--¿Creía que estaba tan grave?

--Yo bromeaba diciendo que lo debían meter en una de esas cámaras de oxígeno para rejuvenecer... Este problema es grave, pero he tenido noticias de que salió de cuidados intensivos. No es especulación.

--Muchos de los suyos lo dan por muerto. ¿Cómo vive lo que se ve en la calle Ocho?

--Muy mal. Fidel es, en definitiva, un ser humano entre la vida y la muerte. Yo no me alegro del mal de nadie. No me atrevería a volverme loca en la calle gritando consignas ni contra mi peor enemigo. Puede lucharse de muchas formas.

--¿Le preocupa que esa sea la imagen única del exilio?

--Quedamos mal parados todos los cubanos. Es solo un grupo, pero como hacen tanta bulla son los que sobresalen y salen en los medios. Muchos estuvieron al lado del régimen hasta que descubrieron que aquí haciendo un poco de cuento se podía vivir bien, aun confundiendo a una parte de la población exiliada. El día que haya otro sistema en Cuba pierden su medio de vida.

--¿Ve posible poder cambiar esa imagen actual?

--Es necesario hacerlo y cambiar la forma en que se lucha. Hay mucha gente cerrada, muy reaccionaria, que está en contra de cualquier solución aunque sea una que nos haría llegar más lejos. Se van por los extremos.

--Usted fue activa en la lucha pública. ¿Por qué lo dejó?

--Quizá me faltó algo que no tenía. No avanzaba, hubo desencanto y me fui marginando.

--¿Cómo lleva usted personalmente el exilio en Miami, la separación familiar?

--Fue bien difícil romper con mis hermanos pero tenía que hacer algo por mi país. No ha sido una vida fácil, pero con otros familiares tengo contacto frecuente.

--¿Le gustaría un reencuentro con sus hermanos? ¿Es posible?

--Ojalá, ¿por qué no? Ha habido y puede haber muchos. Se ha viajado mucho a Cuba, la gente ha visitado a sus familiares y el contacto ha sido bueno: ya no hay inquina entre el familiar de aquí y el de allá. El odio mayor es al régimen y al propio Fidel, pero Dios quiera que la familia cubana pueda abrazarse de nuevo, desde el cubano más humilde hasta el más encumbrado.

--¿Le gustaría poder abrazar de nuevo a su hermano Fidel?

--Ojalá pudiera, y dejar atrás toda esta historia. Ojalá pudiera serle útil cuando lo está necesitando. Soy un ser humano, su hermana, y lo haría con mucho gusto, sin importarme la opinión de nadie, lo haría.

--Pero la gente opinaría...

--Una congresista dijo ´todos los Castro son iguales´. Y yo me digo, ´quién es nadie para decir eso´. Yo también puedo pensar que todos aquí son esbirros, iguales que los que había antes en Cuba, que quieren sacar provecho desde las posiciones que ocupan, tener el votico del cubano cuando les hace falta.

--¿Volvería usted a la isla?

--Me gustaría pero es muy difícil decir ahora si iré. Parte de mi familia puede ser eliminada si llegan los cavernícolas que hay en el camino. Si las cosas se resuelven, tal vez.

--¿Es más fácil el contacto ahora con Raúl en lugar de Fidel?

--Sí, es más abierto. Pero a Raúl aquí ya le empezaron a enfilar los cañones. Dicen que es borracho desde niño, que ejecutó a muchos... Lo crucifican en vez de aprovechar la oportunidad, empezando por el propio Gobierno americano. ¿Tienen que seguir la confrontación? Si hay una brechita, un poquito de luz en ese túnel, aprovéchenla. Y si de verdad Raúl va a coger el poder hay una oportunidad. Pero la Casa Blanca ya ha dicho que no quiere nada con él, que es igual que Fidel, y unicamente para congraciarse con los cuatro que hay aquí.

--¿Cuál es su deseo para Fidel?

--Ojalá que, dentro de toda esa gravedad, logre rebasar todo esto. Y que sea lo que Dios quiera, porque yo creo que Dios tiene la última palabra. Que Dios le ayude, que Dios le ilumine y que Dios le perdone.


jueves, 3 de agosto de 2006

NACIONALES - 08/03/2006

Miami/EFE —Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia, calificó hoy en Miami de “injerencia” la advertencia de EE.UU. de impedir la partida de flotillas desde el sur de Florida hacia Cuba y reclamó el "derecho a entrar en la isla".

Se trata de un intento de EE.UU. de “neutralizar al exilio cubano en su apoyo a la lucha cívica pacífica” en Cuba, afirmó a Efe Saúl Sánchez, líder de una de las principales organizaciones del exilio cubano en Miami.

Vamos a exigir al Gobierno estadounidense que “no impida” zarpar a la flotilla “ya dispuesta” (unas 15 embarcaciones y diez aviones) del Movimiento Democracia hacia Cuba, en el caso de que “podamos hacerlo”, señaló.

El portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow, advirtió el martes en Washington del riesgo de cualquier intento de provocar un éxodo masivo desde y hacia Cuba.

“Es importante en esta coyuntura decirle a la gente que permanezca dónde esté. Este no es el momento para que la gente intente lanzarse a las aguas y viaje” desde o hacia EE.UU., agregó Snow.

El Gobierno de Estados Unidos ha llegado incluso a considerar la posibilidad de un bloqueo naval con sus servicios de guardacostas para impedir que flotillas de barcos traten de llegar a Cuba desde el sur de Florida.

Al mismo tiempo se trataría de evitar un éxodo de cubanos hacia Florida.

A este respecto, Ramón Saúl Sánchez afirmó que lo fundamental es que no se “restrinja” el derecho del exilio cubano a “entrar” en las isla y “luchar junto a la disidencia interna". Desde el Gobierno “intentan atarnos las manos”, subrayó.

En ese sentido, dejó claro que interpelará al Gobierno sobre una cláusula secreta del plan aprobado por el presidente de EE.UU., George W. Bush, que busca impulsar un proceso de transición hacia la democracia en Cuba.

A juicio de Saúl Sánchez, dicha cláusula permitiría la “detención temporal” de dirigentes de grupos del exilio cubano que tuviesen el propósito de “ir a Cuba".

Esta medida, opinó, es “claramente una posición de injerencia de Estados Unidos” que neutraliza la posibilidad de “apoyar a la disidencia interna".

“No podemos quedarnos cruzados de brazos”, insistió, y se mostró convencido de que asistir al “resquebrajamiento del régimen" castrista, lo que significa que, continuó, el “músculo de la represión” se ha debilitado.

Todo lo que quiero, apuntó Saúl Sánchez, es “caminar por Cuba”, e indicó que posiblemente en la tarde de hoy exponga en una conferencia en la pequeña Habana, en el corazón del Miami, sus preocupaciones sobre lo que consideró un “injerencia de EE.UU.” en los asuntos cubanos.


Posted on Thu, Aug. 03, 2006

By ALFONSO CHARDY
The Miami Herald

Cuando el exiliado cubano David Sebastián oyó la noticia de que Fidel Castro había cedido el poder, tuvo una mezcla de alegría y angustia. Se alegraba por el futuro de su país, pero no por el suyo.

''Me preocupó mucho qué va a pasar conmigo'', dijo Sebastián, de 40 años, al Herald. 'Mi hija [de 17 años] me llevó aparte y me dijo: `Papá, ¿cómo te afecta esto a ti?', y empezó a llorar''.

Sebastián, convicto en 1990 por la venta de equipos marinos robados, figura entre los más de 29,000 exiliados cubanos que no tendrían otra opción que regresar a Cuba si ocurre un cambio de gobierno y se establece un régimen democrático.

La inmensa mayoría son convictos que, según la ley aprobada por el Congreso en 1996, están sujetos a deportación. Siguen aquí porque Cuba se niega a aceptarlos, y Estados Unidos no ha tocado el tema en varios años.

El departamento de Inmigración y de Aduanas proveyó el miércoles estadísticas según las cuales hay 29,079 ciudadanos cubanos con órdenes finales de deportación, la mayoría en libertad bajo supervisión y algunos en custodia.

Autoridades estadounidenses y expertos en inmigración creen que es prematuro especular sobre deportaciones.

''Incluso si ocurriera un cambio en Cuba, no sabemos si la política de negarse a aceptar a esas personas va a cambiar'', dijo el abogado de Miami Ira Kurzban, considerado una autoridad en leyes federales de inmigración.

Linda Osberg-Braun, otra abogada de inmigración del sur de la Florida entre cuyos clientes hay notorios ciudadanos cubanos con órdenes finales de deportación, duda que los expulsen en un futuro inmediato.

''No creo que Raúl vaya a cambiar la dictadura en Cuba; seguirá existiendo una dictadura opresiva'', dijo Osberg-Braun. "Por lo tanto, no creo que se dé un cambio de relaciones, ni que se alcance un acuerdo de repatriación con Cuba''.

Ninguna ley de inmigración establece qué condiciones deben existir en la isla para iniciar las deportaciones. Las únicas pistas de que podrían llevarse a cabo están contenidas en las leyes de 1996, que estipulan deportación obligatoria para extranjeros convictos de delitos graves de mayor gravedad.

Una lista de temas fundamentales en el sitio de internet del Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos --www.us cis.gov-- dice que una de las provisiones incluidas en las leyes de 1996 contempla "la revocación condicional de la Ley de Ajuste Cubano en cuanto se establezca una democracia en Cuba''.

La Ley de Ajuste Cubano entró en vigor en 1966, y permite a los cubanos solicitar la residencia permanente un año después de haber llegado a Estados Unidos.

Aunque la democracia está muy lejos de hacerse realidad en Cuba, eso no significa que los exiliados con órdenes finales de deportación estén tranquilos.

'En cuanto lo oí, pensé `¿Y ahora qué me va a pasar?' '', dijo Sebastián, asistente en la oficina de un abogado de inmigración de Coral Gables. "Eso fue lo mismo que pensaron otros miles de cubanos exiliados en la misma situación''.

Sebastián dice que el hecho de haber resultado convicto de un delito debía ser irrelevante, porque ocurrió cuando ya él era ciudadano, lo cual impide que sea deportado. Pero las autoridades de inmigración insisten en que él no es ciudadano, porque no acudió a dos ceremonias de naturalización, y las cortes están de acuerdo, a pesar de que la razón por la cual no se presentó es que las notificaciones fueron remitidas a direcciones equivocadas. En abril, la Corte Suprema declinó ventilar el caso.

Sobre Luis Enrique Daniel Rodríguez, ex agente de la seguridad del Estado cubana sospechoso de haber perseguido a disidentes, pesa también una orden final de deportación. Rodríguez fue puesto en libertad condicional el año pasado. No pudo ser localizado para que hablara, pero su abogado, Leonardo Viota Sesin, dijo el miércoles que su cliente "probablemente esté preocupado''.

Un número significativo de exiliados con órdenes finales de deportación --10,386-- llegaron a Estados Unidos en 1980 por el puente marítimo Mariel-Cayo Hueso.

Cientos de convictos del Mariel seguían detenidos en espera de que los liberaran, pero la Corte Suprema de Justicia falló en contra de la detención indefinida. La mayoría de esos convictos --más de 700-- fueron liberados el año pasado.

Otra categoría de detenidos del Mariel está en una lista menguante de más de 2,700 que el gobierno cubano aceptó repatriar en negociaciones con la administración Reagan en los años 80. Más de 1,700 han sido deportados, pero quedan cerca de 1,000.

Estadísticas del gobierno indican que 18,693 cubanos que no vinieron por el Mariel tienen órdenes finales de deportación, y que 235 de ellos permanecen detenidos.

Entre los cubanos prominentes que podrían ser deportados figura Jorge de Cárdenas, un ex poderoso cabildero y estratega político convicto en 1990 como parte de un escándalo de corrupción.

Desde su oficina, Cárdenas dijo el miércoles que no está muy preocupado. Su sobrino, Jorge Felipe de Cárdenas Agostini, también encara deportación.

Agentes de inmigración lo detuvieron en el 2004 bajo sospecha de que supervisaba un grupo de torturadores de disidentes anticastristas mientras trabajaba en el Ministerio del Interior de Cuba.

El abogado de De Cárdenas Agostini, Osberg-Braun, negó las acusaciones y dijo que su cliente fue perseguido por el régimen castrista.

Amigos suyos dijeron que eran sus vínculos con el teniente coronel Antonio de la Guardia, ejecutado junto al general Arnaldo Ochoa luego de juicios sumarios por narcotráfico en 1989. Algunos expertos creen que los fusilamientos sirvieron de veras para purgar a oficiales que representaban una amenaza para Castro.

De Cárdenas Agostini testificó durante el juicio de deportación contra su tío. Fue entonces cuando hizo declaraciones que las autoridades de inmigración usaron para emitir una orden de deportación contra él. De Cárdenas Agostini fue liberado el año pasado, también bajo libertad condicional.


Posted on Thu, Aug. 03, 2006
Associated Press

En momentos en que el líder cubano Fidel Castro se recupera de una hemorragia intestinal, la cadena CNN indicó el jueves que contrató a su hija, Alina Fernández, como colaboradora.

Fernández, quien tenía tres años cuando Castro ascendió al poder y mantuvo contacto con él esporádicamente, salió de Cuba disfrazada como turista española en 1993. Se mudó a Miami, donde es conductora de radio y autora del libro "Castro's Daughter: An Exile's Memoir of Cuba" ("La hija de Castro: memorias de una exiliada de Cuba").

Su padre, que ha ejercido el poder durante 47 años, lo cedió temporalmente el lunes a su hermano Raúl y ha permanecido sin ser visto por el público después de haber sido operado por una hemorragia intestinal.

Fernández proporcionará comentarios y conocimientos sobre Cuba a medida que se desenvuelven los acontecimientos sobre la salud de su padre y una potencial sucesión en el poder.

"En este punto crítico en la historia como una cubana, para mí es importante atraer la atención del mundo a la situación dentro de Cuba, al tiempo que reflexionamos sobre su futuro", señaló. "CNN es una red mundial, que puede llegar a la mayor cantidad de población disponible".



Posted by Picasa Max Borges

El legado del modernismo cubano
ADRIANA HERRERA
La entrega del premio Lifetime Achievment 2006 de la Fundación Cintas a los arquitectos Max Borges y Ricardo Porro no sólo es un homenaje a la trayectoria de dos gigantes del movimiento modernista cubano, sino a una época de la arquitectura de la isla.

Borges construyó en 1952 el Tropicana, el cabaré que alcanzó dimensiones míticas como centro de esa vida nocturna que inmortalizó Guillermo Cabrera Infante; y Porro, arquitecto de la Escuela Nacional de Danza Moderna de La Habana (1961-1965), llevó a la cúspide ese movimiento modernista que situó a la isla en la vanguardia de las artes plásticas.

Borges fue parte esencial del grupo de jóvenes arquitectos que incidieron en el florecimiento turístico y económico de mediados del siglo XX. Después de haber estudiado arquitectura en Georgia Tech y hecho su maestría en Harvard, regresó a Cuba, donde tuvo la ventaja de trabajar junto a su padre, el arquitecto Max Borges del Junco, pero construyó una reputación propia con una celeridad que hoy atribuye a una palabra: "Osadía".

Su diseño del Centro de Medicina y Cirugía lo hizo merecedor del Premio Nacional de Arquitectura. A los 33 años se empeñó en hacer Tropicana. Había conocido al dueño, Martín Fox, cuando su padre le construía la casa y se obsesionó con el proyecto. "En aquella época empezaba a hablarse de arcos y a mí se me ocurrió crear ese interior lleno de arcos". La fachada se la sugirió el libro de un artista que descubrió en Milán y que nunca volvió a ver. "Este hombre pintaba fórmulas matemáticas", explica. "Viré una imagen suya y en ese instante vi el diseño exterior de Tropicana".

Borges recuerda que el socio de Fox quería otro arquitecto y finalmente le vendió su parte a éste. Después de numerosas dificultades, Tropicana se inauguró en el inolvidable diciembre de 1952 en que llovió incesantemente sobre La Habana y se convirtió en el icono que identificó a la isla. El carácter de esa construcción convertida en símbolo de una ciudad es tan fuerte que ni los cambios políticos, ni el paso de generaciones han derruido el poder visual del cabaré en el que Borges captó el gozo vital del alma cubana hecha de música.

Pero hoy evoca también una obra invisible: el trabajo de estructura interna que en el Colegio de La Salle sostiene el edificio. "Había un teatro en los bajos y los hermanos querían hacer tres pisos arriba de éste y no se podían poner columnas. Diseñé una parábola grandísima y colgué todos los pisos de ésta. Fue una obra titánica". Esa fue una de las obras "que no se habían visto nunca, había que hacerlas, quedaron hechas y todavía están en pie". Quizá más que el conocido Club Náutico y su piscina gigante, Borges evoca el mausoleo en el cementerio de La Habana, porque debajo del terreno cubierto de hierba hay un salón inmenso donde pueden guardarse 150 cuerpos. Aunque en Estados Unidos construyó centenares de conjuntos de vivienda, su obra magna quedó para siempre en el corazón de La Habana.

Porro, hijo de un médico militar, nació en Camagüey en 1925, estudió arquitectura en la Universidad de La Habana y se especializó en Francia, donde hoy es Caballero de la Legión de Honor y Comandante de la Orden de las Artes y las Letras. Su carrera comenzó a fines de la década de 1940 en esa Habana que se afirmaba a sí misma buscando los orígenes de lo cubano. Luego fue profesor de arquitectura en universidades de Venezuela, Francia, Austria e Israel. Sus pinturas, esculturas, diseños mobiliarios y proyectos arquitectónicos han dado la vuelta al mundo. Su diseño del Centro de Arte de Vaduz, Liechtenstein, ha sido internacionalmente aclamado. Este año, al cumplir 80 años de vida, arquitectos y teóricos del arte de Alemania, Francia y Estados Unidos le rindieron homenaje en Berlín como uno de los mayores arquitectos latinoamericanos.

Cuando piensa en su trayectoria desde la Cuba natal hasta su actual trabajo en París dice: "Ha sido un viaje iniciático". Ahora, de nuevo está haciendo Escuelas de Arte en Francia en Le Puy en Velay. "Es una ciudad románica bellísima", dice. 'Al final del camino retorno a mi principio. A mí me interesa lo que que Goethe llamaba `el espíritu de la tierra'; mi arquitectura siempre trata de captarlo". En La Habana lo hizo fundiendo la tradición aristocrática, llena de sensualidad barroca y la tradición negra; en Francia he unificado la tradición racionalista y lo onírico.

Siempre ha construido con el recuerdo de la imagen que Paul Valéry dio de Eupalynos, el arquitecto, que hizo un templo inspirado en la belleza de una muchacha que había conocido en Corinto y cuyas proporciones transmutó en proporciones matemáticas. En la Escuela de Danza quiso "hacer un edificio hembra, porque Cuba es matriarcal", explica. "Pensé en Oshún, la diosa de fecundidad e hice la Escuela como si fuera una ciudad, con las cúpulas en forma de senos; en el medio abrí una fuente que era como una fruta, rememorando el culto antiguo que está en la raíz del mestizaje".

La arquitectura, para él, no es otra cosa que "crear un marco poético para la acción del hombre". Y esa creación es el eterno juego entre el ansia de la imaginación desbordada y la necesaria contención. En el país que una vez se inclinó ante Le Corbusier, cuyo funcionalismo sin belleza lo espanta, ha conseguido extender su visión libertaria a los lugares que Focault consideraba metáforas opresoras del poder: el manicomio y la cárcel. Está terminando un hospital psiquiátrico cerca de París, que se inspira en la forma de una flor. A la entrada hizo un juego de bóvedas con vitrales. En la comisaría de policía de un pueblo que se llama Pleasure, al lado de Versalles, puso una balanza. El resto de la construcción es "una dinámica total".

"Pronto comenzaremos la escuela de arte con mi asociado Renaud de la Noue", revela, con el intacto entusiasmo de quien no ha hecho otra cosa que 'romantizar' el mundo habitado. Al mirar atrás siente la satisfacción de haber recogido el legado de Eugenio Batista, "ese magnífico pionero que fue el primer arquitecto en atreverse a poner en su lugar la tradición en Cuba". Ha seguido siempre los pasos de Eupalynos y la voz de Holderlin, poeta de su predilección, que pretendía hacer hablar a la belleza. Lo más prodigioso de su propio intento, la voluntad de "romantizar el espacio", es que lo ha cumplido haciendo una arquitectura social, barrios de 100 viviendas no desprovistos de poética, escuelas concebidas como dos alas de paloma, proyectos que preservan el afán del sueño. Admite que tuvo que sufrir y luchar "como un loco" para sostener sus visión de la arquitectura que carece de un estilo fijo, pero no de un principio absoluto: "Partir de una imagen poética e inventar un lenguaje formal que la contenga". El resultado final es: componer la vida como se compone una obra de arte. Nada distinto es la razón del premio recibido por él y Max Borges.

Domingo, 11 de Junio del 2006

Juan González Febles

Norberto Palau pinta desnudo de la cintura hacia arriba. Se siente mejor sin camisa. Hace mucho calor en La Habana y un ventilador, además de que anda en falta, le resecaría la pintura. Vive con muchas carencias, casi miserablemente, pero no le importa. Fue el precio que decidió pagar hace años. Los tiempos cambiaron, pero él prefirió mantenerse y esperar.

Entre tantos agravios y entre tantas roturas, no se percató del momento en que dejó de escuchar al reloj interior. Vive con las aprensiones y las cautelas de hace treinta y tantos años. Piensa que afuera, si cambió algo, fue para que todo siguiera igual.

Palau estudió pintura en la Academia San Alejandro. Sus primeros contratiempos datan de aquel tiempo. Desde entonces, no ha dejado de pintar al erotismo. El problema es que Palau lo descubrió en obesas matronas.
Sus modelos exhiben muslos como perniles rollizos, sus senos son ubres de exposición vacuna. Excesos en la mesa y en la cama. Traseros opulentos de señoras respetables y respetadas por la fantasía erótica que alienta la cordura media masiva. Palau dedicó su inspiración al arte erótico en los momentos en que los comisarios lo vetaron. El hombre nuevo no se masturba, ni hace el amor entre hombres, con penetración. Ellos se crearon una moralina artificial que etiquetaron como proletaria.

En 1968, un 25 de septiembre en la noche, le sacaron de la cafetería del Hotel Capri en La Habana. Fue a dar a un carro-jaula y de allí a Villa Marista a empujones, palos, pitazos y campanazos: Era la noche de las tres P.

Una recogida gigante contra las lacras de la sociedad justa, impulsada por los varones verdeolivo. Palau cuenta sonriendo que fue el arroz frito y la cerveza más caros de su vida. Los pagó con más de diez meses de internamiento y trabajos forzados en El Sitio, en Pinar del Rio, muy cerca de La Coloma.

Compartió aquella experiencia con rockeros melenudos, homosexuales, católicos, testigos de Jehová y los jodedores que insistían en hacer vida nocturna y ser la bohemia farandulera de la época.

Cuando lo liberaron, le impusieron consagrarse a la producción y dejar a un lado los pinceles. A fin de cuentas, el trabajo ennoblece y el trabajo forzado ajeno, ennoblece más.

Palau se les zafó esa vez y desde entonces ha pintado y vivido su cimarronaje, eludiendo y zafándose una y otra vez.

Su casa, si es que puede llamarse así al espacio ruinoso que habita, es su lugar de creación y donde recibe a los amigos. Puede verse el cielo desde los amplios claros de un techo necesitado de reparación. Por pura coincidencia, la casa está ubicada en la ladera de una de las lomas de Lawton. La misma sirvió de locación al cineasta Humberto Solás para su laureada "Barrio Cuba".

Palau y sus vecinos comparten una miseria material superior a la que existe en las favelas brasileras. Si éstas no llegan a ser "ciudades de Dios", si falta la violencia y la crueldad de la villa miseria carioca, es porque se trata de la miseria de los cubanos. No sustento la pretensión de que seamos humanamente mejores que los favelados cariocas, sólo somos diferentes.

Palau, contra lo que pudiera deducirse, no está resentido y mucho menos amargado. Pinta con delirio y con desesperación. Excluido de los salones oficiales por inconveniente y políticamente incorrecto, persiste en lo suyo. Aprendió mucho y hay verdades que nadie podrá arrebatarle. Pero algo le faltó, enquistarse no es la mejor solución. Por ejemplo, no aprendió aquello que recomendó alguien, cuando vivía como nosotros: "El golpe revirao, duele menos".

Norberto Palau, con su vida rota pinta matronas en Lawton. Lo hace atado a sus temores y aprensiones. Aún mantiene su sueño intacto.

Miércoles, 31 de Mayo del 2006

Cubanos en EEUU

En seis años han llegado más cubanos que por el Mariel
OSCAR CORRAL
Un súbito escalofrío de soledad invadió a Tamara Saavedra cuando terminó de hablar por teléfono con su esposo y miró la tienda de video vacía en la que hace el turno de madrugada.

Se le salieron las lágrimas, a pesar del ruidoso concierto de música latina que pasaba un televisor cerca de ella. Allí, en la tienda de Hialeah, rodeada de DVD's de populares programas de la televisión cubana, películas de Hollywood y pantallas de anuncios, se dejaba arrastrar por la tristeza.

Saavedra, de 31 años, se cuenta entre las decenas de miles de cubanos llegados a Estados Unidos desde el 2000, en número mayor que el total de los que vinieron por el puente marítimo Mariel-Cayo Hueso en 1980.

Sin que se note mucho, esta nueva oleada está cambiando el paisaje de Miami.

Como tantos, Saavedra ha luchado por adaptarse a la vida en otro país. Sus preocupaciones son comunes: tener dinero suficiente para comprarle medicinas a su hija enferma, poder pasarla bien con su esposo, al que sólo ve unos minutos al día, y hallar el modo de convertir en realidad los sueños que la impulsaron a salir de Cuba.

Cuando mira hacia adelante, no siempre ve la luz al final del lado norte del Estrecho de la Florida.

"El sueño americano no existe", dice, mientras limpia el suelo de la tienda. "Pero nunca voy a volver a vivir en Cuba, por lo menos mientras viva Fidel Castro".

A diferencia de inmigrantes que vienen de otros países latinoamericanos, los cubanos recién llegados en sus 20 y sus 30 deben remontar una curiosa desventaja. Hijos de la revolución de Castro, fueron criados mayormente en el "período especial" que afectó Cuba en los 90, después del colapso de la Unión Soviética.

Como aprendieron a sobrevivir en un sistema comunista desgajado largo tiempo de la democracia y del capitalismo que imperan en Estados Unidos, muchas veces se sienten perdidos en un sistema que les exige competir y creer firmemente en sus propias capacidades.

Al menos 130,000 cubanos han venido a Estados Unidos desde el 2000, la inmensa mayoría al sur de la Florida. La mayoría ha entrado legalmente a través de la lotería de visas, que les abre las puertas del país a 20,000 anualmente, pero otros han emprendido la riesgosa fuga por mar. Muchos viven en Hialeah, que durante largo tiempo ha dado refugio a cubanos e inmigrantes de otros países.

Su llegada ha sido más tranquila y mesurada, a un Miami diferente a aquel adonde llegaron los del Mariel una generación atrás. En 1980, los cubanos eran el grupo hispano mayoritario en Miami. La ciudad y el país en general reaccionaron horrorizados a una inmigración descontrolada, incluyendo los miles que vinieron con antecedentes penales.

Hoy los cubanos siguen siendo el grupo más nutrido, pero no alcanzan a ser mayoría entre los hispanos del sur de la Florida. Y pocos han prestado atención a la llegada de este subgrupo dentro del exilio.

SIN MUCHO RUIDO

La energía política que caracterizaba la primera ola de exiliados cubanos parece esfumarse entre los recién llegados. La mayoría de los entrevistados para este reportaje conocen poco o nada de la política sudfloridana, y reducen al mínimo las críticas al gobierno de Fidel Castro.

Ariadne Quiñones, de 27 años, llegó hace apenas un mes. Para ella, Miami es ''un pueblo de campo'' comparado con Shangai, en China, donde pasó seis meses cantando en mandarín para chinos ricos en el 2003, enviada por el gobierno cubano.

"No me gusta la política", dijo. "En Cuba, te vas cuando puedes, no cuando quieres. A mí todo me da igual. Todos los sistemas tienen cosas buenas y malas. Lo que tienes es que ser feliz donde vivas".

Para Barbarita Herrera, de 39 años, adaptarse a la vida en Estados Unidos al estilo de Miami ha sido difícil. Incluso el agua le sabe diferente a la que salía llena de parásitos por las pilas de La Habana. Pero, a diferencia de otros, Herrera siente un odio profundo por el gobierno de su país, y por un sistema al que le vaticina cambios.

"A veces siento que no puedo más y que voy a regresar para allá", dice. "Pero no puedo volver a vivir en ese sistema. Castro tiene que caerse. Tienes que estar allí para darte cuenta de lo difícil que es aquello".

Uno de los que sí llegaron marcados por la política es el periodista independiente Manuel Vásquez Portal, que sufrió encarcelamiento antes de venir al exilio en junio del año pasado. Dice que la apatía política de sus compatriotas recién llegados se debe a la desilusión con el sistema cubano, que los inmunizó contra la política.

"El deterioro económico de la isla, resultado directo de la mala política, ha hecho que la vida allá sea una pesadilla", dijo Vásquez Portal. "A nadie le gustan las pesadillas, por eso todo el mundo trata de olvidar".

Como dice Herrera, "yo lo que quiero es una vida mejor".

Parece haberla encontrado. En su apartamento hay dos televisores con servicio de satélite, un aire acondicionado y una computadora con acceso a internet, todo donado.

Dice que ella y su hija, Rocío de la Torre, fueron sacadas de Cuba por Guanabo en lancha rápida una tranquila noche de septiembre. Su hija nunca pagó los $10,000 que costaba el viaje. Pero era tanto el caos en la lancha --con 33 personas a bordo, y para subir debían nadar 100 yardas--, que los contrabandistas no se dieron cuenta de la pasajera adicional hasta que los bajaron a todos en Dry Tortugas.

Algunos cubanos vienen con visas, entre ellos los refugiados políticos. Algunos cruzan el Estrecho de la Florida o la frontera con México. Pero todos tienen un raro privilegio: la residencia en Estados Unidos, asegurada al cabo de un año de estancia en el país.

Más cubanos se hicieron residentes en Estados Unidos el año pasado --36,000-- que en ningún otro año desde 1980. Este año, la Patrulla Fronteriza está tratando de detener más cubanos que busquen llegar a suelo estadounidense que en cualquier otra fecha de la década pasada. Lo común es que pasen un día o dos detenidos antes de que se les conceda el parole y salgan en libertad.

LA VIDA EN HIALEAH

Hialeah tiene una sofisticada estructura para facilitar la transición de los cubanos: tiendas de video donde se alquilan copias de programas de la televisión cubana, películas y dibujos animados; tiendas de productos usados que venden vestidos para fiestas de 15 y para bodas por $20, y restaurantes y negocios que mantienen sus puertas abiertas para todos los recién llegados en busca de trabajo.

L & J Video, en la calle 9 del East, donde trabaja Saavedra, alquila espectáculos del grupo humorístico Punto y Coma, del programa De cubano a cubano, y dibujos animados de Elpidio Valdés, para todos los que buscan paliar la nostalgia con una dosis de programación cubana. Nayibi Pérez, de 22 años, que vino hace cuatro meses, alquiló 10 videos en una visita reciente.

"Este es lo mejor de la televisión cubana", dijo, mostrando un video de una serie policiaca producida en la isla. "Allá no se puede ver televisión sin que te interrumpa la Mesa Redonda. Todo el mundo quiere irse. La comida está mala, no te pagan bien. Yo decía que cuando viniera iba a sacar dinero con sólo dar una patada, pero la realidad es otra".

Su novio, Elpidio Amores, de 40 años, que vino de Cuba en agosto del 2004, le dijo que lo único que asegura el éxito en Miami es trabajar duro.

Pérez y Amores pagaron los $20 del alquiler y se fueron con su pedazo de nostalgia cubana.

"Me encantan estos shows", dijo Pérez. "Me recuerdan todas las mentiras. Aquí en Miami la vida es dura, pero no es una mentira".

Lea el blog de internet de Oscar Corral 'Miami's Cuban Connection' en http://blogs.herald.com/cuban_connection/

Miércoles, 12 de Julio del 2006


miércoles, 2 de agosto de 2006

CPN RADIO 02 ago La hermana de Fidel Castro, Juanita Castro Ruz, dijo a una cadena de televisión en Miami que escuchó que el líder cubano ya no está en terapia intensiva, tras la cirugía a la que fue sometido.

"La última información que recibí es que salió de terapia intensiva y que ahora está esperando ver qué pasa. Pero ya salió de terapia intensiva", dijo Juanita Castro Ruz, quien reside en Miami desde 1964, a la cadena WTVJ

"Es una situación muy triste para mí, porque estamos separados. Estoy separada de Fidel por razones políticas", expresó.

La hermana del líder cubano también confesó que le resultó difícil ver a los exiliados cubanos en Florida celebrar que Castro había sido sometido a una compleja cirugía intestinal.

WTVJ reportó que Castro Ruz dijo que obtuvo esa información tras hablar con alguien en Cuba, pero que la misma no era un comunicado oficial del gobierno.

Juanita Castro, que es dueña de una farmacia en el barrio de Coral Gables en Miami, no es vista en Cuba como una persona con acceso a información privilegiada, dado que su enfrentamiento con el líder político lleva décadas.


01 de Agosto de 2006, 07:02pm ET
Toronto (Canadá), 1 ago (EFE).-

La comunidad cubana en Canadá está "expectante" ante las noticias sobre la enfermedad del presidente Fidel Castro, dijeron hoy sus representantes.

Ismael Sambra, presidente de la Fundación Cubano Canadiense, el principal grupo que engloba el exilio cubano en Canadá, señaló a Efe que desde que ayer, lunes, se supo de la enfermedad de Castro y de su cesión temporal del poder a su hermano Raúl, muchos cubanos les han estado llamando en busca de noticias.

Sambra, que cifra entre 30.000 y 35.000 los cubanos afincados en Canadá, con cerca de la mitad de ellos en Toronto, reconoció que en este país no se han producido las muestras públicas de alegría que sí se dieron en Miami (EEUU), donde se concentra el exilio cubano, pero dijo que los cubano-canadienses están "expectantes". El activista también indicó que, en el caso de la muerte de Castro, espera una "transición rápida". "Como decimos, con la muerte del tirano se acaba la tiranía", subrayó Sambra.

La Fundación Cubano Canadiense ha mantenido contactos con las autoridades cubanas en los últimos meses para analizar la situación en la isla y sus integrantes han pedido al Gobierno de Ottawa que cambie su política de "compromiso constructivo" por otra de "compromiso consciente". Sambra expresó su esperanza de que el nuevo gobierno conservador, que asumió este año, se muestre menos conciliador con el régimen cubano.

Pero el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores canadiense, Réjean Beaulieu, señaló a Efe que la política hacia Cuba no va a cambiar en el futuro inmediato.Beaulieu no quiso especular sobre el papel que Ottawa podría jugar en una posible transición cubana, dadas las buenas relaciones históricas que han mantenido los dos países. Sin embargo, reafirmó la voluntad de "un diálogo abierto con los funcionarios cubanos", así como con otros representantes de la sociedad cubana. EFE

jcr/ojl/ar


PorAntonio Ruiz

SALTILLO, COAH. JULIO 1, 2006 (VANGUARDIA).-

Cubanos radicados en Saltillo esperan que al ceder Fidel Castro Ruz el poder a su hermano Raúl, traiga como consecuencia una elección democrática de autoridades que contribuya al fortalecimiento político, económico y social de la isla caribeña.

Vanguardia publicó ayer que por primera vez en cuatro décadas al frente del Gobierno cubano, el presidente Fidel Castro cedió el pasado lunes temporalmente su cargo a su hermano Raúl, tras someterse a una cirugía intestinal, hecho que lo mantendrá alejado por varias semanas de sus habituales funciones.

Los cubanos Pablo Gutiérrez y Rafael Navia coincidieron que con el enroque de los funcionarios de Gobierno de primer nivel en Cuba, podrían darse mejores condiciones de vida para los ciudadanos.

Pablo Gutiérrez dijo: "Hay mucho temor en Cuba por que se dé una transición del poder político de una manera compulsiva, porque afectaría a muchas familias de la isla caribeña, pero confiamos que esa transición sea pacífica y en beneficio de los cubanos y el propio país”.

Económicamente Cuba está un poco afectado por el bloqueo comercial que tiene Estados Unidos, pero yo lo que deseo es que se mejore y que no haya ninguna revuelta en la isla, expresó Gutiérrez, quien con José Luis Martínez atiende el restaurante “Los Guajiros”, en el que se expenden alimentos al estilo de la cocina cubana.

Consideró que habrá unos 30 cubanos, quienes han iniciado los estudios para constituir la Sociedad de Residentes de Cubanos en Saltillo.


2006-8-2
Por Carlos Manuel Estefanía.

Carlos M Estefanía:

¿En que lugar de Cuba naciste y cuando?

Carmen Gamoneda: Nací en Luyano, en la provincia La Habana, el 28 de marzo de 1929. Nací en el lado oscuro de la vida… la pobreza, pero poco a poco mi vida se ilumino, por lo que, siempre recuerdo y agradezco a todas las personas, que de una forma u otra… en las diferentes etapas vitales…. me ayudaron a salir de la oscuridad.

¿De donde eran tus padres?

Carmen Gamoneda: Mi padre nació en Luarcas Asturias y mi madre en Las Palmas Canarias. Después al pasar el tiempo, complaciendo sobre todo a mi papa obtuve la Ciudadanía Española, así que además de cubana soy española del mismo Luarca, Asturias. Esto tiene una gran importancia, es como una forma de honrar el origen de mis progenitores.



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