CASTO OCANDO
El Nuevo Herald
Armando Miguel Hernández, de 35 años, anestesiólogo, llegó a mediados de esta semana procedente de Timor Oriental, donde formaba parte de una misión médica cubana, tras un increíble periplo que lo llevó a cruzar clandestinamente dos océanos para llegar a casa de su tío Saturnino Lavaud, en Westchester, en el suroeste de Miami.
Los detalles de cómo Hernández logró desertar en la lejana isla del archipiélago indonesio deben permanecer ocultos por razones de seguridad, pero el mismo procedimiento se está empleando para dar apoyo a miles de médicos cubanos en terceros países, entre ellos Venezuela.
''Es el primer médico que llega a territorio americano acogido a las nuevas políticas migratorias del Departamento de Estado que favorecen a los desertores de misiones cubanas en terceros países'', aseguró Julio César Alfonso, el presidente de la organización Solidaridad Sin Fronteras (SSF), que prestó apoyo a Hernández en su camino a la libertad.
De hecho, hace dos semanas SSF abrió una página electrónica (http://www.barrioafuera.com/, en contraposición a la famosa misión Barrio Adentro, organizada por el gobierno venezolano con cooperación cubana), a través de la cual la agrupación está prestando una colaboración decisiva a los médicos cubanos que ya han desertado y están haciendo planes para venir a Estados Unidos protegidos por la nueva normativa.
''Estamos recibiendo de cinco a siete llamadas y correos electrónicos diarios de medicos cubanos en el exterior que están buscando ayuda'', informó Alfonso.
Normalmente, dijo el activista, se comunican una vez que han desertado.
El siguiente paso es enviarles la mayor cantidad posible de información para que inicien los trámites de traslado a suelo norteamericano.
''Estamos haciendo un gran esfuerzo para proporcionar toda la información necesaria a los médicos que ya desertaron. Hasta ahora tenemos peticiones de 256 médicos en todo el mundo'', dijo el experto en medicina deportiva y miembro de SSF Otto Sánchez, que llegó a Estados Unidos en el 2004 procedente de Venezuela.
Sánchez es hasta ahora el médico de más alta jerarquía que ha desertado recientemente de las misiones médicas cubanas. Fue miembro del equipo coordinador de las políticas de salud en el estado venezolano de Aragua, en el centro del país.
''La mayoría de los médicos está buscando cómo salirse'', aseguró Sánchez. ''Lo que pasa es que las medidas de represalia son duras'', acotó el galeno.
Esta afirmación es particularmente cierta para Armando Miguel Hernández. Cuando las autoridades cubanas se enteraron de que había arribado a Miami, comenzaron a presionar a su familia en Cuba para tomar represalias, dijo Alfonso, el presidente de SSF.
''Tarde o temprano, el gobierno cubano va a tomar represalias'', dijo Grisell Ibarra, asesora legal de la organización. ''No estamos haciendo un llamado a desertar'', advirtió, sin embargo, la abogada.
''No estamos buscando que el gobierno cubano diga que la organización está tratando de promover las deserciones'', añadió Ibarra.
Como medida de seguridad, SSF está tomando varias precauciones para evitar problemas legales y potenciales infiltrados de la inteligencia cubana, explicaron los activistas.
El médico desertor que aspire a ingresar en Estados Unidos ''tiene que demostrar que no ha tenido una trayectoria en Cuba que pueda causar problemas en los Estados Unidos'', explicó Ibarra.
Entre las limitaciones se encuentran que el médico haya participado en actos de tortura física o psicológica, que haya dirigido un centro de atención para personas con sida o que haya utilizado personas para experimentos científicos, detalló la asesora legal.
''Se le hacen una serie de preguntas a las personas, sobre a quienes conocen, quienes lo han recomendado, para asegurarnos de que nos están infiltrando'', dijo Sánchez.
''Los médicos tienen que demostrar que son perseguidos'', manifestó Alfonso, quien detalló que en la actualidad están procesando unos 15 casos de galenos desertores, entre ellos un matrimonio de médicos que ya desertaron y permanecen ocultos en Venezuela, y otra pareja en Colombia.
Algunos de los correos enviados por SSF a El Nuevo Herald, con los remitentes bajo confidencialidad, expresan las dificultades y la angustia por las que atraviesan los médicos cuando desertan y buscan una vía para venir a Estados Unidos.
''Tengo necesidad de buscar donde meterme primero, para luego poder hacer las otras gestiones; es muy difícil confiar en alguien y más en una situación como ésta'', escribió recientemente un médico desde una localidad indeterminada. ''La dificultad que veo es poder llegar al consulado de Estados Unidos y que me permitan entrar sin que a la salida me capturen y entreguen a las autoridades para mi devolución [a Cuba]'', agregó.
Otro pidió: ``Por favor, si me pudieran contestar, soy médico cubano que desertó de la misión de Barrio Adentro, en Venezuela, y necesito ayuda e información. Favor comunicarse a este correo o mándame un número de teléfono para contactarnos, ya llevo un mes que deserté y no he podido contactarlos''.