WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald
Investigadores del grupo especial antiterrorista del sur de la Florida interrogaron a un ex director de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) que semanas atrás reveló su participación en presuntos planes bélicos con el propósito de acometer acciones desestabilizadoras dentro de Cuba y eliminar al gobernante Fidel Castro, confirmó El Nuevo Herald.
Según fuentes consultadas, el interrogatorio a José Antonio Llama, alias ''Toñín'', forma parte de una pesquisa emprendida por la Fuerza Especial Conjunta del Sur de la Florida contra el Terrorismo (JTTF por sus siglas en inglés), tras la confesión del activista sobre la creación y el financiamento de un brazo paramilitar secreto de la Fundación en 1992. El testimonio de Llama apareció en El Nuevo Herald el pasado junio con una pormenorizada descripción de la iniciativa, así como de sus principales gestores y arsenal logístico.
Llama, de 75 años, admitió ayer que el pasado 19 de julio fue visitado en su casa del suroeste de Miami por dos agentes policiales que lo entrevistaron acerca del caso, pero declinó ofrecer detalles de la conversación, que se prolongó por dos horas.
''Ellos tomaron nota de mi petición de una querella civil por estafa contra la Fundación'', declaró Llama. ``Los referí al artículo del Herald y eso fue todo''.
Sin embargo, el interés de los investigadores por el caso de Llama parece apuntar en otra dirección.
De acuerdo con informes de fuentes cercanas a la investigación, el interrogatorio a Llama fue conducido por Omar Vega, agente especial del FBI, y Jorge L. González, de la Policía de Miami. Ambos pertenecen al JTTF, un grupo integrado por varias agencias federales, estatales y locales bajo el liderazgo del FBI.
Contactados telefónicamente, tanto Vega como González se negaron a comentar sobre el asunto.
Justamente el binomio investigativo de Vega y González aparece relacionado con un caso de alto perfil en la comunidad: el de los activistas exiliados Santiago Alvarez y Osvaldo Mitat, encausados por posesión ilegal de armas y explosivos. El juicio está fijado para iniciarse el próximo 11 de septiembre en un tribunal de Fort Lauderdale.
''No debe descartarse que estén tratando de buscar conexiones entre este caso y las evidencias presentadas por Llama en su testimonio'', observó un ex investigador de la Policía de Miami que pidió anonimato.
En sus revelaciones, Llama dijo haber aportado $1.4 millones de sus recursos personales para impulsar el grupo paramilitar de la FNCA y obtener el equipamiento logístico, que incluía un helicóptero de carga, 10 aviones ultralivianos con control remoto, siete embarcaciones y abundante material explosivo.
La FNCA ha rechazado las acusaciones de Llama, asegurando que se trata de una maniobra para extorsionar a la organización.
Llama negó ayer recientes rumores de que había llegado a un acuerdo monetario con la FNCA para resolver las discrepancias mutuas.
''Es total y completamente falso, ni siquiera he tenido noticias de ellos en siete años'', dijo Llama, que renunció a la directiva de la Fundación en 1999 y se apartó del activismo político a raíz de graves problemas financieros que lo llevaron a la bancarrota.
Cercano colaborador del fallecido líder de la FNCA, Jorge Mas Canosa, Llama fue encausado en una corte federal de Puerto Rico bajo cargos de conspirar para asesinar a Castro durante la Cumbre Iberoamericana de Isla Margarita, Venezuela, en 1997. Fue exonerado por falta de pruebas en diciembre de 1999, junto a otros cuatro exiliados cubanos.
El abogado Arturo Hernández, que representa a Alvarez, declinó ayer hacer comentarios sobre las implicaciones del reciente paso de los investigadores para el caso de su cliente.
No obstante, en anteriores declaraciones y recursos legales la defensa ha sido duramente crítica por los procedimientos que condujeron al arresto de Alvarez y Mitat, el pasado noviembre, particularmente por la actuación del FBI.
El agente González participó en los arrestos e interrogatorios de Alvarez y Mitat, y testificó contra ellos en las audiencias preparatorias del juicio.
Pero el punto central de discrepancias con la fiscalía ha sido la relación de Vega con el agente encubierto Gilberto Abascal, quien facilitó la información básica para inculpar a Alvarez y Mitat en el trasiego de armamentos.
Los abogados de Alvarez y Mitat aseguran que hubo irresponsabilidad a la hora de utilizar los servicios de Abascal, considerando que no se siguieron las normas establecidas respecto al uso de agentes infiltrados.
Abascal, el testigo estrella de la fiscalía para el juicio de septiembre, viajó con Alvarez y Mitat en el barco Santrina a Isla Mujeres, México, en marzo del 2005. Según su testimonio registrado en documentos del FBI, el combatiente anticastrista Luis Posada Carriles fue introducido ilegalmente en Estados Unidos a bordo de esa embarcación, lo que niega la versión sostenida por Posada de que lo hizo en un automóvil por la frontera mexicana.
Una pesquisa sobre la entrada de Posada a territorio estadounidense está actualmente en manos de un jurado de instrucción en El Paso, Texas, donde el veterano activista permanece detenido a la espera de una audiencia para determinar si se le otorga libertad condicional.
La reportera de El Nuevo Herald Helena Poleo contribuyó a esta información.