Nacido en Matanzas en 1951, residía en Caravaca de la Cruz con el pasaporte azul que otorga Naciones Unidas
ENRIQUE SOLER
La Opinion de Murcia
11 de febrero del 2012
Julio San Francisco | Enrique Soler
A las cinco de la tarde, como reza el poema de Lorca, los restos mortales del disidente cubano Julio San Francisco entraban en la Iglesia Mayor de El Salvador de Caravaca. Un grupo de unos 40 amigos daban el último adiós al escritor y periodista, que fue hallado muerto en su casa por la Policía Local, después de que un amigo al que no le cogía el teléfono durante dos días, diese la voz de alarma y denunciase su desaparición.
San Francisco nació en Matanzas (Cuba) en 1951, residía en España, con el pasaporte azul que otorga las Naciones Unidas, desde 1997. Fue jefe de la página cultural del periódico Victoria de Isla de Pinos (Isla de la Juventud) y posteriormente columnista del periódico nacional Trabajadores, con sede en La Habana. A principios de la década de los 90 rompió con el periodismo oficial y participó en 1995 en la fundación de Habana Press, la primera agencia de prensa privada y libre en su país en medio siglo, que vendía noticias sin adulterar por el régimen castrista a Miami. Las emisoras del otro lado de la bahía de Cochinos emitían dichas noticias, que se podían escuchar a través de onda media en la isla...