POR IVÁN GARCÍA
ESPECIAL PARA DIARIO LAS AMÉRICAS
Publicado el 05-06-2013
LA HABANA.- Los peloteros José Ariel Contreras y Rey Ordoñez, a pesar de ser acusados públicamente de traidores a su patria cuando decidieron desertar, hoy son personajes ilustres entre sus vecinos de Mantua, Pinar del Río, y Palatino, una barriada habanera.
Hace un par de meses, cuando Contreras acudió con su anillo de campeón mundial a la bulliciosa peña de fanáticos beisboleros en el Parque Central, en el corazón de La Habana, paró el tráfico. Las historias filantrópicas del fabuloso ex short stop de Grandes Ligas, Rey Ordoñez, aún se cuentan en las inmediaciones del terreno de pelota aledaño a la antigua fábrica de Cola Cola, en Palatino, donde nació y se formó como jugador.
Incluso antes del 14 de enero, cuando el General Raúl Castro reformó las anacrónicas normas migratorias, deportistas que abandonaron sus equipos en el extranjero habían visitado la isla.