Viernes 09 Marzo de 2997
Por Jaime Torres / End.jtorres1@elnuevodia.com
Francisco Céspedes y Gonzalo Rubalcaba celebran la aportación a la música de Ignacio “Bola de Nieve” Villa con el disco “Con el permiso de Bola”
Gonzalo Rubalcaba y Francisco Céspedes
La combinación de los cubanos Gonzalo Rubalcaba y Francisco Céspedes causó sensación en Madrid y en el Distrito Federal, ciudades que décadas atrás se rindieron ante la música de Bola de Nieve.
Pancho Céspedes y Rubalcaba dedican su nuevo disco, “Con el permiso de Bola”, al legendario cantante, pianista y compositor de Guanabacoa, fallecido en México en 1971. Su nombre de pila es Ignacio Villa y, aunque murió a los 60 años, su legado musical es vasto.
Pancho y Rubalcaba lo recuerdan con una docena de sus interpretaciones más conocidas, adaptadas al formato de un trío de jazz, integrado además por Ignacio Berroa en la batería y por Carlos del Puerto en el contrabajo.
“El objetivo del disco es un tributo a Bola, lo cual no significa que se pretenda imitar o repetir lo que Bola hizo, en principio por respeto, y, sobre todas las cosas, porque quiero pensar que Bola estaría mucho más contento viendo que su legado mantiene puertas abiertas para llevarlo a otros sitios porque la gente que se ha escogido para este proyecto conoce muy bien su obra”, señaló ayer el pianista de jazz Gonzalo Rubalcaba.
En noviembre, Céspedes y Gonzalo lanzaron el disco en México. Días atrás regresaron de Madrid, ciudad donde Bola era muy popular. Ambos artistas ya coordinan una gira de conciertos por Europa, Centro y Sudamérica.
“Este es un disco que necesita y que está hecho para ser tocado en vivo. Muchas grabaciones están hechas desde y para el estudio, pero este trabajo obviamente necesita de la comunicación con el público”.
La secuencia consiste de nuevas versiones de ‘Adiós felicidad’, ‘Vete de mí’, ‘¡Ay amor!’, ‘La flor de la canela’, ‘Alma mía’, ‘Drume negrita’ y una canción tributo: ‘Bola de Nieve’, del cantautor cubano Carlos Varela.
“Se adapta muy bien a la selección que hicimos porque, además de estar bien concebida, aporta frescura. Pancho ha dicho que durante el proceso de grabación en el estudio se propuso escribir algo para Bola y lo que hizo no era mejor que la canción de Varela”, sostuvo Rubalcaba.
Ignacio Villa, a quien la cantante Rita Montaner nombró Bola de Nieve por su obesidad y negrura, pertenece a una generación de artistas, como Ernesto Lecuona, que contribuyeron a definir la historia de la música cubana.
“Escribió un capítulo importante de la música cubana”, afirmó Rubalcaba, quien descubrió la música de Bola de Nieve durante su niñez.
Gonzalo y Céspedes opinan que la obra de Bola trasciende estilos y épocas, además de ser una referencia obligada para el movimiento del filin.
“Era un resultado muy cubano, pero se convirtió en algo universal. El mejor ejemplo es cómo controló, manejó y desarrolló géneros que no eran cubanos, sino europeos y sudamericanos”.