LOCALES - 10/07/2006
CRISTINA LOBOGUERRERO/edlp
NUEVA JERSEY — Con un “no” rotundo, el Senador Robert Menéndez, rechazó que esté siendo investigado por la fiscalía federal, al igual que afirmó que no tiene nada que ver con las supuestas conversaciones grabadas por un informante del FBI.
El funcionario, candidato a la reelección, reiteró en una entrevista con este rotativo que “todo hace parte de una política destructiva por parte de mi contrincante que, como no tiene nada para ofrecer a los votantes, quiere dedicarse a destruir mi imagen”.
La controversia en torno a Menéndez se inició a finales del mes pasado cuando fueron publicados artículos criticando al Senador, de haber ganado dinero producto de la renta de una casa de su propiedad y que él alquiló a finales de 1994 a la organización North Hudson Community Action, (NHCAC), al tiempo que como congresista, ayudó a la concesión de dinero proveniente de fondos federales para adelantar sus programas.
Menéndez, que se convirtió en congresista por el distrito 13 en 1993, aseguró: “yo recibí la autorización de la oficina del Comité de Ética de la Casa de Representantes, que me aseguraró que mi posición como congresista y propietario de la vivienda en cuestión, no presentaba ningún tipo de conflicto de intereses”.
El contrato de renta de la edificación de tres pisos, ubicada en la calle 41 de Unión City, fue por un período inicial de tres años, a un valor de $3,100 dólares mensuales en concepto de renta. Dicha propiedad, que fue adquirida por Menéndez en 1983, por la suma de $92 mil dólares, sirvió como su vivienda y oficina de abogado durante los primeros cinco años en que la adquirió, la misma fue vendida en el 2003 por $450 mil dólares. Luego de darse a conocer este tema se escucharon rumores en torno a que Menéndez estaba siendo centro de una investigación por parte de la fiscalía federal.
En dicha edificación funcionaron las oficinas administrativas del programa de educación temprana Head Star del NHCAC, una organización dedicada a prestar servicios sociales y cuidados de salud a personas de escasos recursos económicos. Sin embargo, reportes publicados alegan que Menéndez ganó dinero a expensas de los contribuyentes, por haber ayudado a que la agencia en mención obtuviera dinero de fondos federales, sugiriendo que así estaba asegurando la renta. Porque el contrato de arrendamiento contenía una cláusula en la que permitía a la organización anular el contrato en caso de que sus fondos se acabaran.
“No hubo nada ilegal, eso fue una transacción de hace más de 12 años. Yo no soy ya propietario de esa edificación, la vendí hace mas de tres años”, dijo.
Tras esta primera controversia, seguidamente surge la nueva incógnita sobre la conexión entre el Senador Menéndez y unas grabaciones hechas por un reconocido informante del FBI con un aliado y cercano amigo del político, en las que éste le pide trabajo para alguien, como “un favor” para Menéndez, con lo que obtendría “protección” del entonces ejecutivo del condado Hudson Robert Janiszewski, que actualmente se encuentra en una cárcel federal de Kentucky cumpliendo una sentencia por corrupción.
Sobre este tema se mencionó a Menéndez por primera vez, en marzo pasado, cuando el psiquiatra Oscar Sandoval sometió una demanda en contra del condado Hudson, respondiendo a una querella que el condado había interpuesto en su contra y de varios otros funcionarios involucrados en corrupción, que recibieron contratos producto de sobornos pagados a Janiszewski. El condado busca varios millones de dólares en compensación por dinero que dicen perdieron a causa del escándalo de corrupción. Por parte de Sandoval, el condado pide la restitución de siete millones de dólares.
Concretamente, Sandoval, durante una conversación grabada en 1999 con Donald Scarinci (viejo aliado de Menéndez), éste último le pide que contrate nuevamente al psiquiatra Vicente Ruiz, como un favor para Menéndez y que si lo hacía, no sólo lo haría feliz, sino que podría considerar recibir “protección” por parte de Janiszewski.
Sandoval mantenía un contrato con el condado Hudson por un monto de más de $2.3 millones de dólares anuales, para proveer servicios siquiátricos en la cárcel del condado, el hospital siquiátrico y el centro de detención juvenil del condado. De acuerdo a la demanda, Sandoval debía contratar a Ruiz, a quien había despedido un año atrás, y ponerlo como su socio y repartir las ganancias en tres partes, una para él la otra para Ruiz y la otra sería repartida entre Menéndez y Scarinci.
Menéndez al respecto dijo que “yo no tengo conocimiento de dichas conversaciones, no estuve presente, por lo que si se hizo fue sin que yo me enterara por lo que no tengo nada absolutamente nada que ver con eso”.
Según una declaración dada por Sandoval a finales del mes de septiembre, la mencionada conversación es solo el contenido de una de las muchas otras grabaciones que tiene y que son más comprometedoras, las que tiene planeado dar a conocer públicamente, sin especificar una fecha aun.
Sandoval es una figura controversial en el condado Hudson, fue informante del FBI durante un par de años y gracias a su ayuda para grabar a varios funcionarios, fue pieza fundamental para que la fiscalía federal pudiera condenar al ejecutivo del condado Janiszewski y a los legisladores William Braker y Nidia Dávila Colón.
Esta última, a quien también grabó, a pesar de haber sido su paciente, su novia y después su prometida y que finalmente fue encontrada culpable por un jurado de pasar sobornos a Janiszewski de parte del propio Sandoval, a cambio de que el Ejecutivo intercediera en la obtención de contratos con el condado.
Scarinci, de profesión abogado y que ayer anunció retirarse temporalmente de la firma de abogados de Lyndhurst, en donde trabaja, no ha querido comentar respecto a las acusaciones, argumentando que “no puedo hablar libremente sobre las grabaciones porque éstas hacen parte de una demanda”. Scarinci no ha sido acusado de ningún cargo y aunque no trabaja directamente con la campaña de Menéndez, sí se dedica a la recaudación de fondos.
Varios copartidarios de Menendez aseguran que la revelación de estos puntos que salieron a la luz pública, hacen parte de la estrategia adelantada por el candidato republicano Tom Kean Jr. en su empeño por desprestigiar la carrera política de Menéndez, con quien se enfrenta en los comicios del próximo siete de noviembre.
Sin embargo, miembros de su campaña lo han negado sistemáticamente.
También y a pesar que la campaña de Kean ha negado tener cualquier tipo de involucramiento en las revelaciones acerca de Menéndez, la semana pasada salió a relucir que Chris Lyon, uno de los colaboradores indirectos de Kean, estaba siendo asesorado por Janiszewski, con quien se estaba intercambiando correo y recibiendo asesoría de éste último desde la cárcel, sobre como desprestigiar al senador cubano americano.
Lyon no trabaja directamente con la campaña de Kean, pero si está contratado por Matt Leonardo, Jefe del equipo de consultores políticos. Jill Hazelbaker, portavoz de Kean Jr., dijo al respecto que el candidato republicano “no tenía conocimiento de la correspondencia y que Lyon no es asalariado directo de la campaña”.
Sobre si estas controversias dañan su imagen Menéndez dijo que “evidentemente no, porque si vemos las últimas encuestas me colocan a mi adelante. La gente tiene que darse cuenta que mi carrera política habla por sí sola, yo ofrezco cosas solidas”.
Sandoval, que trabaja parte del tiempo como psiquiatra en el Bergen Family Center de Hackensack no pudo ser ubicado para comentar respecto a las grabaciones.
Tampoco su abogado Tomas Espinosa.
Daniel Santo Pietro, director ejecutivo de la Asociación de Directores Hispanos de Nueva Jersey, dijo al respecto que “por 40 años el NHCAC, una de nuestras agencias asociadas, ha recibido fondos federales y estatales sin importar que partido tiene la mayoría. Asegurar que hubo algo impropio entre dicha agencia y el congresista y ahora senador Menéndez, es una clara intención de confundir a aquellos que no tienen el tiempo de leer mas allá de los titulares”.
cristina.loboguerrero@eldiariony.com