Migración dejó en libertad a 14 migrantes mientras se tramita su petición de refugio en el país, por causas humanitarias.
Por: Lorena Seijo
María Rodríguez, junto al resto de sus compatriotas cubanos, cuando pisaban suelo guatemalteco con total libertad. Foto Prensa Libre: Esbin García.
“Sentimos que hemos vuelto a nacer”, expresó uno de los migrantes cubanos cuando recibió la noticia de que su petición de refugio había sido aceptada.
No lo podían creer. Entre lágrimas manifestaban su agradecimiento al Gobierno de Guatemala y a las autoridades de Migración, por no devolverlos a Cuba. Un día antes, la embajada de ese país había dado el visto bueno para que fueran deportados a la Isla.
Los migrantes tardaron más de 20 días en solicitar refugio porque ninguno de ellos sabía que tenían la opción de quedarse en Guatemala por razones humanitarias; se enteraron hasta que los medios de comunicación se los informaron. “Nosotros pensábamos que sólo Estados Unidos aceptaba a los ciudadanos cubanos, por eso no habíamos solicitado quedarnos en el país”, comentó María Rodríguez.
Tras ser aceptado el trámite de su petición de refugio, ahora tendrán que complementar su papelería, para conseguir el estatus definitivo de refugiados y pedir un permiso de trabajo. La Comisión del Refugiado será la encargada de dar el dictamen.
Poco sabían de Guatemala estos cubanos antes de que un barco estadounidense los rescatara del mar, frente a las costas de Izabal. “Yo creo que nos salvaron la vida porque ya no teníamos nada de beber ni comer”, dijo Rodríguez.
Ahora serán acogidos por otros migrantes cubanos que ya residen legalmente en Guatemala. “Un catedrático de la universidad, que lleva muchos años viviendo aquí, ha ofrecido ayudarnos, por lo que nos quedaremos en su casa”, contó Michel Hernández.
Mientras recogían las pocas pertenencias que tenían cuando llegaron al país, se despedían de los pocos migrantes que compartieron con ellos el encierro en el albergue. Hasta los propios trabajadores de Migración se mostraron alegres porque los 14 cubanos pudieran quedar en libertad.
Su objetivo ahora es conseguir trabajo, ayudar económicamente a los familiares que quedaron en la Isla y comenzar de nuevo su vida.
“La libertad no tiene precio. Aunque ahora tengamos que trabajar más duro, tenemos capacidad de decidir”, expresó Débora Guerrero, quien, junto a su marido, tiene intención de establecerse en Guatemala.
En la puerta del albergue los esperaban dos cubanos que residen en el país y que se los llevaron en sus vehículos hacia una vida, si no mejor, al menos diferente.
Cronología
Un mes
Los cubanos salieron de Cuba hacia EEUU.
El 19 de enero salieron de la Isla en una pequeña lancha.
El 25 fueron detectados por un barco estadounidense que los rescató y los llevó a Izabal.
De ahí fueron trasladados al albergue de Migración donde permanecieron encerrados durante los últimos 25 días.
El 16 de febrero solicitaron refugio por razones humanitarias.
Ayer fueron dejados en libertad hasta que se defina su situación migratoria.
Riesgo
La muerte: Rescatados
María Rodríguez opinó que el barco estadounidense que los rescató del mar les salvó la vida. “Ya no teníamos nada qué comer ni qué beber. Habíamos empezado a sentir los primeros síntomas de deshidratación. Creo que nos salvaron la vida”, relató. Aunque el objetivo de los migrantes era llegar a costas norteamericanas, la lancha se desvió hacia Guatemala, donde fueron rescatados.
Pobreza:
Sin dinero: Represión
Débora Guerrero no podía creer que ella y su marido ya no tendrían que volver a Cuba. “Hasta ahora hemos podido expresar lo que sentimos, después de años callados”, afirmó. Para Guerrero, lo más importante es que ahora tendrá la posibilidad de ganar un salario mínimo, de recibir atención médica y caminar con libertad. “Allá las cosas están muy difíciles, y desde que Castro se enfermó, el control ha sido mayor”, añadió.