LILIANA ZAMUDIO
SOUTH FLORIDA NEWS SERVICE
Ernesto Rolo dirige un equipo de 20 relojeros y técnicos en la tienda de reparaciones de relojes suizos Breitling, en el complejo de oficinas de Blue Lagoon, en Miami. Fotografía del pasado 10 de mayo. Allison Diaz / Para The Miami Herald
Cuando Ernesto Rolo tenía nueve años, comenzó a aprender el oficio de relojero en la tienda de reparaciones de su padre, La Habana, en La Habana.
La tienda, que con anterioridad había sido una pequeña cafetería, era una habitación de 5x7 con una vitrina llena de relojes, manillas y pulseras de piel. Las paredes de color verde pálido estaban llenas de viejos relojes.
“La tienda de mi padre era muy pequeña, y apenas había espacio para una mesa donde se reparaban los relojes”, dijo Rolo. “Con el tiempo, mi padre improvisó un ático al que yo tenía acceso por una escalera de metal. Ese espacio se convirtió en mi lugar de trabajo”.