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Por Rudolph Moreno
Especial para DIARIO LAS AMERICAS
Sólo con pronunciar una sola palabra: CHIA… y la magia que irradia este virtuoso del piano se produce de manera instantánea. Y a ello contribuyen una serie de factores que hacen de cada ocasión donde el artista se presente, todo un evento… ¡Un espectáculo!
Uno de esos factores, es que a sus presentaciones, donde acude un público mayoritariamente de la tercera edad. Chia les “regala” la inapreciable oportunidad de tener el placer del grato recuerdo. Del embeleso y el hechizo de los años de juventud, muy distantes ahora, que los hace sentir de nuevo que la vida todavía es capaz de ofrecerles algo agradable y disfrutable.
Y al teatro acuden.! A oír a Chia… A ver a Chia… A cantar con Chia… No importa si algunos van en silla de ruedas, “walkers” o bastones. No importa si la artritis u osteoporosis hayan hecho estragos en sus achacosos organismos. O si la situación económica es bastante difícil. Oír a Chia.... Ver a Chia... Sentir a Chia, los reconforta, los alivia, los rejuvenece, los hace felices aunque sea por un rato, de modo que, al menos por un rato, ir a ver a Chia tiene un componente de sanación. No es esto humanamente bello?!!!...
Tomado de: Diario Las Americas
