Bitácora Cubana
María Eugenia Caseiro
Miami, enero 2007
Esas cosas que tiene la Internet, conocí a María Tuma, una pintora cubana que reside en Miami desde 1961 en que llegó de Cuba en compañía de su madre y hermano. Cuenta María que desde su educación temprana en el Instituto Edison de La habana, ya gustaba del dibujo y fue entonces premiada por ello la primera vez.
Como muchos otros aspectos importantes de la vida de esta mujer, pintora, escultora, poeta y con un extraordinario gusto por la fotografía, me llamó la atención no solo su trabajo y su forma de comunicarse a través del mismo, sino también aspectos de su lado humano; uno de ellos, es que comparte su gusto por la pintura y lo aprendido a l largo de su carrera, con alumnos de las escuelas de nuestro condado.
Aquí podría insertar muchos datos biográficos de María, todos muy interesantes, pero ellos están accesibles a través de su página en Internet que adjunto al final del presente artículo. Ahora me gustaría compartir la grata experiencia de conocerle personalmente, como lo hizo María con todos aquellos que fuimos a visitar su carpa en la reciente feria y exposición de arte que tuvo lugar el pasado 13 y 14 de enero en los jardines de la Universidad de Miami.
El calor era sofocante a pesar de la época del año, pero María se mostraba tan alegre como sus pinturas y hasta compartiendo su único asiento, incluso su agua potable con nosotros. Conocimos un poco más de cerca, no solo el arte de María Tuma, sino su personalidad franca y dinámica; su trato ameno, y especialmente su potencial para asumir varias perspectivas a la vez; lo mismo atendía a la joven cantante y amiga Michele Riu, que brindaba atención a cada detalle en las conversaciones cruzadas tan típicas de los encuentros alegres y parte de la jovialidad del cubano.
Bajo el amparo traslúcido de la tienda de María, se apreciaban los retratos de dos de sus pintores favoritos, un pavo real cuyo colorido fue capaz de acaparar mi visión por mucho tiempo; también un cuadro titulado Tango al que casi renombro tango rojo y que llamó mi atención por la mirada del bailarín ubicada en un punto dentro de la creación de su autora, pero lejos, muy lejos de la actitud del baile sin abandonarla.
María ha expuesto en varias galerías dentro y fuera de E.U. como lo hizo en Puerto Rico y Barcelona. En el Beaux Art Festival en la Universidad de Miami, se limitó al abstracto y realismo; contó en total con cuatro obras abstractas-expresionistas en acrílico y once realistas en óleo, entre las que encontramos una "Maria de Arco" ( auto retrato, óleo) y que María nos dijo haberlo pintado tras un reencuentro con Juana de Arco luego de leer la obra de María Elena Cruz Varela a petición suya, a lo que agrega Tuma:
“Siempre he pensado que una mujer será quien libere a Cuba, como hizo la Santa de Francia”.
Tal vez no sea una sola mujer, María, ni un solo hombre, pero bien vale la idea.
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