JUAN CARLOS CHAVEZ
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El escultor Lázaro Valdés (centro) posa con su personal y familia junto con las piezas que han creado en la fundición. Pedro Portal / EL Nuevo Herald
Lázaro Valdés creyó religiosamente que su destino estaba ligado a dedicarse por completo a las Ciencias Geográficas, profesión que estudió en la Universidad de Pinar del Río y en la que se graduó con honores en 1990.
Pero en un viaje a La Habana su historia de vida cambió. Valdés quiso comprar una artesanía de edición limitada para llevársela de regalo a su novia. Cuando preguntó por el precio, el vendedor simplemente atinó a responderle que estaba fuera del alcance de su bolsillo.
Costaba $400, dijo Valdés, de 46 años. Esa semana regresé a Pinar del Río con la idea de hacer mi propia pieza de arte. Estaba seguro de que yo también podía hacerlo, algo me decía que era capaz.