Viernes 9 de marzo de 2007
Por Laura Wides-Muñoz / The Associated Press
Yan Barthelemy, a la izquierda, Odlanier Solís, al centro, y Yuriorkis Gamboa, durante la conferencia de prensa de anteayer en donde los tres medallistas cubanos prometieron seguir su carrera profesionalmente.
MIAMI BEACH - No pudieron contener las lágrimas cuando hablaron sobre las familias que dejaron atrás, pero los tres ganadores de medallas de oro en Atenas 2004 que desertaron de Cuba, afirmaron anteayer lunes que están listos para entrenarse para un campeonato mundial.
“Tenemos un compromiso con la gente de Miami y la gente de Cuba, es verdad, para ser campeones del mundo”, señaló Yan Barthelemy, un púgil peso mosca a algunos periodistas que asistieron a la primera conferencia de prensa del grupo de boxeadores cubanos desde que llegaron el viernes a Estados Unidos.
Sin embargo, los aficionados al boxeo deberán esperar un poco más para verlos en acción, pues una demora de dos meses para obtener visas de viaje a Estados Unidos dejó a los tres boxeadores “un poco fuera de forma”, de acuerdo con su manejador Tony González, de Miami.
“Ellos han solicitado unas seis semanas para entrenarse, por lo que estamos calculando (que podrían pelear) alrededor del 13 de abril”, señaló González.
El púgil pesado, Odlanier Solís, de 26 años; el supergallo Yuriorkis Gamboa, de 25 y Barthelemy, de 27, se escaparon de su hotel cuando se entrenaban en Venezuela y cruzaron la frontera hacia Colombia.
Allí enfrentaron dificultades, pues tuvieron que demostrar que no planeaban vivir permanentemente en Estados Unidos y que planeaban residir en Alemania.
Cada uno firmó un contrato de decenas de millones de dólares por tres años con la empresa First Artist and Arena Box Productions, con opción a otros dos años, esto sin contar las bolsas.
Tanto Solís como Gamboa dejaron en Cuba a sus hijos pequeños. “Fue una decisión muy dura. Podrían ser meses o años hasta que nos veamos, pero creo que al final será lo mejor para ellos”, indicó Solís.
Además de sus medallas de oro olímpicas, los tres eran favoritos en sus divisiones para repetir en los Juegos Olímpicos del 2008.
Gamboa indicó que vendió su medalla de oro el año pasado para poder pagar la fiesta del primer cumpleaños de su hija, actualmente de dos años.
No es raro que los atletas cubanos vendan sus medallas para obtener dinero y con él ayudar a sus familiares, dijo Gamboa.
“Tu sabes que las cosas son difíciles en Cuba. Yo quería poder darle la celebración que merecía como hija de un campeón”.