Posted on Sat, Oct. 28, 2006
TRENTON, Nueva Jersey, EEUU - Albio Sires recuerda claramente cuando era adolescente y miembro de una milicia, con la que aprendió a desarmar y armar ametralladoras checas y presenció la quema de libros y revistas estadounidenses en las calles de Cuba.
"Ellos vinieron y se llevaron todos los libros de historia y trajeron una nueva versión", recuerda Sires de la Cuba comunista de Fidel Castro, donde vivió hasta que su familia huyó en 1962.
Ahora Sires está a punto de reescribir la historia como parte de un grupo de cubanos que han sido elegidos al Congreso estadounidense y el primer legislador nacido en Cuba que no es del estado de la Florida.
"Nunca crecí pensando que me fuera a convertir en legislador. Es mucho más de lo que me pude haber imaginado", indicó Sires.
Sin embargo Sires, de 55 años, ya ganó el derecho a cubrir los dos meses que le quedaban en la Cámara de Representantes a otro cubano-estadounidense, Robert Menéndez, quien en enero fue elegido para cubrir el tiempo restante del gobernador Jon Corzine en el Senado nacional.
Sires, que pertenece al Partido Demócrata, espera prestar juramento poco después que el Congreso regrese de su receso electoral en noviembre.
Sires también está compitiendo por un período completo de dos años en la Cámara de Representantes a partir de enero, y parece haberlo ganado de antemano.
Las encuestas le dan un margen de victoria de tres a uno sobre su rival republicano, John Guiarini, quien admitió que no ha recaudado dinero suficiente para competir con Sires.
Sin embargo, las victorias nunca han sido tan fáciles para Sires.
Cuando compitió por ese mismo escaño al Congreso hace 20 años por el Partido Republicano, fue vencido por el sobrino de Guiarini, el ex legislador Frank Guiarini, y perdió otras tres elecciones antes de llegar a ser el alcalde de la localidad de West New York.
Sires incursionó en la política en 1979 cuando ayudó a un amigo a competir por un puesto en la Comisión Educativa de la localidad. Unos años más tarde, Sires decidió que podría tener una mayor influencia en su comunidad si competía por algún cargo de elección pública.
"Como advertí que nadie nos escuchaba (a los hispanos), decidí competir", señaló Sires, quien tenía 11 años cuando su familia se mudó a West New York después de huir de Cuba.
"Mientras más me fui involucrando, más personas me animaban a hacerlo", agregó.
Sin embargo, los electores no compartieron su entusiasmo. Sires perdió su primera elección para alcalde en 1983, y posteriormente se desilusionó con el Partido Demócrata.
Cuando el entonces gobernador de Nueva Jersey, Tom Kean, lo convenció de que se pasara al Partido Republicano, Sires compitió por un escaño en el Congreso en 1986, esta vez como republicano. Al perder, Kean le ofreció un empleo en su gobierno, en el que se mantuvo un año, y luego Sires comenzó su propio negocio de seguros.
Sires nuevamente se presentó como candidato para alcalde en 1991 y 1993, y finalmente ganó el puesto en 1995, cuando el alcalde anterior, que cumplió 24 años en el cargo, decidió no buscar la reelección.
En 1999 Sires regresó al Partido Demócrata y fue elegido a la Asamblea Estatal. Para el 2002, el legislador novato fue propuesto por el entonces gobernador James McGreeveney como un candidato negociado para ocupar la presidencia de la Asamblea.
Sires se convirtió en el primer presidente hispano de la Asamblea Legislativa estatal.
El líder de la mayoría en el Senado estatal, Bernard F. Kennedy, un legislador demócrata, describe a Sires como "fácil de congeniar, pero es un luchador, un competidor. Nada se lo regalaron".
Sires afirma que ésa es la historia de su vida.
Al crecer en un pequeño apartamento en West New York con su madre, su padre obrero y dos hermanos menores, Sires descubrió que tenía que pagar por su propia educación.
Para ello, se convirtió en un jugador estelar de baloncesto en la secundaria y se ganó una beca deportiva universitaria de cuatro años en el St. Peter's College.
Posteriormente obtuvo una maestría en español en el Middlebury College de Vermont.
Después de sus años universitarios, Sires regresó a su antigua secundaria en West New York, donde se desempeñó como maestro y se enamoró de una colega.
"Ella enseñaba francés y yo enseñaba español", señaló Sires al hablar de su esposa, Adrienne, quien en la actualidad es administradora escolar. Su hijastra, Tara Kole, es una abogada que trabajó como empleada de oficina para el juez de la Suprema Corte Antonin Scalia.
En la secundaria, Sires también enseñó inglés como segundo idioma, algo que él aprendió de la manera más difícil.
"No había programas de inglés como segundo idioma cuando yo fui a la escuela, y uno era marginado porque no sabía hablar el idioma. Uno incluso tenía que esperar a llegar a casa para ir al baño porque no sabía cómo decirlo", agregó.