ALBERTO SÁNCHEZ
ESPECIAL/EL NUEVO HERALD
Foto: Cortesía / Chely Lima
Después de escribir novelas, poemas, cuentos infantiles, piezas teatrales y guiones para cine, radio y televisión, ahora a Antonio Orlando Rodríguez (Ciego de Avila, 1956) le ha dado por escribir letras de boleros. Según él, es una de las cosas más difíciles que le ha tocado hacer en sus 40 años de carrera, que serán recordados el miércoles 26 a las 8 p.m. en el centro Cultural Español de Miami.
El autor de Chiquita (Premio Alfaguara, 2008) asegura que nunca imaginó que contar una historia de amor en tiempo de bolero fuera así de complicada. Los boleros solo tienen dos o tres argumentos: qué feliz soy o qué triste estoy o por qué me dejaste; no hay más variantes que eso, y si no son para cortarse las venas, no son boleros.
Para él, no es más que otro de los retos que le ha impuesto la vida, pero asegura que se está divirtiendo.
Y en medio de ese ejercicio de rimas y de síntesis, que es contar un drama tan intenso en el tiempo tan corto que dura un bolero, un grupo de amigos se reunirá para acompañarlo en el lanzamiento del libro Concierto para escalera y orquesta, un cuento del autor publicado en Barcelona por Ediciones Ekaré, con ilustraciones de la artista francesa Carol Hénaff.