jueves, 30 de noviembre de 2006
Por Luis Enrique Cauich
Los indocumentados recalaron en el puerto de Chiquilá, luego de navegar durante cuatro días en una precaria embarcación.Fueron puestos a disposición del Instituto Nacional de Migración en Cancún.
KANTUNILKIN, LAZARO CARDENAS, 29 de noviembre.- Siete indocumentados cubanos fueron interceptados esta mañana por los policías municipales de Lázaro Cárdenas, cuando transitaban a pie sobre la carretera Kantunilkín-San Pedro. Luego de brindarles atención médica y alimentos, fueron turnados al Instituto Nacional de Migración en Cancún, dio a conocer el titular de la dependencia policíaca, Benito Tuz Cauich.
De acuerdo al director de Seguridad Pública, la intercepción ocurrió a las 12:35 de este medio día, sobre la carretera ya mencionada, cuando el policía tercero Narciso Cen Ciau, a bordo de la patrulla 1056, realizaba su recorrido de rutina y avistó a los siete indocumentados de nacionalidad cubana.
Tuz Cauich mencionó que los balseros recibieron atención médica y alimentación antes de ser trasladados al Instituto Nacional de Migración en la ciudad de Cancún, donde serían recibidos por Wily Padilla Ayala, subdelegado local del Aeropuerto Internacional de Cancún.
Los cubanos interceptados son Jesús Gutiérrez Miranda, de 33 años; Pedro Carnariz Elías, de 32 años; Lázaro Rodríguez Hernández, de 35 años; Nelson Espinosa Leal, de 39 años; Jordain Rodríguez González, de 21 años; Liaslanib Orta Venegas, de 25 años y Jordaniz Marichel Izquierdo, de 24 años.
El jefe policiaco mencionó que la dirección procedió a cumplir con entregarlos a Migración, donde se harán cargo de enviarlos nuevamente al vecino país de Cuba.
De acuerdo a la versiones de los indocumentados, el grupo salió de Cuba el pasado domingo y llegaron al puerto de Chiquilá hoy por la mañana, donde dejaron la endeble balsa de 21 pies que construyeron para salir de su país.
Relataron que permanecieron 4 días en el mar, recorriendo más de 600 kilómetros para llegar a México (aproximadamente a una velocidad de 6 kilómetros por hora), pero su destino era la ciudad de Miami, en Estados Unidos, donde la mayoría de ellos tiene familiares.
Los balseros expresaron que hace aproximadamente 16 días que sus familiares no saben de ellos, ya que doce días los emplearon en construir su balsa con material que encontraron y cuatro más para llegar a llegar a territorio mexicano.
Añadieron que en alta mar soportaron lluvias y frío y sólo traían con ellos botecitos de agua para beber, gran cantidad de galletas que comían con mayonesa y unas latas de sardina que portaba uno de ellos en una bolsa de naylon color amarillo.
Uno de ellos dijo que en Cuba el sueldo redunda en aproximadamente en cinco dólares al mes, es decir 50 pesos mexicanos, que sólo les alcanza para vestir o comer, pero no para ambas cosas, por eso expresó que las bicicletas que aquí se utilizan, en aquel país son un lujo.
Otro añadió que podría trabajar por algunos meses en esta ciudad, pero no quería ser deportado nuevamente a su país, donde las condiciones económicas son lamentables, comparadas incluso con la de esta ciudad, que aunque sólo estuvieron unas horas, pudieron ver que los habitantes vivían cómodamente.