JOSE CABALEIRO
El Nuevo Herald
NATURALEZA MUERTA con mangos y anones (1932) de Juan Gil García - Fotos de Cuba - A History In Art / Cortesía de Gary Libby
Desde hace ya muchas décadas, geografía e historia vienen confabulándose para que Estados Unidos y Cuba tengan una relación única. Marejadas han traído de la isla tragedias, patriotas, separación y nueva vida, así como lo que algunos llaman la mayor colección pública de arte cubano en el mundo fuera de la isla.
El Museo de Artes y Ciencias (MAS) de Daytona Beach, 260 millas al norte de Miami, acuna los más de 300 objetos que integran dicha colección, piezas que van desde artefactos taínos, mapas, muebles coloniales y porcelanas francesas hasta cerámicas, esculturas y fotografías, incluyendo pinturas enmarcadas entre el siglo XVIII y mediados del XX, pues la colección excluye lo creado después del triunfo del régimen que se hizo con el poder en la Perla de las Antillas en 1959.
Pero... ¿una importante colección de arte cubano en Daytona, una ciudad conocida fundamentalmente gracias a una carrera de autos y al spring break universitario?, se preguntarán algunos, perplejos. ¿Cómo es eso?, insistirán los más incrédulos.
El origen se remonta a casi 60 años atrás, a dos personas con un sitial polémico en la historia de Cuba, Fulgencio Batista y su segunda esposa, Marta Fernández. La anécdota de la semilla de donde brotó la colección es así, según Juan A, Junco, su guía extraordinaire:
''En su primer período como presidente, entre 1940 y 1944, a Batista muchos pintores cubanos le regalaron obras'', narró Junco, ``a un punto tal que tuvo que alquilar una casa porque se quedó sin paredes''.
''Tras dejar la presidencia en 1944, [Batista] viene a Daytona y se enamora de la ciudad'', acotó Junco.
Entonces él compró una mansión que perteneció a la familia Oldsmobile, de renombre automovilístico. ''Aquí residió esporádicamente hasta 1948, cuando vuelve a la vida política cubana al ser elegido senador por Las Villas'', añadió Junco.
En los primeros años de la década siguiente, ya casada Marta Fernández con Batista, ella pasaba largas temporadas en Daytona con sus hijos. Es en este tiempo que ella tuvo la idea de auspiciar un museo allí. A ese efecto, en 1957, los Batista donaron pinturas, grabados y arte folclórico a la recién creada Cuban Foundation, una especie de patronazgo que vela por la colección cubana del museo de la ciudad.
Ese fue el germen de la actual colección, que en estos momentos excede las 300 piezas, según el curador principal del Museo de Artes y Ciencias, Gary Libby.
Luego viene la fase cuando el militar devenido en político vuelve a postularse a la presidencia en 1952. A partir de entonces comienza una etapa aciaga en la historia de la isla: se inicia ese mismo año, previo a las elecciones, con el segundo golpe de estado de Batista --el primero fue en 1933 para derrocar a Carlos Manuel de Céspedes--, continúa con la insurrección y el triunfo de los rebeldes castristas, y llega hasta nuestros días con el régimen que esa victoria engendró.
En la noche del 31 de diciembre de 1958 al 1ro de enero de 1959, la familia Batista huyó del país. Residió primero en República Dominicana, luego en Portugal y después en España, donde murió el ex presidente y ex dictador. Con el tiempo, Marta Fernández volvió a Estados Unidos y se asentó en Palm Beach.
Y pasó el tiempo y pasó un águila por el mar. En el 2006, falleció ella, quien dejó al museo una gran colección de pinturas, muebles del siglo XIX y valiosa artesanía.
No obstante, la colección no se limitó a las donaciones originales.
''El museo ha seguido creciendo gracias a otras donaciones importantes de muchos ciudadanos estadounidenses que envían piezas'', afirmó Gary Libby, el autor del libro Cuba - A History in Art (Museo de Artes y Ciencias, 2006).
La colección cuenta con muchas piezas de gran valor histórico y estético, de las que la más importante es La Coronación de la Virgen por la Santísima Trinidad, ''por ser la primera pintura recogida en los anales cubanos'', explicó Libby. ''Es Europa en Cuba'', definió el especialista.
Además, las artes plásticas, como litografías de Eduardo Laplante que plasman los grandes cañaverales del siglo XIX, y obras de grandes artistas del XX --Leopoldo Romañach, Amelia Peláez y René Portocarrero, entre otros-- crean el ambiente propicio para muebles como vargueños con marquetería de carey y latón, así como sillas decimonónicas norteamericanas.
''Es una colección interesante'', dijo el galerista Ramón Cernuda, uno de los principales expertos en arte cubano en la actualidad. Aparte del arte colonial cubano ''tiene algunas piezas importantes de los artistas académicos clásicos de la primera mitad del siglo XX'', precisó.
Según Libby, otras colecciones en Miami, como la del Museo Lowe, rivalizan con la del MAS. Según Cernuda, colecciones privadas en Miami, incluida la de él, son más completas.
Situado en 90 acres de hermosa vegetación, en el mismo corazón de Daytona Beach, el museo --fundado en 1955-- es un complejo preservacionista de 49,000 pies cuadrados de exhibición cuyas colecciones incluyen historia de la Florida, joyas del siglo XIX [posiblemente la mejor colección del país al decir de algunos], arte estadounidense, vida y ritual africanos, arte chino, artes decorativas en general y un ala dedicada a los niños, entre otros. Además, cuenta con un planetario.
Museum of Art and Sciences, 1040 Museum Boulevard, Daytona Beach, FL 32114. Cómo llegar: Salir de la I-95 en U.S. 92. Tome dirección este por unas 5 millas hasta llegar a la Ruta 5A. Haga una derecha y al cabo de media milla hallará el museo.
Horario: martes a viernes de 9 a.m. a 4 p.m. Sábado y domingo de 12 m. a 5 p.m. Entrada: adultos, $12.95; seniors, $10.95; niños de 6 a 17 años, $6.95; niños de 5 años y menos, gratis.
Teléfono gratis: 1-866-439-4769. En internet: www.moas.org.
Desde hace ya muchas décadas, geografía e historia vienen confabulándose para que Estados Unidos y Cuba tengan una relación única. Marejadas han traído de la isla tragedias, patriotas, separación y nueva vida, así como lo que algunos llaman la mayor colección pública de arte cubano en el mundo fuera de la isla.
El Museo de Artes y Ciencias (MAS) de Daytona Beach, 260 millas al norte de Miami, acuna los más de 300 objetos que integran dicha colección, piezas que van desde artefactos taínos, mapas, muebles coloniales y porcelanas francesas hasta cerámicas, esculturas y fotografías, incluyendo pinturas enmarcadas entre el siglo XVIII y mediados del XX, pues la colección excluye lo creado después del triunfo del régimen que se hizo con el poder en la Perla de las Antillas en 1959.
Pero... ¿una importante colección de arte cubano en Daytona, una ciudad conocida fundamentalmente gracias a una carrera de autos y al spring break universitario?, se preguntarán algunos, perplejos. ¿Cómo es eso?, insistirán los más incrédulos.
El origen se remonta a casi 60 años atrás, a dos personas con un sitial polémico en la historia de Cuba, Fulgencio Batista y su segunda esposa, Marta Fernández. La anécdota de la semilla de donde brotó la colección es así, según Juan A, Junco, su guía extraordinaire:
''En su primer período como presidente, entre 1940 y 1944, a Batista muchos pintores cubanos le regalaron obras'', narró Junco, ``a un punto tal que tuvo que alquilar una casa porque se quedó sin paredes''.
''Tras dejar la presidencia en 1944, [Batista] viene a Daytona y se enamora de la ciudad'', acotó Junco.
Entonces él compró una mansión que perteneció a la familia Oldsmobile, de renombre automovilístico. ''Aquí residió esporádicamente hasta 1948, cuando vuelve a la vida política cubana al ser elegido senador por Las Villas'', añadió Junco.
En los primeros años de la década siguiente, ya casada Marta Fernández con Batista, ella pasaba largas temporadas en Daytona con sus hijos. Es en este tiempo que ella tuvo la idea de auspiciar un museo allí. A ese efecto, en 1957, los Batista donaron pinturas, grabados y arte folclórico a la recién creada Cuban Foundation, una especie de patronazgo que vela por la colección cubana del museo de la ciudad.
Ese fue el germen de la actual colección, que en estos momentos excede las 300 piezas, según el curador principal del Museo de Artes y Ciencias, Gary Libby.
Luego viene la fase cuando el militar devenido en político vuelve a postularse a la presidencia en 1952. A partir de entonces comienza una etapa aciaga en la historia de la isla: se inicia ese mismo año, previo a las elecciones, con el segundo golpe de estado de Batista --el primero fue en 1933 para derrocar a Carlos Manuel de Céspedes--, continúa con la insurrección y el triunfo de los rebeldes castristas, y llega hasta nuestros días con el régimen que esa victoria engendró.
En la noche del 31 de diciembre de 1958 al 1ro de enero de 1959, la familia Batista huyó del país. Residió primero en República Dominicana, luego en Portugal y después en España, donde murió el ex presidente y ex dictador.
Con el tiempo, Marta Fernández volvió a Estados Unidos y se asentó en Palm Beach.
Y pasó el tiempo y pasó un águila por el mar. En el 2006, falleció ella, quien dejó al museo una gran colección de pinturas, muebles del siglo XIX y valiosa artesanía.
No obstante, la colección no se limitó a las donaciones originales.
''El museo ha seguido creciendo gracias a otras donaciones importantes de muchos ciudadanos estadounidenses que envían piezas'', afirmó Gary Libby, el autor del libro Cuba - A History in Art (Museo de Artes y Ciencias, 2006).
La colección cuenta con muchas piezas de gran valor histórico y estético, de las que la más importante es La Coronación de la Virgen por la Santísima Trinidad, ''por ser la primera pintura recogida en los anales cubanos'', explicó Libby. ''Es Europa en Cuba'', definió el especialista.
Además, las artes plásticas, como litografías de Eduardo Laplante que plasman de los grandes cañaverales del siglo XIX y obras de grandes artistas del XX --Leopoldo Romañach, Amelia Peláez y René Portocarrero, entre otros-- crean el ambiente propicio para muebles como vargueños con marquetería de carey y latón, así como sillas decimonónicas norteamericanas.
''Es una colección interesante'', dijo el galerista Ramón Cernuda, uno de los principales expertos en arte cubano en la actualidad. Aparte del arte colonial cubano ''tiene algunas piezas importantes de los artistas academicos clasicos de la primera mitad del siglo XX'', precisó.
Según Libby, otras colecciones en Miami, como la del Museo Lowe, rivalizan con la del MAS. Según Cernuda, colecciones privadas en Miami, incluida la de él, son más completas.
Situado en 90 acres de hermosa vegetación, en el mismo corazón de Daytona Beach, el museo --fundado en 1955-- es un complejo preservacionista de 49,000 pies cuadrados de exhibición cuyas colecciones incluyen historia de la Florida, joyas del siglo XIX [posiblemente la mejor colección del país al decir de algunos], arte estadounidense, vida y ritual africanos, arte chino, artes decorativas en general y un ala dedicada a los niños, entre otros. Además, cuenta con un planetario.
Museum of Art and Sciences, 1040 Museum Boulevard, Daytona Beach, FL 32114. Cómo llegar: Salir de la I-95 en U.S. 92. Tome dirección este por unas 5 millas hasta llegar a la Ruta 5A. Haga una derecha y al cabo de media milla hallará el museo.
Horario: martes a viernes de 9 a.m. a 4 p.m. Sábado y domingo de 12 m. a 5 p.m. Entrada: adultos, $12.95; seniors, $10.95; niños de 6 a 17 años, $6.95; niños de 5 años y menos, gratis.
Teléfono gratis: 1-866-439-4769. En internet: www.moas.org