Diario Las Americas
Por Armando Álvarez Bravo
La poesía, más allá de la crítica, está como nosotros a merced del paso del tiempo. El suyo es el más vulnerable siempre. Cada época determina las cartas de navegación de sus lecturas poéticas, sus modas, preferencias, rechazos y olvidos. Pero sea lo que fuere, al agustiniano modo, los poemas permanecen como una inmensa reserva espiritual y creativa.
Ese es el caso del libro sobre el que hoy me vuelco. Se trata de un nuevo volumen de Ediciones Universal, de Miami, y es la segunda edición de esa recopilación de versos. Su título: 50 poetas modernos. Su autor: Pedro Roig Fernández-Rubio. La edición ha sido ampliada y revisada por su hijo, Pedro V. Roig.
Quiero precisar que Pedro Roig nos entrega en este volumen que su padre no pudo ver publicado en vida, lo que designa como “un íntimo tesoro de familia” y que los poetas que en él figuran “nos invitan a viajar por el mundo de los recuerdos”. Y quiero decir igualmente que es muy hermoso y encomiable que los hijos se ocupen de la obra del padre que ya no tienen la gracia de tener a su lado. Es algo que constituye un gesto casi de ficción en este mundo cada vez más complejo y arduo y pragmático al delirio que nos ha tocado vivir...