viernes, 19 de mayo de 2006

EDITORIAL PRENSA ASTURIANA Director: Isidoro Nicieza

MÁS GIJÓN

Hay personas que por algún motivo te traen el recuerdo de un libro. El otro día conocí a un poeta que me recordó al menos tres. Me lo presentó un gran amigo, el abogado ovetense Francisco Arroyo Álvarez de Toledo. Fue durante una comida. Una comida varias veces pospuesta por razones que no vienen al caso, pero que al fin se celebró -el verbo aquí, con su sentido más propio- en un restaurante de Madrid entre mucho humo, muchas palabras y mucho vino tinto. El poeta era Raúl Rivero y los libros fueron «Fahrenheit 451», «Nuestro hombre en La Habana» y «Archipiélago Gulag».

El primer libro me asaltó en cuanto subí los escalones y lo vi sentado a la mesa. Yo llegaba tarde y se levantó para presentarse tendiéndome una mano franca. Me llamó la atención su rostro moreno, algo picado de años, tabaco y privaciones, su mirada viva tras unos anteojos anticuados y su tono de voz, cálido pero inteligente y honesto, en las antípodas del arquetipo dulzón de cubano hiperbolizado. Cuando me senté a su lado y recordé cómo pocos días antes unos energúmenos le habían impedido hablar en la Universidad -¡en la Universidad!- bajo pretextos tan peregrinos como ser agente del imperialismo yanqui, no pude sino recordar a los ciegos bomberos pirómanos de Huxley quemando aquello que no entendían. Impedir hablar a un escritor es como quemar libros. Un acto no sólo fascista sino sobre todo estúpido.

Hostigamiento, descrédito, muerte civil, proceso amañado, cárcel, poemas, campaña internacional, intervención de gobiernos e intelectuales, escándalo mundial, liberación, exilio... Era asombrosa la novela que se estaba escribiendo ante nosotros, pero Raúl no se daba importancia, ni se emocionaba demasiado, ni se ofuscaba al recordar su drama, como si no fuera con él, como si le avergonzase distinguirse cuando hay tantos otros que pasan cada día por lo mismo sin que nadie les haga maldito caso. Ni siquiera odiaba a quien le difamó, le acosó, le acusó, le torturó y le condenó a veinte años de prisión. Como dijo en un momento determinado, «no podía permitirme odiar. Odiarles hubiera supuesto meterlos en mi celda». Sin embargo, sí había mucho espacio para el humor en sus renglones de humo. Por ejemplo, contó divertido cómo se había institucionalizado una frase entre los homosexuales habaneros cuando son detenidos. El hijo de uno de los héroes de la revolución es gay. Activista y socarrón, ahora está exiliado en Miami; pero antes, para incordiar al régimen, se dejaba detener una y otra vez sabiendo que una y otra vez lo liberarían. Y en cada ocasión se dirigía a los policías con dardos verbales. Uno de los más célebres fue en el mismo coche celular, camino de la Comisaría: «A palacio, cochero», soltó muy serio. Así, cuando los gays son detenidos -lo que ocurre constantemente en el paraíso castrista- siempre lanzan la misma orden: «A palacio, cochero».

«Nuestro hombre en La Habana» vino con estas anécdotas que le hacían brotar una risa noble, algo cascada ya por el Marlboro -quizá sea ésa la prueba que tanto buscan los fanáticos de su sumisión a una potencia extranjera-. La hilarante historia de un inglés, dueño en Cuba de una ferretería, quien para ganar unas libras les vende a los servicios secretos británicos los planos de una aspiradora haciéndoles creer que es una instalación militar secreta, no podía resultarme más rocambolesca que las aventuras de fugas estrafalarias, empresas personales de rebeldía y locos exiliados en Miami que gastan toda su fortuna en chinchar a Fidel -incluyendo organizar y pagar la deserción de la propia hija del tirano- que el poeta nos estaba contando. En sus palabras, todo en Cuba parecía posible, como si la isla fuera el verdadero epicentro del realismo mágico. Aquella increíble narración, ahíta de disparates, me hizo recordar la partida de ajedrez que Graham Green hizo jugar a su peculiar espía inglés con un oficial de la Policía secreta cubana. Con la peculiaridad de que las piezas eran botellitas de güisqui y que cada vez que se comían una tenían que bebérsela. Pero Raúl convirtió en cenizas sin gracia esa escena cuando narró su propia entrevista con el coronel encargado de interrogarle. En un momento dado, el sicario le sacó el asunto de sus presuntos vínculos con la potencia extranjera de todos conocida. Raúl lo miró con ojos de sueño y le preguntó por qué insultaba su inteligencia. Él entendía que dijeran eso, que lo acusaran de espía al servicio de los Estados Unidos, que lo calumniaran tildándole de traidor... El lo entendía, al fin y al cabo, eso era parte del juego; pero que, por favor, no le fueran a él con esas vainas.

Y entonces apareció. Horrible, espantoso y, lo que es peor, posible; «Archipiélago Gulag», como un enorme agujero de silencio y dolor que todo pudiera ocuparlo. Sin un átomo de rencor, Raúl nos fue contando cómo le llamaban a casa por la noche para amenazar a su familia, cómo lo detenían sin motivo un día sí y otro también, cómo le acusaron de fantasmagóricos crímenes. Cómo lo encerraron, cómo lo interrogaban a cualquier hora de la noche. Contó la enorme impresión que le causó el tribunal que lo juzgó; aquellos jueces mal vestidos, de gafas restañadas con esparadrapo, somnolientos, sin un puto papel donde apuntar lo que allí se decía. Se supo condenado de antemano y supo también que aquellos tristes figurones firmarían lo que les dijeran. La imagen de una justicia tan indigna y fea lo deprimió. Luego vino una condena a veinte años por un delito gravísimo. En Cuba a un hombre le pueden meter preso 20 años por un tipo penal llamado: «Otros crímenes contra la Revolución». Revolución o muerte. Aquello era otra vez Soltzhenitsyn contándonos que, con el Código Penal soviético, robar pan o haber sido hecho prisionero por los alemanes podía castigarse como acto contra el pueblo con treinta años de trabajos forzados.

Después del proceso, un año en una celda de castigo. Y otro más encerrado con los presos comunes. Y mientras el régimen le negaba el carácter de preso político -en Cuba, ya sabe, no los hay-, estos mismos convictos sí se lo reconocían. Raúl caminaba solo por el patio, un viaje de ida y otro de vuelta, así durante una hora al día. Y el resto de presidiarios, aficionados al béisbol, para señalar los límites del imaginario campo de juego, gritaban que «fuera» era a partir de la «trucha -camino- del político». Afortunadamente, esa trucha le llevó fuera de la cárcel gracias a Blanca, su mujer, que movió Roma con Santiago para informar a la opinión pública internacional. Fue ella la heroína que le llevaba comida a un presidio equivocado pues no sabía donde estaba encerrado, la que consiguió que García Márquez y Zapatero convencieran a la momia.

Y luego España. Aquí le han acogido unos y otros. Para España no tiene más que agradecimiento. Otros no pudieron quedarse aquí porque llegaron demasiado pronto, cuando el régimen tenía adeptos convencidos. Así le pasó a su gran amigo Guillermo Cabrera Infante, quien tuvo que refugiarse en Londres ya que los intelectuales ibéricos le dieron la espalda en masa por atreverse a poner en cuestión la idílica revolución de los barbudos. Tiene suerte Raúl, después de todo; posiblemente podrá regresar a Cuba cuando el viejo se rompa de una vez.

Pero antes de que todo eso suceda, quiere que yo le haga un favor; quiere que le ayude a encontrar a los ascendientes asturianos de su mujer, Blanca Reyes Castañón. Por lo visto, su abuelo, Antonio Ataúlfo Castañón Acebal, era de los alrededores de Gijón. Les he prometido que si tenemos alguna noticia de sus familiares españoles les alojaré en mi propia casa. Así pues, si algún lector tiene noticias del bueno de Ataúlfo, pónganse en contacto con el periódico para que la trucha del poeta pase también por el muro de San Lorenzo como si fuera el mismísimo Malecón de La Habana.

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Carlos Franqui. escritor, periodista y exiliado cubano

Una de las bestias negras del castrismo llega a la Feria del Libro con una doble misión: hablar hoy sobre María Zambrano y presentar el sábado su volumen de memorias, 'Cuba, la revolución: ¿mito o realidad?' (Península). Sin embargo, Carlos Franqui es algo más que un exiliado. Es, ante todo, un hombre de cultura que cree en el poder de ésta para cambiar a los hombres y al mundo.

LUIS SÁNCHEZ-MOLINÍ

Sevilla.

Tres vocaciones marcan claramente su vida: la intelectual, la política y la periodística. ¿Cuál ha vivido más intensamente?

Sin duda, la cultura. Hay que ser cultos para ser libres. El periodismo es una vocación que tenía desde que era adolescente; en él he hecho prácticamente de todo, desde vender diarios hasta dirigirlos, y actualmente lo sigo practicando. Sin embargo, no creo haber sido nunca un político, porque a los políticos les interesa el poder, algo que no comparto. A mí lo que me interesa es cambiar el mundo.

Además de a presentar sus memorias, viene a la Feria del Libro para hablar de María Zambrano. ¿Cómo fue su relación con ella?

–La traté sobre todo en Ginebra. La lectura de sus libros me había causado una profunda impresión, ya que en ella convergen la filosofía y la poesía. Es como si, de una manera moderna, renaciera eso que en su día fue Grecia. Cuando hablaba era un auténtico poso de sabiduría y me arrepiento de no haber grabado mis numerosas charlas con ella.

–Usted fue uno de los que forjó el apoyo de los intelectuales europeos a la revolución cubana. ¿Se arrepiente?

–Hay siempre mucha exageración en este asunto. No niego que fui un protagonista de la revolución, pero suponer que un guajiro como yo fue el que convenció a intelectuales como Sartre, Breton o Picasso, es mucho suponer. Más bien creo que había mucha gente (y todavía la hay) que estaba buscando la revolución perdida y Cuba era un espejismo muy tentador. También es cierto que muchos de los que me acompañaron en la mistificación de la revolución cubana luego estuvieron conmigo a la hora de la desmitificación.

–¿Camilo Cienfuegos representa lo que pudo ser y no fue la revolución?

–Fue un personaje interesantísimo. Junto a Castro era el personaje más popular de la revolución. Camilo representaba lo popular: era muy simpático, amante de la libertad, amigo de la fiesta. Pero, ante todo, era un personaje independiente, que nunca fue comunista y que creía en una revolución humanista inspirada en Martí. En el momento que Fidel quiso dar el giro comunista, Cienfuegos pasó a ser un estorbo. En Cuba nadie duda de que fue Castro el que lo quitó de en medio.

–Usted ha cultivado con pasión la crítica de arte, además de escribir libros junto a artistas como Calder, Miró o Tapies. Además, dicen que tiene una magnífica colección de obras.

–Precisamente, ahora voy a publicar un libro con mis textos pictóricos, que son los que me han dado de comer en el exilio. Tomé mucho interés en que los pintores apoyasen la revolución, algo que quedó patente en el Salón de Mayo de 1967 en La Habana, lo que no siempre fue comprendido por el entorno de Castro. Respecto a mi colección, todas las obras que tengo son regalos de pintores amigos.

–¿Es Cabrera Infante el gran escritor cubano del siglo XX?

–Me unió a él una gran amistad. Es el primer novelista cubano que consiguió recrear literariamente lo que es bailar un son. Sus novelas están llenas de música, erotismo, humor... pura Cuba. Tenía un gran sentido de la ética, la amistad y el rigor. Le costó caro.

–¿Cómo ganó el apoyo de Sartre a la revolución?

–Decidió apoyarla después de una conversación que mantuvimos durante más de dos horas. Se sorprendió mucho que en Sierra Maestra leyésemos y discutiésemos sobre el existencialismo. Cuando vino a La Habana disfrutó mucho del baño de masas, la gente lo llamaba por la calle por su nombre de pila, algo a lo que no estaba acostumbrado en Europa. Cuando se dio cuenta que la revolución había dejado de ser espontánea para convertirse en un aparato se llevó una decepción y me miraba a mí como el tipo que lo había embarcado en el asunto.

Carlos Franqui

Pocas personas han vivido una vida tan apasionante como este hombre nacido en una familia campesina cubana en 1921. Después de su paso por el Partido Comunista, pronto abandonó estas ideas para unirse a los barbudos de Sierra Maestra, aún lejos del influjo de la URSS. A él se debe el que lo mejor de la intelectualidad europea apoyase a una revolución que él mismo terminó repudiando por cambiar las ideas de libertad por las del comunismo burócrata. La cultura ha sido siempre su gran pasión y la ha cultivado como animador, poeta, crítico de arte y periodista. Es una de las bestias negras del régimen de Castro, que lo tacha de agente de la CIA y tiene una idea pesimista sobre el futuro de Cuba. Sin embargo, sigue luchando porque las libertades formales (¿hay otras?) vuelvan a la isla.

lunes, 15 de mayo de 2006

Por Luis de la Paz

DIARIO LAS AMERICAS

El tronco musical de un país puede ser su himno nacional, el resto de sus ramas las componen los géneros que dictan las distintas épocas, prevaleciendo la magia que le imprime el creador a sus composiciones, a lo que hay que añadir el tarareo del pueblo, que al repetirlas las inmortaliza y hace que se transmitan de generación en generación.

De manera que entre el compositor y el intérprete se recrea y se reviven los ritmos propios que van trazando el perfil musical de un país. La música cubana tiene la dicha de haber aportado sonidos novedosos y cadenciosas armonías, que además de enriquecer el patrimonio nacional, han trascendido y aportado a otros países de la región y del mundo.

Cuba puede darse el lujo de exhibir una impresionante lista de figuras prominentes de su música. Desde un Brindis de Salas, para iniciar las referencias, hasta personalidades como Ernesto Lecuona, Gonzalo Roig, Trío Matamoros, Beny Moré, Alejandro García Caturla, Sindo Garay, Ignacio Cervantes, René Touzet, Harold Gramatges, Rodrigo Prats, Antonio María Romero, Aurelio de la Vega y Eduardo Sánchez de Fuentes, para apenas ofrecer un aperitivo de nombres grandiosos en distintos géneros. También sería larga las referencias a los intérpretes excepcionales, por ello sólo nos limitaremos a Zenaida Mafugás, quien se presentará este 20 de mayo, día de la Independencia de Cuba, en la escuela de música de la Universidad de Miami, en una velada organizada por el Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos.

Cuando se habla de temas cubanos, el nombre de la Manfugás se abre paso entre el conjunto de figuras conocidas. Su maestría y su larga trayectoria como pianista, auspician ese reconocimiento, que el público manifiesta con largas ovaciones. Para este concierto en la fecha patria del 20 de Mayo, Zenaida Manfugás ofrecerá Danzones de mi Cuba.

Desde Elizabeth, New Jersey donde reside la pianista, revela a Diario Las Américas, que en septiembre del pasado año fue operada del túnel carpiano en su mano izquierda. Con su optimismo característico afirma sentirse bien, "aunque todavía no estoy recuperada del todo", dice con cierta incertidumbre y temor ante lo que podría ocurrir frente al auditórium.

Producto de la cirugía tuvo que cancelar conciertos previstos en Holanda, España, Francia y los Estados Unidos, convirtiéndose esta presentación en su regreso al escenario desde que fue sometida a cirugía. Durante la entrevista parece expresar alguna preocupación, sin embargo, inmediatamente después retoma con ímpetu el interés por su próxima presentación y comienza a referirse a los danzones que tocará ese día. "Entre ellos está Masacre de Silvio Contreras; Virgen de Regla de Pablo O'Farrill; Fefita de José Urfé; Almendra de Abelardo Valdés; Doñá Olga de Enrique Jorrín; El cadete constitucional de Joaquín Rubalcaba y La Mora de Eliseo Grenet".

El prometedor programa incluirá también arreglos vocales que la Manfugás toca al piano. En ese sentido espera ejecutar piezas de Jorge Anckermann y temas de Ernesto Lecuona, entre otros compositores.

La última vez que la pianista se presentó a un concierto en la sala de la Universidad de Miami fue hace tres años con un programa también de música cubana que abarrotó el teatro. Anteriormente en esa misma plaza, tocó acompañada de la orquesta y el coro de la escuela, ejecutando la Novena Sinfonía de Beethoven.

El espectáculo es parte de las conmemoraciones por la fecha patria del 20 de Mayo de 1902, momento en que los cubanos proclamaron su independencia de España. Desde ese momento se iniciaría un largo camino político en la isla, que sí destacó por la fuerza expresiva de sus artistas y creadores.

Zenaida Manfugás es una de las pianistas más respetadas y admiradas por los cubanos. Su vida ha sido difícil y dolorosa. En cierta ocasión expresó a este reportero: "Mi vida ha sido de constante confrontación. En un medio hostil, indiferente, clasista, y por lo tanto racista, han sido más los momentos oscuros que los claros. He podido ser pianista porque mi madre, gran pianista y pedagoga, se empeñó en comenzar a enseñar a todas sus hijas, el mismo día que cumplíamos los 5 años. Ella fue una adelantada de la pedagogía moderna. Así que cuando yo tenía 7 años tocaba ya dos conciertos: el de la Coronación y el Primero de Beethoven. Transcurrieron 9 años de lucha, batallas y al fin, de adolescente, gracias al tesón obsesivo del Maestro Gonzalo Roig, debuté en la Banda Municipal, con un arreglo que él mismo hizo, del Concierto en La Menor de Grieg. Luego obtuve una beca del Ministerio de Educación, pero pasaron más de 3 años antes de poder viajar.

Para ese entonces ya me sabía, y podía tocar, más de 30 conciertos. Cinco meses después de haber llegado a España, debuté tocando a Beethoven, no obstante que mi llegada tuvo un mal comienzo. Al asistir, invitada por un amigo a una recepción en la Embajada Cubana, un 20 de Mayo, fecha de la independencia de Cuba, me recibió el embajador, textualmente con esta expresión: una negra más. Por tal motivo, harta de mis luchas en Cuba, juré no poner más los pies en una dependencia cubana, y así lo he cumplido".

Sin embargo este 20 de mayo, en tierras del exilio cubano de Miami, la gran diva recibirá el caluroso aplauso y la admiración desbordada (como siempre se le brinda) de sus compatriotas en el destierro.

Danzones de mi Cuba, 20 de mayo del 2006, a las 7 de la noche, en el Maurice Gusman Concert Hall, Universidad de Miami, 1314 Miller Driver, Coral Gables. Entradas 15 dólares, 10, estudiantes, profesores y empleados de la Universidad. Para más información y reservación, 305-284-2822. Capacidad limitada.

Posted on Sun, May. 14, 2006

WILFREDO CANCIO ISLA

El Nuevo Herald

Cuando la desesperación condujo a la doctora cubana Marialys Darias Mesa a lanzarse al mar y dejar atrás a su hija de 4 años, pensó que no pasaría mucho tiempo para tenerla nuevamente junto a ella.

A fin de cuentas, las evidencias y las razones estaban a su favor. Favorecida con la lotería de visas desde el 2002, el gobierno cubano la retenía indefinidamente por considerarla ''personal médico indispensable'' y el otorgamiento del permiso de salida parecía cada vez más una quimera lejana.

''Le conté a la niña que iba a pasar una escuela y que cuando la terminara la iría a buscar para reunirnos con el padre'', recordó Darias, de 32 años, sobre el momento de la despedida en Cuba en abril del 2005. ``La idea de montarla en la embarcación nunca nos pasó por la cabeza, porque la quiero demasiado para poner en peligro su vida''.

Pero la suerte le jugó una mala pasada. El Servicio Guardacostas interceptó la embarcación donde viajaban cerca de Cayo Sal y sus 22 pasajeros fueron enviados al Centro de Detención de Nassau. En el grupo de detenidos figuraba el dentista David González Mejías, impedido también de salir de la isla a pesar de contar con visa estadounidense.

Tras permanecer por 10 meses en un limbo migratorio en Bahamas y ganar la batalla por la reunificación con su esposo en Estados Unidos, Darias celebrará este Día de las Madres con el más precioso regalo: el abrazo de su hija María Laura, quien arribó la víspera de Cuba.

''Ha sido horrible pasar por esto'', expresó la mujer abrazándose a la niña, que viajó sin acompañante en un vuelo fletado desde La Habana. ``No volveré a separarme de ella, nunca más''.

La noche del viernes Darias y Ihovani Hernández, el padre, recibieron a la niña con globos y muñecas en la sala de espera del Aeropuerto Internacional de Miami (MIA). Cuando María Laura concluyó el procesamiento de Inmigración y atravesó el salón de la mano de un funcionario, Darias estalló en lágrimas de emoción.

''Jamás pensé que iba a pasar tanto tiempo serparada de ella'', declaró la mujer. ``En mis cálculos, o llegaba a tierra o los guardacostas me enviaban a [el campamento] de Guantánamo y, cuando confirmaran la validez de mi visa, en unas pocas semanas pasaba a Estados Unidos..., pero Bahamas nunca estuvo en mi cabeza''.

El caso de los dos dentistas cubanos cobró resonancia internacional luego de conocerse que estaban retenidos en Bahamas a pesar de tener visas de inmigrantes. El pasado junio, Washington les otorgó una autorización especial para entrar y reunirse con sus familiares en territorio estadounidense, pero el gobierno bahamense no accedió a ceder la custodia hasta mediados de marzo tras insistentes llamados de congresistas y gestiones diplomáticas.

Darias llegó finalmente a Miami para reunirse con su esposo, quien había emigrado en agosto del 2003 con el propósito de desbrozar el camino familiar. Su arribo fue apenas el inicio de un nuevo reto: reclamar a María Laura, quien había quedado en el poblado de Perico, Matanzas, al cuidado de sus abuelas.

En pocas semanas la Oficina de Intereses de EEUU (USINT) ratificó el visado de la menor y las autoridades cubanas le concedieron el permiso de salida. La abuela paterna, Gisela Molina, había solicitado acompañarla, pero la USINT le negó la visa por considerarla una potencial inmigrante.
''Este es el día más grande de mi vida'', afirmó Hernández, que labora como electricista en Cape Coral.

Junto a ellos, integrando la comitiva de recibimiento, se hallaba el ingeniero exiliado Augusto Villalón, residente en Pines Island, quien desde el comienzo lideró la campaña para la liberación de los médicos y la reunificación familiar.

''Ellos pueden sentirse dichosos de estar ahora juntos'', opinó Villalón, que salió de Cuba en 1960. ``En otras épocas las familias se fragmentaban y había que esperar años y años para volver a reunirse, como sucedió a la generación de los Pedro Pan [los 14,000 niños enviados sin sus padres entre 1960-1962]''.

La familia va a residir en Cape Coral, pero permanecerá con familiares en Miami este domingo de celebración. Darias reconoce que este Día de las Madres marcará para siempre la vida familiar.

''Hasta hoy me sentía incompleta'', aseveró ella. ``Ahora es que comienza a restaurarse nuestra felicidad''.

Posted on Sun, May. 14, 2006
IVETTE LEYVA MARTINEZ

Especial para El Nuevo Herald

Hace 35 años el sacerdote cubano Alejandro López emprendió una cruzada contra la pobreza en el departamento de Choluteca, en Honduras, y desde entonces su peculiar obra ha transformado las vidas de miles de personas.

El padre Alejandro es el fundador de la Asociación San José Obrero, una organización privada de desarrollo orientada a generar empleos y que posee fábrica de guantes de trabajo, taller de muebles de madera, imprenta, clínica médica, programa de ecoturismo, instituto de capacitación técnica y proyectos de construcción y reparación de viviendas.

Su proyecto social tiene una importante base de apoyo en Miami, adonde viene dos veces al año desde hace dos décadas. Aquí recoge donaciones de ''todo lo que sobre en casa'' que luego usa con diversos fines en Honduras. A fines del año pasado, el padre Alejandro llevó 44 contenedores al país centroamericano, y ahora espera llevar menos de 40 a causa del creciente costo de los fletes.

Lo encontré en el estacionamiento de la iglesia St. Michael, rodeado de voluntarios e interrumpido constantemente por la llegada de donativos.

Habanero del barrio de Marianao, también se siente hondureño después de vivir 41 años en el país centroamericano y confiesa que ha perdido ``la rapidez y el alboroto de los cubanos''.

Estudiaba en el seminario San Alberto Magno de Colón, en Matanzas, cuando decidió solicitar su salida de Cuba para continuar estudios en Canadá. Corría el año 1961 y el ambiente ya estaba enrarecido en contra de la Iglesia Católica. ''Otros dos seminaristas y yo solicitamos la visa de turismo, pero se demoraba. Cuando explicamos nuestro verdadero objetivo, el gobierno cubano nos facilitó la salida de forma inmediata'', recordó.

Tras estudiar cuatro años en el Seminario de Misiones Extranjeras de Montreal, y ante la imposibilidad de regresar a Cuba, decidió seguir al sacerdote canadiense Marcelo Gérin, quien era obispo de Choluteca.

Llegó a Honduras en el año 1965, cuando la Iglesia estaba en pleno proceso de efervescencia por el Concilio Vaticano II. El joven cubano participó durante varios años en celebraciones de la Palabra de Dios en toda Centroamérica hasta que en 1971 fue ordenado sacerdote y destinado a la parroquia de San José Obrero en Choluteca, semiabandonada en una zona marginal.

''Pasé varios meses sin saber a ciencia cierta qué hacer. La gente venía a pedirme trabajo que yo no podía ofrecer, cartas de recomendación que yo no podía dar, porque nadie me conocía, en fin, todo tipo de ayuda'', relató.

Empezó a organizar un pequeño dispensario con las donaciones de la organización católica Caritas, pero pronto se percató de que enfrentaba un problema mucho más amplio y complejo. ''El problema del nivel de vida'', apuntó el sacerdote. ``Y recordé la Biblia: ganarás el pan con el sudor de tu frente''.

El padre Alejandro inició pequeñas empresas --de hierro forjado, de madera tallada-- que fracasaron rápidamente.

Consiguió las máquinas con una fundación de desarrollo en Tegucigalpa, obtuvo la materia prima, y se hicieron los primeros guantes después de descoser y examinar uno hecho en México. En esa fábrica trabajan actualmente más de 30 personas.

En 1972 el padre Alejandro fundó la Asociación San José Obrero, inspirada ''en el Evangelio de Jesús de Nazareno y en la Enseñanza Social de la Iglesia'' con el fin de erradicar la pobreza de ''forma práctica, participativa y autosostenible''. Además de presidir la organización, sigue oficiando como sacerdote de la parroquia de San José Obrero.

Prefiere lo que él llama la ''caridad promocional'' a la caridad asistencial, la práctica más extendida dentro de la Iglesia Católica.

''Creo que practicar solamente la caridad asistencial conduce a crear más dependencia y alienación, enseña a la gente a simular pobreza con tal de obtener ayuda de los sacerdotes'', consideró. ``En nuestros países ser pobres es una profesión y la gente quiere ser adoptada por un estado paternalista. En ese sentido, Cuba y Honduras, por distintos caminos, han llegado a convertirse en orfelinatos''.

Actualmente el Instituto de Capacitación Técnica de la Asociación, INCATEC, tiene 300 alumnos que estudian reparación de computadoras, computación, costura, refrigeración y aire acondicionado, entre otros oficios. Más de 15 mil jóvenes han pasado por sus aulas desde su creación en 1981.

Los equipos electrodomésticos dañados que se recogen en Miami sirven de material de estudio a los jóvenes de INCATEC, quienes aprenden a repararlos. Otros objetos son usados en el proyecto de viviendas de la Asociación, que en 23 años ha beneficiado a más de 6,000 familias de Choluteca. La mayor parte de las donaciones se vende y las ganancias se invierten en los diferentes proyectos.

''Nuestro trabajo aquí en Miami es un testimonio profético en contra del consumismo desenfrenado'', opinó el sacerdote. ``Es importante darle valor a las cosas, no tirar lo que puede servirle a otros''.

La mayoría de los donantes son cubanos de la tercera edad, y el padre Alejandro no esconde su deseo de recibir más apoyo tanto de los descendientes de exiliados cubanos como de hondureños y de otras comunidades.

''Me gustaría que la obra la continuaran los más jóvenes, y que el día en que me enferme o me muera los hondureños siguieran el trabajo'', señaló. ``La Asociación es una obra de fe''.

El padre Alejandro recogerá donaciones en la iglesia St Michael (2987 W. Flagler) hasta el 22 de mayo, y del 23 de mayo hasta el 4 de junio lo hará en la iglesia San Lázaro (4400 W 18 ave de Hialeah), de 8 a.m. a 7 p.m.

viernes, 12 de mayo de 2006

Posted on Sun, May. 07, 2006
By JOSE ANTONIO EVORA

El Nuevo Herald

¿Qué es lo que a primera vista atrae tan poderosamente en la pintura de Gina Pellón?

¿La profusión de colores? En parte, quizás. ¿Las volátiles figuras de un cuadro como Sala de esperas? Otro tanto.

Ninguna de esas cosas, sin embargo, explica por qué los lienzos ahora expuestos en The Americas Collection producen una extraña mezcla de embriaguez y turbación, como aquella Mujer con sombrero de Matisse, que luego se asoma en cada Flora de René Portocarrero. Aunque Matisse, y seguramente también Chagall, tienen altares en el templo de la pintora, lo más importante es cómo el apego a la libertad que la lanzó lejos de su país en 1959, a los 33 años, necesitaba un contrapeso, un no partir del todo, resuelto en lo que ella misma ha llamado llevarse el sol del trópico a París y Escandinavia.

Nacida el 26 de diciembre de 1926 en Cumanayagua, un poblado de la región central de Cuba, Pellón se graduó en la Escuela de San Alejandro, en La Habana, y luego se dedicó a impartir clases de pintura a niños. A raíz del triunfo de la revolución castrista en 1959, optó por una beca para irse a Francia, y como ni siquiera quedó entre los finalistas ni tenía dinero para pagarse el pasaje, según ella misma, se puso en contacto con una compañía naviera para agenciarse un boleto gratuitamente. ''Me dijeron que si llevaba 12 becados me lo darían, y me aparecí con 50'', dijo.

La estancia de los becados era por tres meses. Al cumplirse, Pellón no quiso regresar, lo que le valdría una reprimenda del agregado cultural de la Embajada cubana en París, el escritor Roberto Fernández Retamar. ``Me negué tajantemente, y desde entonces se hizo evidente mi oposición al gobierno''.

Ella y Guido Llinás, quien murió el año pasado víctima de un accidente, son los más notables pintores cubanos radicados tempranamente en Francia y con una carrera ennoblecida y engrandecida por la tenacidad.

La exuberancia cromática no molesta en los cuadros de Pellón porque ella sabe, sospecho que intuitivamente, armonizar la luz hasta en los excesos. Trabajar con capas de óleo superpuestas en las que luego escarba para sacar tal o cual color es una técnica más aprovechada en función del equilibrio cromático que de la representación. Ante la pieza terminada, el espectador no se enfrenta tanto a la obra misma como al vehículo del que se ha servido la artista para levantarle otro velo a una memoria revuelta entre un país perdido y una vida ganada. Formas y colores cristalizan en un sedimento hecho de nostalgia y libre albedrío. Se siente tanto el peso de este último, que la nostalgia pasa por archivo más que por melancolía.

Este equilibrado antagonismo reaparece en las tensiones figuración-abstracción que animan las recurrentes mujeres de sus cuadros. Se dirá que la figuración siempre gana, pero ahí está la trampa: el que de veras prevalece, sólo que subrepticiamente, es el lenguaje abstracto. El recuerdo, después de todo, es una abstracción, por muy concretas que sean las cosas que lo hayan inspirado. Será por eso que Sala de esperas explica tanto a la artista. Ahí se nota como en ningún otro el imperio de la ambigüedad; un pintar a tientas en cuyo auxilio viene el derroche de luz.

Por mucho que recuerden en lontananza aquellas reposadas damas de los balcones de Manet y Mary Cassatt, y hasta los de Goya, las mujeres de Le Balcon Bleu (2004) siguen ancladas en Cuba y demuestran, de paso, que es posible insinuar la cubanía más allá del color local. Sobre ellas arrojan una luz difusa los mediopuntos de Amelia Peláez, sólo que ahora, lejos de funcionar como ''distinción'' pintoresca y reduccionista, los colores atomizados de Pellón enlazan la cubanía con el mundo desde una perspectiva íntima y cosmopolita. Ninguna niega a la otra; de hecho, se complementan.

A juzgar por su currículo, Gina Pellón no exponía en Miami desde 1998. En estos años ha paseado su obra desde Australia hasta Noruega y desde Caracas hasta Venecia, sin contar, por supuesto, Francia. Hay que agradecerle a The Americas Collection haberla traído de nuevo con una muestra de su trabajo reciente, cuyo saldo puede resumirse en tres palabras: vitalidad, emancipación y talento.

'Obra reciente de Gina Pellón'. Sala principal de The Americas Collection, 2440 Ponce de León Blvd., Coral Gables. En el segundo salón se expone 'Drawn From Poetry', de Mario Bencomo. Ambas hasta el 31 de mayo. De lunes a viernes, 10:30 am a 5:30 pm; sábados, 12:00 m. a 5:00 pm. Domingos por cita previa: (305) 446-5578.

Posted on Sat, May. 13, 2006

RUI FERREIRA

El Nuevo Herald

PEDRO PORTAL / El Nuevo Herald

Escuche el discurso de Rivero

La graduación de ayer en la Universidad de Miami (UM) tuvo este año un detalle particular. Recibió por primera vez a un disidente cubano y le rindió homenaje a la prensa independiente de la isla entregando un doctorado Honoris Causa en Letras y Humanidades al poeta Raúl Rivero, quien fue perseguido y encarcelado en Cuba por sus actividades opositoras.

Rivero ''tuvo un papel clave en la lucha por una prensa libre y fue preso en una infame redada contra la disidencia. Aun así, siguió escribiendo e, incluso, recibió el premio de periodismo Guillermo Cano'', dijo ayer la rectora Donna Shalala, al explicar el otorgamiento del galardón al poeta cubano ante una audiencia de 2,000 personas entre estudiantes, sus familiares y profesores.

Una estudiante, Stephanie Martínez, quien presidió hasta ahora la Federación de Estudiantes Cubanos de la Universidad de Miami, dijo que no podía haber mejor orador en la ceremonia de entrega de diplomas que Rivero.

''Tenemos que admirarlo; para nosotros es un honor tenerlo hablando en nuestra graduación. Fue un buen regalo. Todos los estudiantes lo reconocemos y homenajeamos'', dijo la joven.

Rivero fue más pausado cuando les habló. Dirigió los homenajes a sus compañeros de lucha y los presos en Cuba, y reclamó para sí el rol de uno más en el periodismo independiente cubano.

''No es que yo vaya a encender aquí ante ustedes ahora la hoguera de las vanidades que nos mostró un día Tom Wolfe y a disimular con torpeza, demagogia y retórica municipal la labor que me propuse hacer en este momento oscuro, amargo y luctuoso de la libertad de expresión en nuestra patria'', dijo el poeta en un discurso en español, que fue seguido por la asistencia a través de unos paneles televisuales que proyectaban su imagen con subtítulos.

Es más, ''se trata [...] no de quitármela de encima como una prenda incómoda, sino de compartirla con nuestros amigos y hermanos que trabajaron, siguen trabajando por esos sueños y, sobre todo, con los que permanecen en las cárceles y la necesitan como amparo, como alimento espiritual y como signo de una esperanza invencible'', enfatizó.

Rivero describió la evolución de la prensa independiente en la isla con la creación de talleres de perfeccionamiento profesional, ''cursos primitivos de técnica y redacción de idioma español y de lengua inglesa'', concursos literarios, con el objetivo de ``abandonar la pobreza del vocabulario y asumir con destreza la función de informar y opinar con libertad''.

[El reconocimiento] ''lo recibo con alegría y complacencia en el plano personal, es verdad, pero sé que cuento con la indulgencia de ustedes y con su confabulación para permitirme compartir este honor con todos los que comenzaron allá un complejísimo y extraño viaje de regreso al futuro en la búsqueda de lo mejor de nuestro periodismo republicano'', agregó.

Posted on Fri, May. 12, 2006

WILFREDO CANCIO ISLA

El Nuevo Herald

El activista exiliado Eusebio Peñalver Mazorra, pionero de la resistencia armada contra el gobierno de Fidel Castro, falleció ayer víctima del cáncer en un hospital de Miami. Tenía 69 años.

Peñalver, quien cumplió 28 años en las cárceles cubanas sin someterse al régimen de reeducación penal, llegó al exilio tras su liberación en 1988 y desarrolló desde entonces una intensa labor en defensa de los presos políticos y por la democratización de la isla.

''En Peñalver se encontraba siempre el valor, la entereza y la amistad'', dijo anoche Angel De Fana, ex prisionero político y director de la organización Plantados. ``Su nombre quedará inscrito como un insigne patriota de la historia de nuestra patria''.

De Fana y Peñalver figuraron entre los fundadores de Plantados, un grupo de destacados ex prisioneros políticos cubanos que desde 1997 desplegó numerosas campañas contra el régimen castrista.

Nacido el 1 de julio de 1936 en Ciego de Avila, en el centro de Cuba, Peñalver se integró en su juventud al Movimiento ''26 de Julio'' con el fin de derrocar al régimen de Fulgencio Batista y en 1958 se alzó en la región del Escambray.

Al triunfo de la revolución de 1959 ostentaba los grados de teniente del Ejército Rebelde, pero su decepción con el proceso liderado por Castro fue prácticamente inmediata.

A mediados de 1960 retornó al Escambray como uno de los principales jefes de las guerrillas que promovieron el enfrentamiento armado, pero fue hecho prisionero pocos meses después y condenado a 30 años de cárcel.

Tras un prolongado presidio como ''plantado'', Peñalver fue excarcelado y enviado en un avión rumbo a Estados Unidos, en 1988, sin permitírsele un encuentro de despedida de sus ancianos padres.

En el exilio no cesó en sus denuncias contra el gobierno cubano, condenándolo incluso por ''los atropellos contra la población negra'' de la isla.

''No tengo palabras para describir todo lo que me hicieron en la cárcel no sólo por luchar contra el régimen, sino por el color de mi piel'', confesó en el 2003.

Al morir, era presidente de la agrupación Unidad Cubana.

En un discurso del 1 de mayo, Castro se refirió a Peñalver como un connotado terrorista, acusándolo de planear acciones bélicas desde territorio estadounidense.

Lo sobrevive su esposa Francis, con quien contrajo matrimonio hace tres años. No tuvo hijos.

El cadáver de Peñalver será expuesto mañana, desde las 12 del mediodía, en la funeraria Caballero Rivero Woodlawn de la Calle 8 y la 34 Ave. El domingo habrá una ceremonia religiosa en la capilla de esa funeraria.

Rafael Rojas: “Cuba necesita memoria y reconciliación”

Considerado uno de los más prestigiosos jóvenes historiadores hispanoamericanos, Rafael Rojas aúna en Tumbas sin sosiego tanto rigor, como conocimiento y pasión. Sabe que su libro va a irritar a todos, a los cubanos de dentro (por los horrores que describe sin estridencias), y a los “gusanos” de Miami, por creer en una salida a la dictadura castrista “no violenta ni revanchista”.
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Está a punto de llegar a España, así que desde México (donde vive desde 1991), Rojas confiesa que sí, que sabe que este libro “y, en general, mis posiciones molestan, sobre todo, a la clase política de la isla por la centralidad que tiene en mi trabajo la crítica del orden totalitario, marxista-leninista, primero, y nacionalista-castrista, después, que desvirtuó la cultura moderna de la Revolución. En el exilio sólo se irritan pequeños sectores que no quieren dejar atrás el anticomunismo de la Guerra Fría y que aún le apuestan a una solución violenta y revanchista al problema cubano. A unos y otros les incomoda la crítica de ese régimen de partido único y caudillo eterno, que personifica Fidel Castro, articulada desde un discurso incluyente, flexible, y desde la experiencia de un intelectual nacido y educado en la isla después de 1959”.

Un intelectual licenciado en Filosofía por la Universidad de La Habana y Doctor en Historia por el Colegio de México, que en Tumbas sin sosiego recorre las trayectorias vitales y literarias de un buen puñado de intelectuales a los que, aquí y ahora, retrata. Son, por ejemplo, Lezama Lima (“Monarca de la literatura, que edificó su propio reino con imágenes asombrosas y lecturas rarísimas, en el corazón de La Habana, a mediados del siglo XX. Un creyente de la poesía como saber y como redención, que buscó siempre, por medio de amistades y revistas, la fundación de alguna comunidad intelectual”); Alejo Carpentier (“Narrador moderno por excelencia, consciente de que la novela contemporánea debía ser una reescritura de la historia”) y Virgilio Piñera (“La entrega a la escritura como liberación moral y como testimonio del absurdo cotidiano”).

La prosa, refugio del exiliado.

También se detiene en Cintio Vitier: (“El más laborioso y refinado pensador de la poesía que ha dado Cuba. Su labor como clérigo de la Revolución es y será muy criticada por los demócratas cubanos”); Guillermo Cabrera Infante (“Elevó el castellano hablado en Cuba al gran estilo de la literatura occidental. Otro moderno que, a diferencia de Carpentier, entendió la narrativa, no como reescritura, sino como parodia de los dramas históricos. La buena prosa era, para Cabrera Infante, el refugio del exiliado”); Heberto Padilla (“Fue el primer poeta cubano que se atrevió a nombrar los horrores del estalinismo en la isla. El que resumió su poética en estos versos libertarios: “Di la verdad./ Di, al menos, tu verdad./ Y después/ deja que cualquier cosa ocurra:/ que te rompan la página querida/ que te tumben a pedradas la puerta”), Reinaldo Arenas (“Vida y cuerpo entregados a la escritura, en la tradición de Piñera. La vida de Arenas, en la isla y en el exilio, es una suerte de martirio profano”) o Raúl Rivero (“Poeta con los ojos abiertos a su realidad, en la tradición de Padilla, pero también de Nicolás Guillén y Eliseo Diego. Cronista atento y piadoso del deterioro físico y moral de las ciudades cubanas en las dos últimas décadas. Es el escritor más importante con que cuenta el exilio cubano en la actualidad”).

–¿Qué va a pasar con la intelectualidad de la Isla cuando se produzca la transición a la democracia?

–Cuando se inicie la transición a la democracia, los intelectuales de la Isla, hayan sido leales, silenciosos o críticos, intervendrán en una nueva esfera pública, abierta y tolerante, donde rija la libertad de asociación y expresión. En ese nuevo orden democrático se recompondrán muchas identidades ideológicas y políticas –de hecho, esa recomposición ya está produciéndose–, con el riesgo, siempre inevitable, de que se den casos de lavado de memoria. Lo peor sería, como ha sucedido en tantos países europeos y latinoamericanos, que el tema de la justicia quede varado y no se resuelva de una u otra forma, ya sea por medio del procesamiento judicial de crímenes del pasado –en la Isla y en el exilio– o por medio de una institución especial que trace una política inteligente de memoria y reconciliación.

–¿Y Miami?

–El exilio cubano deberá jugar un papel fundamental en la democratización de la Isla, como agente de la reconstrucción económica del país y como sujeto portador de una experiencia cultural y política moderna. Pero esa intervención, si quiere superar rencores y prejuicios, tendrá que ser respetuosa de los actores de la Isla, provengan éstos de la oposición o del gobierno. Desde el punto de vista cultural, una condición de la futura democracia cubana sería el reconocimiento pleno de la gran obra intelectual del exilio.

–¿Por qué el gobierno cubano recuperar ahora parte de la obra de alguno de los autores silenciados?

–Desde 1992, cuando la desaparición de la Unión Soviética obligó al gobierno cubano a dar un giro hacia el nacionalismo, el Ministerio de Cultura de la isla inició una labor de recuperación de algunas zonas de la literatura republicana y exiliada. Esas zonas corresponden a la obra literaria, no política, preferiblemente anterior a la Revolución, de algunos autores como Gastón Baquero, Lydia Cabrera, Lino Novás Calvo, Jorge Mañach y Eugenio Florit. Además de selectiva, esa arqueología es despolitizadora, ya que en todos los casos se escamotea la fuerte identidad anticastrista de aquellos intelectuales. Por no hablar de opositores y exiliados más recientes de las generaciones postrepublicanas, como Cabrera Infante, Padilla, Reinaldo Arenas, Jesús Díaz, Eliseo Alberto o Zoé Valdés, quienes han sido borrados de la literatura cubana contemporánea.

Confuso fin de régimen.

–¿Cómo logrará Cuba esa nueva energía cívica, sin la que no será posible la transición a la democracia?

– Tu pregunta se refiere a otra de las paradojas de este prolongado y confuso fin de régimen que estamos viviendo los cubanos. Aunque desde 1992 el gobierno ha centrado su legitimación ideológica en el nacionalismo revolucionario, la cultura de la isla y la diáspora, por diversas razones, rechaza el nacionalismo. A mi entender, ese rechazo tiene sus ventajas, pero, también, sus inconvenientes a la hora de construir un nuevo orden democrático. En países postcoloniales como Cuba, el patriotismo sigue siendo la energía cívica primordial de una cultura política republicana. Para que la ciudadanía se involucre en el cambio es indispensable una “mínima moralia” pública, como decía Adorno, que identifique a la comunidad.

–Escribe que cualquier salida del laberinto de la soledad cubana pasa por la democracia, pero... ¿qué papel puede desempeñar Hugo Chavez?

–El respaldo de Hugo Chávez al régimen de Fidel Castro es fundamental para la prolongación de la vida de ese viejo y moribundo artefacto de la Guerra Fría. Estamos hablando de casi 100.000 barriles de petróleo diarios que cubren, como antes la Unión Soviética, el 60% de las necesidades energéticas de Cuba. Sin embargo, como sabemos, se trata de un respaldo coyuntural porque Caracas no es Moscú, el chavismo tiene techo de vidrio y Castro cumplirá 80 años el próximo 13 de agosto.

–¿España puede servir de ejemplo para esa transición?

–Acabo de leerme El camino a la democracia en España de Álvarez Tardío y sólo se me ocurre decirte: ojalá, ojalá que la ordenada y pacífica transición española sirva de modelo para Cuba. Pero me temo que, más allá del ascendente gallego de ambos dictadores, no hay suficientes semejanzas entre franquismo y castrismo como para esperar, en la Isla, un cambio de régimen y una consolidación democrática tan ejemplares.


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Alex Mateo de Acosta/El Nuevo Herald
La musica y la diveresion tienen un nuevo local en 'Llega y Pon"

By ERWIN PEREZ
Especial/El Nuevo Herald
En sólo cuatro meses se ha convertido en una alternativa atractiva en la vida nocturna local, con bastante vida artística, tanto arriba como abajo del escenario.

Ansiosos de diversificarse como empresarios, José Luis Castro y Raúl Delatorre decidieron hace un tiempo instalar un club nocturno. Buscaron un sitio en la Calle Ocho. Intentaron primero donde funciona la librería La Moderna Poesía, más al oeste de la altura de Le Jeune, pero por distintos motivos no pudo ser allí. Entonces, alguien les habló de un local de oficinas vecino al Teatro Trail, conocido por las comedias que Armando Roblán presentó durante años.

''Queríamos vender tapas y vino'', recuerda Castro, llegado de Cuba hace 11 años. La exitosa dupla empresarial --posee una flota de camiones-- fue dando forma a su sueño poco a poco, con silencio y humildad. ¿Qué nombre le pondrían? Debía ser un título chispeante. Se les vino a la mente un barrio habanero (San Miguel del Padrón) al que, por recibir a provincianos que muchas veces carecían de recursos materiales, se rebautizó como Llega y Pon.

Llega y Pon, el miamense, el restaurante, abrió sus puertas el 13 de enero de este año, y en tan poco tiempo ha logrado convertirse en una alternativa atractiva para la vida nocturna local. Allí se puede disfrutar de algo más que tapas y vino. También ofrece platos tradicionales de la comida criolla y bastante, bastante vida artística. Esto se ve tanto debajo como sobre el escenario. Hay espectáculos casi todas las noches que abre sus puertas (de miércoles a domingo).

''Es un lugar fresco, original'', manifiesta su relacionista público y ''director artístico'' --como se autotitula-- Ernesto Pino, el mismo que personifica a un lector de noticias tartamudo en el programa Seguro que yes de Alexis Valdés. Buena cuota de la ''frescura'' está puesta por la suerte de cantante estable del local, Daya, la esbelta intérprete que suele hacer los coros de Manolín, ''El Médico de la salsa''. Y todo hace pensar que fue un acierto darle la oportunidad de ser el centro de la escena.

Ya sea por su condición de isleños o por su cercanía al mundo portuario --sus camiones transportan productos arribados al Puerto de Miami--, Castro, el más involucrado en el día a día del restaurante, y Delatorre se inspiraron en el mar para definir la estética de Llega y Pon. En la decoración hay varios elementos marinos, pero los principales son el logo que sirve de telón al escenario, la tapa de un barril, y el pirata de tamaño natural, que marca la entrada al área de los baños.

A la hora de hablar de la comida, Castro destaca la tapa Llega y Pon, integrada mayormente, dice orgulloso, por productos españoles. También sobresalen, según su codueño, los postres. Un equipo de diez empleados --todos cubanos-- se afanan por dar un buen servicio en este espacio, cuya capacidad máxima de comensales es de un centenar.

Pero, lo dicho, uno de los imanes de Llega y Pon es el tema farándula. La presencia constante entre el público de artistas de la categoría de Alexis Valdés, o de cantantes como Raúl del Sol, además de otras figuras del mundillo artístico cubano, han ido dándole renombre. Para el alma de Seguro que yes (Canal 41) este local propicia una atmósfera de encuentro ''entre el público y los artistas''. Valdés, claro, señala la importancia de su protegido Pino en el desarrollo del local.

A fines de la semana pasada, por ejemplo, celebró allí su cumpleaños la periodista Yosie Galindo, también del 41. Mientras Daya cantaba y mostraba su histrionismo sobre el escenario, en las mesas se divisaban caras conocidas por doquier: Valdés, el periodista Mario Vallejo (Canal23/Univisión), el dúo de cantantes Carlos y Marta; celebridades de la Cuba de hace unos lustros como la locutora Gretchen Galindo (madre de Yosie), o ''El padrino'', ex vocalista de la orquesta de Elio Reve. Tampoco faltó el deporte, en la presencia del pelotero Rey Ordóñez.

Trabajador de la construcción, como contaría luego, ''El padrino'' subió a escena en un momento y encantó con rapidez. ''El 90 por ciento de los que estamos aquí somos cubanos; la cubanía se puede derrochar'', comentó, micrófono en mano, vestido de blanco. Bien plantado, de voz todavía poderosa, ''El padrino'' aderezó su arte con humor: ``No me avergüenza decir que trabajo en la construcción; trabajé en el Puente de Le Jeune y Ockechobee, y si un día pasan por ahí, háganlo tranquilos, que ese puente lo hice yo''.

El veterano cantante podría integrar el elenco de artistas de Llega y Pon cuenta Pino, que va de allá para acá conversando con clientes. Del Sol, Annia Linares --programada para hoy viernes--, Manolín --que cantará allí el sábado--, Alexis Valdés --presente los viernes de mayo-- y otros más están el team.

Nadie se mueve de sus asientos y Castro infla el pecho orgulloso ante la calentura del show. ''Aquí, además de una comida de buena calidad, la gente tiene su bohemia garantizada, escucha y ve a buenos cantantes, a veces baila'', sostiene, y finalmente lo dice con todas las letras: ``Me siento realizado''.

Llega y Pon, 3717 SW 8 St., Coral Gables, teléfono (305) 446-0902. Abierto de miércoles a domingo, de 5 p.m. a 2 a.m. Parqueo propio, shows todos los días.

erwin@erwinperez.com


miércoles, 10 de mayo de 2006

Posted on Wed, May. 10, 2006

WILFREDO CANCIO ISLA

El Nuevo Herald

La vedette Blanquita Amaro, la bolerista Olga Guillot, el arquitecto Nicolás Quintana, el periodista Agustín Tamargo y el pelotero Orestes Miñoso figuran en una abultada lista de personalidades que recibirán mañana un homenaje del exilio cubano.

Setenta y tres octogenarios que enaltecieron la república de Cuba mediante sus aportes en la política, las ciencias, la enseñanza, las artes, el activismo cívico, el periodismo y los deportes, recibirán mañana la Medalla Nacional de Excelencia durante una velada cultural en Miami.

El acto se efectuará este jueves, a las 8 p.m., en el Teatro Manuel Artime, 900 SW 1 St. de La Pequeña Habana, con entrada libre al público.

''Para un pueblo que ha perdido su patria es importante resaltar aquellos valores que enorgullecen la nación cubana'', expresó el abogado Rafael Peñalver, presidente del Instituto San Carlos (ISC) de Cayo Hueso y coordinador de la iniciativa.

La distinción, auspiciada por el ISC, fue instituida para premiar a personas cubanas y no cubanas que dieron un trascendental aporte al desarrollo de la sociedad republicana (1902-1958) y continuaron ejerciendo una labor honrosa a lo largo de sus vidas.

Esta será la tercera vez que se concede la distinción, que desde su primera entrega en 1999 ha reconocido a unas 150 figuras del quehacer político, científico y sociocultural en las cinco décadas de la Cuba republicana.

El comité seleccionador del premio --integrado por siete reconocidos intelectuales y académicos-- valoró las numerosas nominaciones recibidas desde varias ciudades de Estados Unidos y países como Australia y Suecia. La convocatoria del ISC es abierta a todo el pueblo cubano. Tres de los premiados murieron hace poco: la educadora Esperanza Varela, el pintor José Mijares y el doctor Otto García.

La velada de premiación se iniciará con una invocación de monseñor Agustín Román, obispo auxiliar emérito de la Arquidiócesis de Miami, e incluye un programa musical de contenido patriótico, a cargo del novel violinista Angel Enrique Pardo y de la conocida pianista Olga Díaz.

En nombre de los homenajeados hablará Olga Guillot.

''Esta es una ocasión privilegiada para presenciar la historia viviente y resaltar la cubanía'', observó Peñalver.

Los organizadores planean extender las próximas convocatorias a la labor desarrollada por cubanos prominentes en el exilio, con un criterio amplio de sociedad civil y nación.

Posted on Wed, May. 10, 2006

WILFREDO CANCIO ISLA

El Nuevo Herald

El periodista Fausto Miranda, una leyenda de la crónica deportiva cubana y uno de los fundadores de El Nuevo Herald, falleció ayer a los 91 años.

Con Miranda desparece la memoria viva de una época en la que el deporte emergió como factor de desarrollo social y modernidad, alimentado por mitos del esplendor de Kid Chocolate y Joe Louis, Juan Manuel Fangio, así como Babe Ruth y Lou Gehrig.

Y también un maestro de la estampa costumbrista, género que cultivó con pasión hasta los últimos momentos de su decursar profesional.

"Fausto Miranda fue uno de los grandes cronistas deportivos cubanos y de América Latina", comentó Roberto González Echevarría, catedrático de la Universidad de Yale y autor de La Gloria de Cuba. Historia del béisbol en la isla (2004). "Era un periodista que escribía con vigor, gracia y agilidad; muere un hombre bueno y dedicado, generosísimo a la hora de compartir sus testimonios, documentos y fotografías".

El académico recomendó que "alguien debía recoger sus columnas y hacer un libro para preservar algo de sus vastos conocimientos y opiniones". Miranda nació el 4 de julio de 1914 en el Central Chaparra, en el oriental poblado de Puerto Padre, donde transcurrió su infancia. Soñaba con ser abogado pero se vio obligado a dejar los estudios de bachillerato para comenzar a trabajar en el ingenio azucarero del pueblo por 30 pesos mensuales durante la época de zafra.

En el Chaparra fue estibador y pesador de caña, primeros oficios de un hombre que nunca escatimó esfuerzos para ganarse la vida, en Cuba o en el exilio, y supo desempeñarse también como vendedor ambulante, escribiente de notaría, guardia de prisión, trompetista, manager de orquesta, portero de edificio, mozo de limpieza, crítico de música americana, cronista social y reportero policial.

Aun sin cumplir los 20 años y por un golpe fortuito, Miranda comenzó a escribir en el Diario de Cuba, en Santiago de Cuba. Actuaba como anotador de un juego de béisbol y le llevó sus notas al corresponsal de ese periódico, Emiliano Espinosa, para que las incluyera en un reportaje.
Pero Espinosa lo instó a que escribira la crónica y la firmara como Fausto Miranda, Especial para Diario de Cuba, y así se publicó al día siguiente. "La noche que llegó el periódico y vi la crónica del Diario de Cuba con mi nombre, no dormí", recordaría Miranda años después.

En 1933 se trasladó a La Habana, donde sobrevivió ejerciendo disímiles oficios antes de instalarse en el periodismo, a inicios de la década de los 40. Su firma comenzó a cobrar notoriedad mediante la columna "Polvo de Estrellas", que le abrió una virtuosa carrera como cronista en las páginas de los diarios El Crisol, Información, Diario de la Marina y Alerta.

"Tengo un recuerdo muy especial de Fausto Miranda, porque lo conocí el primer día que asistí al estadio de La Tropical en La Habana [en 1945]'', contó el veterano narrador deportivo Felo Ramírez, miembro del Salón de la Fama del Béisbol de Cooperstown. "Desde entonces me abrió sus brazos con absoluta sencillez y nos hicimos amigos".

Ramírez expresó que Miranda fue "un pilar de la crónica deportiva cubana de todos los tiempos" y "un conocedor enciclopédico de béisbol".

Cuba era entonces una plaza orgullosa de la mejor crónica deportiva en el hemisferio, con nombres de la talla de Eladio Secades, Jessie Losada y Pedro Galiana. En 1948, Miranda fue nombrado director la sección deportiva de Alerta, al frente de la cual permaneció por 11 años. Simultáneamente, figuró como comentarista de la popular emisora radial COCO.

Siempre le gustó practicar deportes. Corrió los 100 metros planos, practicó la natación, jugó basquetbol y béisbol, pero confesaba que "era muy malo... muy malo en todo". La estrella de la familia fue su hermano Willy Miranda (1928-1996), quien jugó en Grandes Ligas e integró el equipo de los Yankees de Nueva York en las temporadas de 1953 y 1954. El destino lo situó como testigo de varios acontecimientos históricos en el deporte, desde el espectacular secuestro de Fangio en La Habana en 1958 hasta las memorables peleas de Mohamed Alí o el juego perfecto de Don Larsen frente a los Dodgers de Brooklyn en la Serie Mundial de 1956.

Miranda estuvo entre los contados periodistas hispanos que estaba en el Ebbets Field el 15 de abril de 1947 reportando el debut de Jackie Robinson como el primer pelotero negro admitido en las Grandes Ligas.

Fue justamente en la primavera de 1947 que Miranda asistió por primera vez a un juego en el Yankee Stadium de Nueva York, sede del equipo que admiraba desde su niñez. Un "flechazo definitivo" que evocaría en su libro de memorias beisboleras Yankees, en Nueva York y en todas partes, publicado en 1997.

En Cuba, además de cubrir las temporadas de béisbol amateur y profesional, Miranda perteneció a la Asesoría de Béisbol Amateur de la Dirección General de Deportes. A la hora de abandonar la isla, en 1960, figuraba como presidente de la Asociación de Cronistas Deportivos de Cuba, entidad desmantelada por el régimen revolucionario. Al llegar al exilio en Nueva York -donde vivió por 15 años- trabajó de portero antes de reintegrarse a las labores del periodismo como cronista del diario La Prensa. En esa ciudad trabajó además en el Canal 47, Radio X, la revista Gesto y la Agencia Noticiosa Francesa (AFP).

En 1975 se mudó a Miami, y un año después, el 15 de marzo de 1976, fundó las páginas de deportes de El Miami Herald, el antecesor de El Nuevo Herald. Entre las credenciales para obtener el empleo presentó fotos suyas con Joe Louis y con los célebres peloteros Stan Musial y Jackie Robinson. En esta ciudad también laboró como comentarista deportivo de WQBA-La Cubanísima.

Tras dirigir por casi 20 años oficialmente en 1995, aunque su laboriosidad periodística no se detendría. Cada semana su popular sección "Usted es viejo, pero viejo de verdad" continuó deleitando a los lectores de este diario con remembranzas de la Cuba republicana.

"Es algo que escribo con absoluta espontaneidad", relataba el cronista. "Es pura nostalgia cubana". El 12 de diciembre de 1992, al cumplirse 50 años de su permanencia en el periodismo, el condado Miami-Dade y las ciudades de Miami, Hialeah, Hialeah Gardens y Sweetwater emitieron proclamas declarando el "Día de Fausto Miranda".

Lo sobreviven sus hijas Isabel Fernández y Vilma Quintana, sus nietas Isabel Cristina y Marití, así como sus bisnietos Daniel y Samantha. Su esposa, Hilda, había fallecido anteriormente.
wcancio@elnuevoherald.com

lunes, 8 de mayo de 2006

5:59 - 5/05/2006

Carmen Canfrán

Tomó las riendas de Parquesol, tras fallecer su padre y ha sacado la compañía a bolsa.

¿Se puede combinar la filosofía con el mundo de los negocios ? La respuesta es afirmativa para el presidente de Parquesol, Marcos Fernández Fermoselle. Este empresario de origen cubano cree necesario conjugar el éxito en los negocios con el "ser mejor persona". Una tesis que todos los días intenta llevar a cabo cuando entra en el despacho que tiene en las oficinas de Parquesol, inmobiliaria familiar que hoy se estrena en bolsa.

Una filosofía que se resume en Dividendos para el alma, un libro que publicó el año pasado junto a Ramiro Calle y Joaquín Tamames, donde se "desvelan grandes reglas espirituales para poder aplicarlas a la actividad diaria de los puestos de trabajo", como le gusta presumir al propio autor.

Al presidente de Parquesol la filosofía le apasiona. Devora libros sobre este materia y, sobre todo, los relacionados con el mundo oriental. Tierno, espiritual y con mucho sentido del humor es como le definen las personas más cercanas a su entorno.

Pero las letras no son su única pasión: el deporte es otra de sus grandes aficiones. Es muy difícil que falte a su cita anual en el Himalaya para hacer trekking. A esta lista se suma el esquí, el paddle y el trial. Pero en realidad es más conocido por ser un gran corredor. Este cubano de 44 años participa en los maratones que su agenda le permite. El último objetivo que se ha marcado, además de que la opv de Parquesol sea un éxito, es bajar su marca de cuatro horas en este tipo de carreras. Dicen que todo lo consigue. Ahora está corriendo medios maratones con un tiempo cercano a la hora y media.

El fútbol también lo ha vivido de cerca este licenciado, pero no por practicarlo. El padre de Marcos Fernández fue presidente del Real Valladolid. Cuando éste falleció en 1998, Marcos Fernández junto a su hermano Ángel heredó la presidencia del equipo. Ellos querían ver cumplidos los sueños de su padre. Dos años después la familia vendió su participación en el club vallisoletano al grupo liderado por Ignacio Lewin. Unos dicen que la salida de los Fernández Fermoselle se debió a su mala gestión; otros porque no tenían tiempo suficiente para dedicarse a la vez al equipo de fútbol y a Parquesol, la inmobiliaria que creó su padre en Valladolid tras regresar del exilio de Cuba.

Hombre cosmopolita, Fernández estudió un master especializado en inmobiliarias en Estados Unidos. Después, no perdió el tiempo y empezó a trabajar para varias multinacionales como Revlon, Kraft y Leo Burnett. Pero las raíces familiares tiraron más de él, y al final siguió la estela de su padre.

Marcos Fernández entró en Parquesol en 1987, donde asumió la presidencia un año después, al fallecer su padre de leucemia. Este hecho marcó tanto al presidente de la inmobiliaria que desde entonces colabora en fundaciones como Ananta y Leucemia y Linfoma. Nunca ha escatimado dinero para realizar donaciones por causas humanitarias.

El mismo reconoce que su bagaje profesional y sus experiencias personales le han permitido aprender a vivir la vida con máxima plenitud junto a su esposa y sus tres hijas. Sin olvidarse de sus amigos. Un sentimiento que no dudó en dejar escrito en una de las dedicatorias del libro:"Gracias por alegrarme la vida, porque es un lujo compartirla con vosotros".

lunes, 1 de mayo de 2006

Posted on Sat, Apr. 29, 2006

LUIS F. SANCHEZ

El Nuevo Herald

Con 34 años de experiencia, el entrenador cubano de natación José Fernández se ha convertido en uno de los principales forjadores de figuras en el sur de la Florida.

Ahora tiene a su cargo a más de 50 jóvenes en la academia Rockway Swimming Club, y entre ellos destacan Andy Vásquez y Juan Carlos Sequera, quienes en el último campeonato de la Florida ganaron entre ambos 10 medallas de oro y dos de plata en la categoría 11-12 años.

Para dar una idea del impacto que tiene la mano del profesor Fernández en sus jóvenes, bastará conocer las palabras del doctor Andrés Vásquez, padre de Andy.

''La gran evolución de Andy tiene que ver con las enseñanzas que recibe de su maestro desde que lo tomó a su cargo'', comentó el doctor Vásquez. ``Gracias a él, mi hijo pudo batir tres veces el récord de su categoría en 50 yardas mariposa, que se mantenía desde hacía más de 28 años''.

Con sencillez y desprendimiento, el profesor Fernández le da todo el crédito al joven Andy.
''La verdadera razón del progreso de Andy es su perseverancia'', comentó Fernández. ``Es un joven muy enfocado. A eso hay que agregar que en la academia hay muy buenos nadadores, como el caso de Juan Carlos [Sequera] y eso es fundamental porque uno jala al otro''.

Hay que destacar, sin embargo, que sobre los hombros del profesor Fernández reposan más de 80 competencias internacionales de natación como entrenador de las selecciones de Cuba, entre ellas el Campeonato Mundial en Berlín 1978, los Juegos Panamericanos en México 1975 y Caracas 1983, los Centroamericanos en Santo Domingo en 1974, Medellín 1978 y La Habana 1982.

Uno de sus nadadores se clasificó a los Juegos Olímpicos en Los Angeles 1984, pero debido a que Cuba boicoteó esa cita, no pudo estar en ella.

''Como todos los cubanos que vivimos aquí, salí de mi país por razones políticas'', expresó Fernández. ``Me tomó tiempo establecerme, pero ahora ya estoy trabajando muy fuerte en la natación, haciendo lo que me gusta''.

Desde 1991 reside en Estados Unidos, y desde el 2001 trabaja con los prospectos.

''En la academia tenemos tres niveles: principiantes, intermedio y avanzados'', explicó Fernández. ``Trabájamos de manera organizada''.

Con una licenciatura en Cultura Física y Deportes de la universidad de La Habana, el profesor Fernández conduce de manera sabia a un grupo de jóvenes que sueñan con la gloria.

Posted on Sun, Apr. 30, 2006

CASTO OCANDO

El Nuevo Herald

Tardó muchos de años en descubrir que su apellido, que sólo su familia lleva en el mundo, se originó en una remota región de lo que antes fuera Checoslovaquia, pero no se tomó demasiado tiempo en discernir que su misión era la educación y las complejidades de la vida académica e institucional.

La cubanización del vocablo Mayjek se convirtió en apellido de dos hombres con el mismo nombre, uno el senador Modesto Maidique, padre, un político de Camagüey que murió asesinado en La Habana producto de intrigas palaciegas en 1940, y otro mejor conocido en Miami, por haber presidido durante dos décadas una de las 150 mejores universidades de investigación del país, la Universidad Internacional de la Florida (FIU).

Hombre controversial, franco, hiperquinético, con un particular sentido del humor y una enorme capacidad de trabajo que reconocen hasta sus rivales, Modesto ''Mitch'' Maidique se ha convertido por peso propio en una de las figuras más importantes del sur de la Florida, luego de transformar una casa de estudios de limitado alcance y bajo presupuesto en 1986, en un portentoso conglomerado académico que genera casi $2,000 millones en impacto económico anual a la región, tras 20 años de rectorado que celebra este año.

La trayectoria de Maidique está llena de altibajos pero también de una significativa colección de récords personales. Uno de los más llamativos: el haber sido el segundo presidente de una institución universitaria en la historia norteamericana en haber conseguido crear las facultades de leyes y de medicina.

''El primero que lo logró fue el presidente Thomas Jefferson'', asegura el escritor Carlos Alberto Montaner, que considera a Maidique ``uno de los educadores más exitosos de la historia del mundo hispano en los Estados Unidos''.

Otro récord curioso, agrega Montaner, es que la FIU tiene en este momento más estudiantes de origen cubano ``que los que había en La Habana en 1959''.

''Tenemos más estudiantes de origen cubano que ninguna universidad en el mundo fuera y dentro de Cuba'', confirma Maidique.

No menos notable es el registro histórico que tendrá lugar este martes, cuando el rector de la FIU conceda el diploma 100,000 de su carrera presidencial.

La influencia estratégica y económica de la FIU en el sur de la Florida ha experimentado un gigantesco salto como pocas universidades jóvenes de la nación.

La población estudiantil creció de 16,000 en 1986 a 37,000 en el 2006, un incremento superior al 130 por ciento, convirtiendo a la FIU en la institución académica con el estudiantado más diverso y la que más gradúa profesionales hispanos del país.

Las instalaciones físicas triplicaron su tamaño en 20 años y el presupuesto se sixtuplicó en el mismo período, pasando de $93 millones a $631 millones, detalló la vicepresidente de Finanzas Vivian Sánchez.

Según Tony Villamil, del Washington Economics Group, el impacto económico del complejo académico en el sur de la Florida se multiplicó 6.8 veces en la administración de Maidique para bordear los $2,000 millones, una cifra que a su vez podría duplicarse en el futuro cercano con la apertura de la recién aprobada escuela de Medicina.

''Su triunfo más grande de los últimos 20 años ha sido la total transformación de la Universidad'', opinó David Parker, presidente de la junta de Fideicomisos de la FIU.

''Parte de la razón de este éxito es el talento, el empuje y el enfoque de Mitch. Cuando se enfoca en algo, son muchos los logros'', estimó por su lado el influyente constructor Armando Codina, que también presidió la junta de Fideicomisos.

Maidique dijo que le tomó dos años diseñar la visión de cómo iba a transformar la casa de estudios desde que inició su presidencia el 12 de octubre de 1986, tras ser seleccionado entre 204 candidatos y obtener una votación unánime.

''La visión era crear aquí una importante universidad urbana de investigación, ya que la importancia, el prestigio, las donaciones y los contratos federales generalmente se los ganan las universidades de investigación. Esa visión ha sido la misma en 18 años'', precisó el académico.

La proverbial persistencia de Maidique para lograr una meta (esperó 14 años por la aprobación de la escuela de Leyes y una década para la escuela de Medicina), le ha granjeado reconocimiento.

''Su perseverancia es digna de admiración'', dijo Eduardo Padrón, presidente del Miami-Dade College.

La carrera ascendente de Maidique no ha estado sin embargo exenta de controversias.

Cuando el FBI descubrió que dos académicos de la FIU eran agentes castristas y que uno de ellos, el profesor Carlos Alvarez, había espiado por años a Maidique, el rector admitió que no tenía idea que estaba siendo traicionado por su amigo.

Su larga vinculación con el partido republicano fue cuestionada en las elecciones del 2000, cuando mostró abiertamente sus simpatías por el candidato George W. Bush, durante un rally en el campus de la FIU en la Calle 8.

Las críticas han abarcado su estilo de vida, que algunos estiman demasiado ''suntuoso'' para un servidor público, debido a su gusto por los vuelos privados y las limosinas.

''Todo lo que yo hago que se pueda interpreter como estilo de vida, son métodos para ahorrar tiempo, para tener más tiempo para la lucha enorme'', argumenta Maidique para responder a las críticas.

La ''lucha enorme'', destaca el rector, ha rendido como fruto la creación en dos décadas de una decena de escuelas, colegios y centros de investigación, incluyendo las facultades de leyes, medicina y arquitectura.

Más allá de la polémica, ''Maidique trajo una energía y un enfoque increíbles a lo que se quería crear en la FIU para nuestra comunidad'', afirma Adolfo Henríquez, presidente de Florida East Coast Industries. ''Y lo que ha creado'', puntualiza Henríquez, ``es una institución de clase mundial''.

ocasto@herald.com

viernes, 28 de abril de 2006

LA RIOJA

MANUEL DÍAZ MARTÍNEZ POETA Y PERIODISTA:

El escritor nacionalizado español, que acude el 3 de mayo a las Jornadas de Poesía, habla de su nuevo libro y de sus experiencias vividas antes de exiliarse a Canarias en 1992

ÁLVARO SÁNCHEZ R./LOGROÑO

Hay un algo de belleza primordial en la obra poética y periodística de Manuel Díaz Martínez. Su sintaxis despejada, su verbo claro aún cuando insulta; su manera y su tempo al razonar lógico y calmoso -hasta cuando está de los nervios- a través de lo abigarrado del alma y las relaciones humanas con el verso, la prosa (como en sus extraordinarias memorias, 'Sólo un leve rasguño en la solapa', publicadas en 2002 por la editorial riojana AMG), o en sus múltiples artículos. Todo ello tira de la manta de una inteligencia contumaz. Y acaso ésta es la culpable de que en su obra, finalmente, se desparrame la belleza, el humor, la ternura... Con una maestría elemental y, al mismo tiempo, deslumbrante. Este escritor 'hermanado' con Logroño ha dejado este año otra muestra de su talento en 'Paso a nivel', donde vuelve a registrar su sello en poemas imperecederos: 'Mal tiempo' 'Aprendiendo a vivir', 'La noria de la memoria' Aunque el poemario es algo «triste y canoso», y pese a las inclemencias políticas y la erosiones del vivir, el mineral humano de MDM todavía brilla purísimo. El 3 de mayo presenta en Logroño, junto al gran Raúl Rivero, y otro cubano ilustre: Rafael Alcides. Palabras mayores...

-Usted ha escrito 'Podrá no haber poetas/ En cuyo caso tampoco habrá poesía'... Pero, ¿podría haber poesía sin belleza, tiempo, sufrimiento, injusticia... y todo ese 'no se sabe qué' del que ustedes, los poetas, dejan constancia?

-No,porque la poesía es todo eso, y más; todo eso y más sentido, pensado y expresado por un poeta.

-El poeta no miente -o sea, no fabula- para engañar, sino para hacerse entender. Las mentiras quieren iluminar verdades.

-Tiene la culpa la sociedad actual -consumista, neurótica, voraz... y todo eso que se dice- de volvernos malas personas?, ¿o es al revés? ¿El mundo hace malo al hombre, o el hombre hace malo al mundo?

-Su pregunta no me extraña porque nos hemos puesto hipercríticos con Occidente, tanto, que nos hemos llenado de complejos insensatos que están a punto de hacernos pedir perdón por existir. Las sociedades desarrolladas de Occidente no son perfectas, pero sí las más libres y dinámicas.

«Enemigo torpón»

-Y en Cuba, ¿de quién es la culpa de la carestía, de la dictadura de Castro o del embargo de EE UU?

-Dulce María Loynaz lo dijo de un modo impecable: el problema de Cuba es interno. Castro tiene en EE UU a un enemigo torpón y su más entusiasta proveedor de coartadas. Por cierto, últimamente vende a Cuba muchas cosas.

-¿Y por qué se fue usted de Cuba?

-Prácticamente obligado... Un grupo de intelectuales cubanos firmamos en 1991, en La Habana, una manifiesto demandando reformas. Nos acusaron de agentes imperialistas y nos castigaron. A mí me expulsaron de las organizaciones de escritores y periodistas y me quitaron el trabajo. Mi situación era insostenible y decidí emigrar. Al final, en 1992, tras meses de denegarnos salir a mi mujer y a mí, nos dieron 48 horas para ello. Sólo pudimos sacar ropa y unos libros. Nada de dinero.

-Al menos a usted no se atrevieron a hacerle un 'acto de repudio'. ¿En qué consisten esos 'actos'?

-Son agresiones públicas verbales y físicas a disidentes -y sus familias- cometidas por grupos de civiles dirigidos por la policía y el Gobierno, que pueden durar horas. El acto de repudio es una forma de terrorismos de baja intensidad, de origen fascista, que la dictadura castrista presenta como una «acción incontrolada del pueblo indignado». Las Brigadas de Respuesta Rápida, aparentemente proletarias, van armadas de tubos metálicos y bates de béisbol, y su misión es reventar a ciudadanos contrarios al régimen.

-Cuéntenos más cosas acerca de la dictadura revolucionaria.

-En un país que sólo permite un partido -y criticar a él o a su líder se castiga con cárcel-, sólo hay prensa oficial, se debe pedir permiso para salir y regresar, puedes ser encarcelado sin cargos ni juicio todo el tiempo que el Estado quiera, se aplica la pena de muerte a voluntad del líder. En fin, donde hay un Gran Hermano cuya palabra es ley, eso es Cuba: una tiranía totalitaria. Y esto es así, aunque Joaquín Sabina se compre un fusil para defender a Castro.

-Lo dice dolido. Aún existe condescendencia de algunos intelectuales hacia Castro, ¿no es así?

-En la intelectualidad española, Castro cuenta con un nutrido grupo de partidarios. Me duele ver allí a creadores que admiro, como Sabina. Los hay que van a Cuba, con todos los gastos pagados por el régimen, a quejarse de la falta de libertad de expresión en España, lo cual no deja de ser pintoresco. Fuera de España pasa otro tanto. Ahí están Saramago, Soyinka, Grass, Harold Pinter, por citar a 'superstars'. Pinter defiende a Castro y a Milosevic, lo que no impidió que la Academia le diera el Nobel, el mismo que negaran a Borges por los elogios que le dedicó a Pinochet. Los académicos se hacen los suecos cuando el dictador defendido es de izquierda.

«Máquina de matar»

-Conoció personalmente al Che. Su opinión sobre él no es buena.

-Un hombre que dijo que el revolucionario debe ser «una fría máquina de matar», que recomendó el terrorismo para movilizar a los campesinos bolivianos que no querían saber nada de él ni de su guerrilla, que se hartó de fusilar hombres en la Fortaleza de La Cabaña... no puede ser santo de mi devoción. Si es un mito del siglo es porque muchos sólo conocen la boina con la estrella.

-Oiga, enhorabuena por su concesión de nacionalidad española.

-Gracias. Creo que nunca regresaré a Cuba. Aquí soy libre y estoy con mis hijas. Por muchas razones, para un cubano España es el país menos extranjero que existe.

Sintra, Portugal(EFE)

El caricaturista mexicano Angel Boligán obtuvo hoy el Gran Premio del festival internacional de éste género "World Press Cartoon-Sintra 2006". También fueron premiados en diferentes categorías el caricaturista uruguayo Alfredo Sábat, ilustrador del diario argentino La Nación, y el brasileño Eduardo Baptistao, colaborador de O Estado de Sao Paulo y Jornal da Tarde, entre otras publicaciones.

Boligán, de origen cubano, trabaja en el diario mexicano El Universal y en varias ocasiones obtuvo premios en la Bienal del Humor, que se realiza en La Habana.

El primer premio de caricatura de personas fue para el brasileño Baptistao, el segundo para el portugués André Carrilho y el tercero lo obtuvo el brasileño Dalcio Machado. En el género de la caricatura editorial, el primer premio fue para el uruguayo Sábat, el segundo para el francés Willem y el tercero para el holandés Ton Janssen.

Boligán también fue el ganador del primer premio en el género de caricaturas de humor, categoría en la que el ruso Valentin Druzhinin obtuvo el segundo premio y el griego O. Kountouries el tercero.

En esta II edición del "World Press Cartoon-Sintra 2006" fueron presentados 464 trabajos de 213 caricaturistas de 48 países, dijo el dibujante luso Antonio Antunes, uno de los organizadores del festival.

El Gran Premio World Press Cartoon, con un valor de 20 mil euros (unos 24 mil 400 dólares) fue entregado por el alcalde de Sintra, Fernando Seara.

Antunes destacó que el festival tiene ahora como presidente de honor al estadounidense David Levine, considerado como "uno de los caricaturistas de mayor prestigio en el mundo".

Por primera vez, la exposición que organiza este festival internacional tendrá un carácter itinerante a partir de diciembre de este año.

Primero será presentada en Macao, antigua colonia lusa, y después viajará a la India, donde será exhibida en Nueva Delhi, Bombay y Goa.

Nota Publicada: 20/4/2006 17:35 pm

Posted on Tue, Apr. 25, 2006

WILFREDO CANCIO ISLA

El Nuevo Herald

En un notable reconocimiento a la producción literaria del exilio, dos escritores cubanos de Miami se alzaron con sendos premios internacionales de poesía, entregados por instituciones culturales de España.

Con el poemario Obra del fugitivo, Reinaldo García Ramos ganó el XI Premio Internacional de Poesía Luys Santamarina-Ciudad de Cieza 2006, en la región de Murcia. La distinción la otorga la Sociedad Pueblo y Arte de la Universidad de Murcia y está dotada de 750 euros (unos $920), junto a la publicación del libro.

Apenas 48 horas después, Carlos Pintado fue declarado triunfador entre los 569 concursantes de 27 países que enviaron sus creaciones poéticas al legendario certamen de Sant-Jordi, en Girona (Cataluña), por su libro Autorretrato en azul. El autor recibirá 600 euros ($740) y una placa conmemorativa.

''Es tremendamente reconfortante que se reconozca a poetas cubanos de Miami, algo que era una quimera en décadas anteriores'', dijo anoche García Ramos. ``Hay una suerte de despertar al hecho que existimos, que vivimos en el exilio y que producimos una literatura que merece ser valorada por su autenticidad''.

A diferencia del volumen de García Ramos, escrito entre finales del 2005 y el presente año, el poemario de Pintado tuvo que esperar casi dos décadas para salir a la luz. Autorretrato... fue elaborado en 1988, cuando el autor vivía aún en Cuba, y no fue hasta el pasado año que pudo rescatarlo y revisarlo con vistas al concurso.

''Fue una sorpresa y un misterio de la poesía'', comentó Pintado, que emigró de Cuba en 1997. ``Somos dos poetas amigos que estábamos compitiendo en dos concursos en España y no nos lo dijimos uno al otro''.

García Ramos (Cienfuegos, 1944) es Licenciado en Lengua y Literatura Francesa por la Universidad de La Habana, y perteneció al grupo editorial El Puente, prohibido por la censura gubernamental. Llegó a Estados Unidos durante el éxodo del Mariel de 1980 y trabajó como traductor en Naciones Unidas.

Es autor de los poemarios El buen peligro (1987) y Caverna fiel (1993), ambos editados en España, y En la llanura (2001), así como de la antología Novísima poesía cubana (1962), realizada junto a Ana María Simo.

En el 2002 fundó la revista poética digital Decir del Agua, que ya cuenta con 14 ediciones.
Pintado (Pinar del Río, 1974) se graduó en Lengua y Literatura Inglesa y ejerció como profesor en Cuba hasta salir al exilio. Autorretrato... es su primer poemario.

April 25, 2006
Rocío Ayuso Los Angeles, 25 abr

Andy García está seguro de que "The Lost City" es un filme plural, pero como trata de Cuba. Hollywood teme que sólo le interese a los cubanos. El viernes el público tendrá la última palabra. El estreno de esta película centrada en el efecto de la revolución en una familia cubana en 1958 llega primero a Nueva York, Nueva Jersey, Miami y Los Angeles con una súplica personal de su protagonista, director y productor para que el público acuda.

"El sueño de mi vida ha sido el de compartir esta historia. Un amor perdido, un perdido amor", asegura García, de 50 años, en una carta personal dirigida a la prensa para su distribución.

La nota llega con la arenga de su equipo de publicidad en el que se recuerda el tortuoso camino de esta cinta, inspirada no sólo en la Cuba que dejó García a los 5 años y medio sino en la obra de su guionista, el escritor cubano Guillermo Cabrera Infante.

"Ningún estudio quiso hacerla. No pensaron que había audiencia", añade la nota que recuerda que "The Lost City" es una "historia universal de amor imposible" para la que uno "no necesita ser cubano".

El candidato al Oscar por "The Godfather III" nunca ha ocultado su ideología anticastrista, régimen del que huyó con su familia para comenzar una nueva vida en Estados Unidos.

Aún así García no piensa que los avatares vividos con esta cinta se deban a una falta de interés por parte de la industria en este tema.

"No lo sé, seguro porque nunca te dicen las razones", dijo en entrevista con EFE buscando una lógica a una industria que conoce bien pero que dio la espalda a su proyecto durante los 16 años que tuvo un guión y otros dos con una idea sin plasmar en papel.

"Ya debía de ser el motivo de broma de mis amigos cuando me preguntaban cómo iba la película. Estoy seguro de que cuando me marchaba dirían, pobrecito", añade manteniendo el humor.

Según recuerda, a lo largo de estos años escuchó de todo: que la película era muy política, que nadie conocía el mundo que en ella se reflejaba y que era para un público muy reducido, detalla el actor.

García reconoce que "The Lost City" incluye esencias de esa Habana que nunca abandonó en su corazón como el trovador cubano y maestro de la música afro-cubana Beny Moré o ese club nocturno que en el filme se llama El Trópico pero que recuerda al legendario Tropicana cubano.

También añade a su reparto a la bailarina cubana Lorena Feijoo y al trompetista Chocolate Armenteros además de una banda sonora de unas 40 canciones del país que salpican los 148 minutos de película.

Pero García insiste que con todo ello, su deseo para "The Lost City" es mostrar una historia universal mediante la que el público pueda conocer la Cuba que el amó.

"Creo que cualquiera que haya perdido algo se puede identificar", afirma su protagonista femenina, la actriz española Inés Sastre.

En su opinión, la película no es política sino que describe "una ciudad perdida y un amor imposible, algo que le podría pasar a cualquiera".

Las primeras críticas publicadas sobre el filme en la prensa en inglés subrayan las dudas de Hollywood sobre el alcance de la cinta.

Según el crítico Scott Foundas de "Variety", aunque la cinta es en inglés las canciones en español distraen a aquellos que no hablan el idioma.

Nestor Carbonell, uno de los tres hermanos en el centro de esta cinta y como García nacido de una familia de exiliados cubanos, no está de acuerdo con esta visión miope de "The Lost City".

"En Hollywood sólo les interesa el negocio, pero las historias personales son necesarias porque quién sabe más de nuestras culturas que nosotros mismos. Eso sí, sin limitarse a una única comunidad", resume. EFE ra/mla/cs

lunes, 24 de abril de 2006

Exposición 'The Art of Hugo Consuegra' en la Casa Bacardí.

Inauguración de la exposición The Art of Hugo Consuegra en la UM Gallery Night, el jueves 8 de abril, a las 19:00 horas, en la Casa Bacardí/Olga-Carlos Saladrigas Hall (1531 Brescia Avenue, Coral Gables). La muestra permanecerá abierta hasta el 28 de abril.



Exposición de esculturas de Carlos Estévez

Exposición Observatorium, con esculturas de Carlos Estévez, en la galería Alonso Art (181 N.W. 36 St.). Permanecerá abierta hasta 27 de mayo.




Puesta en escena de 'En el barrio de Colón' por la compañía Havanafama

La compañía Havanafama continúa presentando la superproducción musical, ganadora del premio ACCA 1985, En el barrio de Colón, escrita por Raúl de Cárdenas y dirigida por Juan Roca.

En el Teatro Roxy (1645 S.W. 107 Ave.), los sábados a las 20:30 horas y los domingos a las 15:00.


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